Hoy me he levantado con la firme convicción de que lo mejor que puede
pasarnos es dejar que todo pase. Tal vez la única opción, dirán muchos, pero
también la mejor porque la mayoría de las cosas que nos preocupan nunca pasan.
Os dejo este artículo, que como tantos otros, llegan a mi cuando sintonizo
con la frecuencia que me proporciona lo que necesito.
Espero que os sea de utilidad.
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“Nuestra mente es una perfecta creadora, tanto de cosas maravillosas, como
de cosas que nos agobian. Hacemos un
hábito de mantener pensamientos negativos unidos a nosotros alertándonos de
todo lo nefasto que nos puede ocurrir, preocupándonos, haciéndonos
sentir alterados con lo que tiene que ver con nuestro futuro.
Resulta que la mayoría de las cosas que nos preocupan no llegan nunca a ocurrir, quizás algunos pensarán que justo por el hecho de habernos preocupado, tomamos las medidas para que no pasasen y esto en un porcentaje es cierto. Sin embargo, en la mayoría de las circunstancias nuestros pensamientos van mucho más allá de lo que realmente tiene mayores probabilidades de ocurrir.
Debemos ante todo resaltar que cualquier
cosa que nos transporte a otro tiempo, nos está robando la posibilidad de vivir
el presente, que es el único tiempo en donde tenemos posibilidad de
acción. Podemos hacer cosas que nos posicionen en un futuro en un sitio
determinado, sin embargo, a través de la preocupación, no tenemos posibilidad
de actuar, solo estaremos predisponiéndonos a un suceso o imaginando escenarios
negativos que no harán más que robarnos la paz.
La preocupación no eliminará los problemas,
eliminará nuestro estado de tranquilidad, de sosiego. Darle poder a la incertidumbre no hará
algo diferente a atormentarnos. Mientras que si nos limitamos a ver el futuro
con fines prácticos, siendo conscientes de nuestras herramientas para
transitarlo, siendo optimistas en relación a los resultados que podemos
obtener, estamos sembrando en nosotros la confianza necesaria en el proceso de
la vida. (…)
Date cuenta de todas las veces que te has
preocupado por algo; los peores escenarios, solo ocurrieron en tu mente. Los cristales con que veamos nuestras
cosas, determinarán los resultados. Aprendamos a ver la vida desde el
optimismo, desde la fe, desde la esperanza, pensando en que el universo está
conspirando para nuestro beneficio y que tenemos lo necesario para afrontar
cualquier cosa que llamemos adversidad o problema. ¡Deja de preocuparte, que la
vida no es más que para vivirla y disfrutarla!”
Sara Espejo – Rincón del Tibet