Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 31 de diciembre de 2014

ME UNO HAY A ESTOS DESEOS



Que descubras la serenidad y tranquilidad
en un mundo imposible de entender
Que el dolor que has vivido y los problemas
que has experimentado, te den el poder
de caminar por la vida, enfrentando cada
situación con optimismo y valor.

No olvides que habrá seres cuyo amor
y comprensión, siempre estarán contigo
aún cuando te sientas solo.

Que descubras, suficiente bondad en otros,
para creer en un mundo de paz…
Que una palabra generosa, un abrazo
y una sonrisa, sean tuyos todos los días
de tu vida. Y que puedas dar estos regalos,
tanto como recibirlos
Enseña amor a aquellos que odian,
y que este amor te fortalezca…

No te preocupes demasiado por lo material,
valoriza más la bondad y generosidad
que habita en tu corazón…
Deseo que encuentres tiempo cada día
para apreciar la belleza y el amor que te rodean.
Date cuenta que como seres humanos
tenemos muchas cosas en común, pero
en el fondo todos somos diferentes…
Aprecia y respeta las diferencias…

Deseo que encuentres suficiente fortaleza
en tu interior para determinar por ti mismo
tu valor y no dependas de la opinión de otros,
para reconocer tus habilidades.

Recuerda olvidar a los amigos que resultaron
falsos, pero nunca olvides a aquellos
que permanecieron contigo.

Deseo que olvides las cosas que te entristecieron,
pero nunca te olvides de recordar las cosas
que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar los problemas
que ya pasaron…

Que nunca te falte un amor donde tu corazón
pueda guarecer… que la buena suerte te persiga
cada día y cada noche.

Deseo: que nunca te falte el fuego que te dé calor
ni el agua para apaciguar tu sed.

Deseo que vivas tu tiempo y tu vida
como tú quieras, y que nunca te hagan vivir
lo que otros quieran.

P. Mateo Bautista

martes, 30 de diciembre de 2014

HACERNOS AMIGOS DE LA SOLEDAD




Leyendo ayer un artículo, del psicólogo Josu Cabodevilla, me encontré con esta frase: “…nadie puede amar, creer, sufrir o morir en nuestro lugar”. 

Esta frase ha despertado en mí una emoción honda. 
Lo fundamental de la vida lo hacemos solos, aunque estemos acompañados. 

De ahí la importancia de saber estar con uno mismo, de comprendernos, de querernos… y eso no se consigue huyendo de lo que sentimos. 

Hay que parar, estar en silencio, sin hacer nada, escuchando algunos días los lamentos del alma y otros su serena alegría. 
La soledad tiene el don de conectarnos con nuestra esencia: el amor infinito.

Hay que mirarla con buenos ojos. 
Como la tristeza, el dolor o el miedo, la soledad es más dulce si, en vez de combatirla, la aceptamos. 
Despacio, sin prisas.

Si con el tiempo nos hacemos amigos de la soledad no nos sentiremos nunca solos.

Merce Catro Puig
autora del libro "Volver a Vivir"
Diario del primer año después de la muerte de un hijo.
Y "Palabras que consuelan" 


lunes, 29 de diciembre de 2014

LOS LABERINTOS DE MI MENTE



La mente nos juega malas pasadas la mayoría de las veces. Nos enredamos en pensamientos recurrentes que no nos aportan nada. Vivimos situaciones inventadas que nos destrozan y recreamos aquellas que aun siendo verdad, no podemos cambiar.
Es como si ejerciésemos una especie de masoquismo dirigido. Orquestado por nosotros mismos y expresado en alto volumen para ensordecer nuestros oídos.

Cuando esto nos sucede, necesitamos poner en calma la vida de cada día. Un método, que a mí me suele venir bien, radica en dividir la mente en compartimentos y tachar con una cruz roja aquello que no nos conviene para estar serenos, lo que nos altera y ultraja o lo que simplemente nos transforma en lo que no somos.
Poner un punto en la mente o en el corazón a veces es el único camino que nos lleva a la paz.

Se trata de encontrarnos con ese otro yo que no nos chilla, que no recrimina y que no juzga. Con el benévolo reflejo de nosotros mismos, con esa versión light que nos regala una sonrisa en vez de una bofetada.

Hay muchas formas de sentirse bien y millones de sentirnos también mal. Y lo peor es que somos expertos en inventar mil y una maneras de empeorar nuestro estado de felicidad.
No se me ocurre nada más práctico que quedarnos con el día a día. Nada mejor que eliminar el empecinamiento en un pasado que no está o traer al presente un futuro que no ha llegado ni sabremos cómo será.

Parece un tópico pero el poder del presente es tan poderoso que puede con toda la carga negativa del adelanto de las desgracias que sufrimos con nuestra propia fantasía tan capaz de arruinarnos el día  a día de cada día.

Me gustaría empezar el año cambiando el chip de mi cabeza y arrancando el corazón con energía tomada desde y para el presente.

No quiero morir antes de que llegue mi muerte. Ni perder lo tengo y quiero antes de lo necesario. 

Que vaya pasando el tiempo…y que vayan cayendo estrellas, una a una, para iluminar cada uno de mis pasos.

domingo, 28 de diciembre de 2014

TU PASADO Y TU HOY



En ocasiones, es difícil diferenciar lo que nos ha ocurrido con quien somos hoy. He conocido muchas personas en mi vida que han perdido su identidad. La identidad que creen y viven es la del dolor del ayer.

 Cuando escucho a alguien decir: "Soy una persona que sufrió mucho en la niñez" o "Soy una persona que le ha ido mal en las relaciones de pareja". 

Eso es una realidad en la persona, pero no tiene que seguir definiendo quien es.

¡Tú no eres tu pasado! 

Es cierto  que muchas cosas en nosotros son formadas por causa de nuestra historia. Pero lo que fue ayer no tiene que controlar la persona que potencialmente llegues a ser hoy, ni tampoco la que serás mañana.
¿Sabes por qué? , porque llegó el momento de soltar esa mochila. Hay demasiadas opciones frente a ti como para que sigas perdiendo tu tiempo en lo que ya pasó. 

Vas a ¡cerrar esa puerta!, disfrutarás del presente y avanzarás hacia el futuro con esperanza. 

Recuerda que como el dios que llevas dentro mereces navegar por inmensos mares de victoria, independientemente de lo que pasó. 

¡Vive libre, vive feliz!

- Autor desconocido-