Noche de contrabando
A veces siento la vida volver a pasar a mi lado
y en su paseo me lleva de la mano,
me toma rauda y veloz junto a su regazo,
me acuna de nuevo con su sonrisa regalo.
Quisiera ser yo la que le sorprendiera amando
Y es ella la que tiene ese poder, sin embargo.
Espero quieta su beso amargo
porque al sufrimiento me he acostumbrado
y cuando gozo creo que se va volando
la sensación de ser feliz hoy y para cuándo.
Me ha enseñado a atraparlo todo
hasta la espuma, de las olas vagando,
entre mis dedos se enreda ligera
para caer en mi fondo e ir posando
la ilusión de tenerte cerca
una noche, al menos,
de todas las que estoy penando.
Una noche pido, una sola te reclamo
deja el amor que tienes siempre a tu lado
y dedícame una noche, furtiva, leve
clandestina y de contrabando.
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