Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 21 de agosto de 2021

EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

BAJO LAS SOMBRAS


Y se escondió el amor bajo las sombras

En aquel hueco pequeño,

Que nunca dimos importancia.

Se esfumó entre las rendijas

De la vasija cristalina

Sin asas, que portabas.

Como corriente de río, es imparable

Que lo que parece eterno

Se quiebre en algún momento

Y después de negarlo, se acabe.


 

Mira el sol cómo ilumina

El ardor implacable de los amantes,

Mira la luna como refleja,

El vacío del alma al mirar con frío

El gusano indigno del desastre.

Cuanto más intenso, más doliente

El corazón quebrado de cada parte,

Y es que como empieza,

Acaba por dejarte

Sin haberse ido, muy dentro

Y fuera a la vez en alguna parte.

Mira tus manos vacías

De caricias y arrumacos

Colgados en otro arte.

El del violín sonando

La melodía suave

Que con tambores de combate

Anuncia, que todo lo que comienza,

Termina por abandonarte.


jueves, 19 de agosto de 2021

UNA REFLEXIÓN NECESARIA

 

Uno de los autores que he descubierto este verano ha sido el filósofo y literato Nuccio Ordine y con él su maravilloso mensaje contra la dictadura del mercado, un libro que pretende hacernos ver que despreciar todo aquello que consideramos como inútil, intangible porque no aporta un beneficio material, está trastornando nuestra sociedad y deshumanizándola.

Defiende la importancia del conocimiento sin un objetivo económico. Aporta, en su libro “La utilidad de lo inútil”, una serie  de ejemplos tomados de los clásicos, “que nos permiten ver que la dignidad del hombre no está en el dinero que ganamos, sino que está en la virtud, en la fuerza moral de los valores que nos constituyen”.


 

Necesitamos saberes que no producen provecho; la filosofía, la música, el arte… porque son saberes que nutren el espíritu y si queremos que la sociedad se convierta en más humana, necesitamos estos saberes inútiles.”

Este profesor de la universidad de Calabria decidió dar un grito de alarma ante la mercaduría de la enseñanza, que ha convertido a los alumnos en clientes con créditos y débitos.

La degradación de la enseñanza la ha incluido en la lógica del mercado. Si convertimos las escuelas y las universidades en empresas estamos matando la posibilidad de hacer crecer las nuevas generaciones como mujeres y hombres compasivos, honestos, comprometidos con el bien común y poco conformistas.

Hacer entender  a los jóvenes que a la universidad se viene, sobre todo, para convertirse en mejor persona y salvar los valores democráticos.

De la ignorancia se desprenden la xenofobia, los fundamentalismos, el racismo y todos los venenos que intoxican los cimientos de una sociedad humana que debería crecer hacia la cooperación y el entendimiento.

“La única cosa que no puede comprarse es el saber”, nos dice Ordine, porque el saber es fruto de un esfuerzo individual que nadie puede hacer por ti.

Preservar la memoria es importante para este intelectual, desde la cultura clásica, las lenguas antiguas…porque son nuestra lama mater en occidente.

Hoy en día hasta los valores más fuertes de nuestra sociedad están contaminados por el utilitarismo. El amor que tendría que ser una cosa pura, cuando se transforma en posesión se muere. Cuando la verdad se transforma en posesión, se mata la verdad.

Este manifiesto es un grito de alarma, de atención. Si matamos lo inútil, mataremos también cualquier posibilidad de hacer la sociedad más humana.

Bello e importantísimo mensaje el que recoge en su libro.

 Merece la pena reflexionar sobre ello.

 

lunes, 16 de agosto de 2021

EL ZORRO DEL DESIERTO

 

Uno de los libros más exquisitos, en cuanto a enseñanzas de la vida y los afectos, mal encajado cronológicamente en su consideración porque sus mensajes van directos a la comprensión de los adultos también, es “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944).

De todos los bellísimos pasajes de este pequeño gran libro, uno de ellos rezuma especial sensibilidad y delicadeza en la explicación de cómo se fraguan los afectos.

Nuestra prisa, en el mundo actual, no deja que cultivemos nuestros afectos. Y para amar, se necesita construir lazos, cuidar hábitos.


 

Os resumo el pasaje:

El principito llega al desierto del Sahara y allí se encuentra con un zorro. El principito se siente solo y le dice: …”ven a jugar conmigo”…a lo que el zorro contesta.-Yo no puedo jugar contigo porque no estoy domesticado ( en el sentido de familiarizarse no de someter). –Qué significa “domesticar”, dijo el principito.- Significa “crear lazos” contestó el zorro. Para mi todavía no eres todavía mas que un muchachito, semejante a cien mil muchachitos y…no te necesito y tú tampoco me necesitas ( …) pero si me domesticas tendremos necesidad el uno del otro, serás para mi único en el mundo, seré para ti, único en el mundo. –“¿Qué es crear lazos?.-dijo el principito. –Se trata de ir acercándonos. Tú llegaste y no te acercaste a mí. Mañana llegarás y estarás a cuatro metros, pasado a tres, y después a dos…y será mejor que vengas a la misma hora, si vienes a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres; cuanto más avance la hora más feliz me sentiré…descubriré el precio que tiene la felicidad, pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré cuando preparar mi corazón”…

Por ello el principito aprende del zorro que en la vida los ritos son importantes y necesarios.

 Hay que dedicar tiempo al afecto. El principito destruye la idea de “prisa” que tenemos, destruye la idea de rapidez. Con la rapidez no se construyen relaciones humanas, se construyen “relaciones superficiales”.

Merece la pena releer el libro de nuevo.

Despacio. Sin prisa.

Todo un placer.