Uno
de los autores que he descubierto este verano ha sido el filósofo y literato
Nuccio Ordine y con él su maravilloso mensaje contra la dictadura del mercado,
un libro que pretende hacernos ver que despreciar todo aquello que consideramos
como inútil, intangible porque no aporta un beneficio material, está
trastornando nuestra sociedad y deshumanizándola.
Defiende
la importancia del conocimiento sin un objetivo económico. Aporta, en su libro “La
utilidad de lo inútil”, una serie de
ejemplos tomados de los clásicos, “que nos permiten ver que la dignidad del
hombre no está en el dinero que ganamos, sino que está en la virtud, en la
fuerza moral de los valores que nos constituyen”.
Necesitamos
saberes que no producen provecho; la filosofía, la música, el arte… porque son
saberes que nutren el espíritu y si queremos que la sociedad se convierta en
más humana, necesitamos estos saberes inútiles.”
Este
profesor de la universidad de Calabria decidió dar un grito de alarma ante la
mercaduría de la enseñanza, que ha convertido a los alumnos en clientes con
créditos y débitos.
La
degradación de la enseñanza la ha incluido en la lógica del mercado. Si
convertimos las escuelas y las universidades en empresas estamos matando la
posibilidad de hacer crecer las nuevas generaciones como mujeres y hombres
compasivos, honestos, comprometidos con el bien común y poco conformistas.
Hacer
entender a los jóvenes que a la
universidad se viene, sobre todo, para convertirse en mejor persona y salvar
los valores democráticos.
De
la ignorancia se desprenden la xenofobia, los fundamentalismos, el racismo y
todos los venenos que intoxican los cimientos de una sociedad humana que
debería crecer hacia la cooperación y el entendimiento.
“La
única cosa que no puede comprarse es el saber”, nos dice Ordine, porque el
saber es fruto de un esfuerzo individual que nadie puede hacer por ti.
Preservar
la memoria es importante para este intelectual, desde la cultura clásica, las
lenguas antiguas…porque son nuestra lama mater en occidente.
Hoy
en día hasta los valores más fuertes de nuestra sociedad están contaminados por
el utilitarismo. El amor que tendría que ser una cosa pura, cuando se
transforma en posesión se muere. Cuando la verdad se transforma en posesión, se
mata la verdad.
Este
manifiesto es un grito de alarma, de atención. Si matamos lo inútil, mataremos
también cualquier posibilidad de hacer la sociedad más humana.
Bello
e importantísimo mensaje el que recoge en su libro.
Merece la pena reflexionar sobre ello.