Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 23 de julio de 2011

"Tú eres lo que es el profundo deseo que te impulsa. Tal como es tu deseo es tu voluntad. Tal como es tu voluntad son tus actos. Tal como son tus actos es tu destino"

Me ha gustado esta reflexión y quiero compartirla. Si nos fijamos bien, enlaza deseo con destino, inicio y final de la frase. El deseo como desencadenante del destino...¿podemos tener una noticia mejor?. Basta desear y la fuerza con la que el deseo se instale en nosotros...moverá la voluntad y ésta nos impulsará a la acción. Sin duda un comportamiento basado en la sintonía con lo que creemos que somos y podemos hará, sin duda, que se materialice tarde o temprano. Sólo hay que CREER...CREER Y CREER en nosotros mismos. Y ser capaces de reconocer que nos merecemos todo lo que nos haga felices.

viernes, 22 de julio de 2011

MENTIRAS PIADOSAS

Siempre me ha parecido una incongruencia esta dicotomía de contrarios que se unen. Mentiras_piadosas/ guerra_santa/ amor_odio/…contrasentidos que carecen de consistencia y que en ningún caso se justifican por nombrarles juntos.

         La mentira nunca puede aceptarse en base a la piedad. La mentira siempre es mentira. Lo que sucede que nos permitimos dulcificar la realidad para nuestra conveniencia, ajustando y modelando lo que no queremos dar a conocer, o en ocasiones, para lo que creemos el bien del que lo recibe o para defendernos de sus consecuencias.

Cuando mentimos, algo no funciona. Lo hacemos por muchas razones: miedo a las consecuencias, cansancio, hastío del otro, temor a que sufra,  o simple defensa propia. Pero tiene un precio, como todo lo que hacemos en la vida. La ley de la acción reacción se cumple inexorablemente. Aún cuando creemos que mentir protege a quien es engañado.

¿Podemos diferenciar clases de mentiras?¿En algún caso pueden justificarse?¿Nos sitúan en el lugar de quien juega con ventaja por dominar una información de la que el otro carece?. Sería excelente poder contar con vuestras opiniones.

jueves, 21 de julio de 2011

ENTENDER AL OTRO

Entender al otro siempre es difícil porque por mucho que creamos que podemos ponernos en su lugar, no es posible. Solamente llegamos a comprender cuando pasamos por lo mismo. Uno entiende a los padres cuando lo es. Entendemos al que es abandonado  por amor, cuando es el amor quien nos abandona a nosotros. Llegamos a saber lo que duele la mentira cuando nos mienten. Sabemos que es sentirse despreciado cuando nos desprecian y anulado cuando nos anulan. Hasta que la vivencia no es nuestra, lo único que podemos hacer es estar al lado del otro sosteniendo su pena con nuestro apoyo incondicional. Pretendemos comprender con la razón y ahí es precisamente donde fracasamos. La razón sigue categorías que nada tienen que ver con el sentimiento por lo que todo lo que está ligado a las emociones hay que separarlo del proceso mental. No podemos someter el amor, el odio, el éxito, el fracaso, la angustia, la euforia, la depresión o la ira, a los criterios mentales. De hacerlo así, se perderá en el camino la esencia de lo que exalta o degrada al espíritu y con ello, el goce o el dolor y el aprendizaje que cada uno lleva consigo.

            Sin embargo, hay una manera de acercarnos a quien sufre y es con el corazón.  El sufrimiento tiene que ser procesado por la persona para que lo asuma como crecimiento. No podemos evitar que aquellos a los que amamos pasen por ello porque deben pasar para seguir su camino. Lo que si podemos y debemos hacer es estar a su lado sin agobiar. Y agobiamos cuando contamos una y otra vez nuestra experiencia para que les sirva de ejemplo y eviten el sufrimiento. Nos equivocamos de nuevo. Nadie aprende sobre las palabras de otro, sino sobre la experiencia propia. Posiblemente, más que reiterar lo que sufrimos por nuestras equivocaciones y presentarles en bandeja el camino a seguir, lo que debemos proporcionar son herramientas que permitan al otro superar por si mismo lo que le duele en sus adentros. Y dejar…soltar…evitar la dependencia…respetar…entregar en libertad lo que desde solo la libertad es posible…EL AMOR. Lo mejor para entender al otro es amarlo…amarlo infinita y continuamente.

Dejemos que cada uno experimente sus errores, los sufra y se levante por encima de ellos. Siempre estaremos esperando que la persona vuelva a nosotros para solicitarnos lo que quisimos entregarle desde un principio: la experiencia propia; pero solo ahora será el momento de que la acepte, la contraste con la suya y logre crecer. Entonces y solo entonces estaremos en condiciones de entenderle.

miércoles, 20 de julio de 2011

QUEDA TIEMPO

Esperamos con demasiada ansiedad. Nos parece que el tiempo siempre es corto. Trabajamos todo el día, nos divertimos poco, sonreímos menos y somos incapaces de gozar cuando tenemos oportunidad en un desaforado intento de vivir deprisa para agotar las oportunidades que nos da la vida. No sabemos esperar. Nos angustiamos por no recibir la recompensa que merecemos con la prontitud que debiéramos y abandonamos, demasiado pronto, la voluntad de encontrarnos con lo que más nos gusta.
Hay tiempo. Para todo, hay tiempo. No importa cuánto. Mientras quede un soplo de vida, hay tiempo. Tiempo de arrepentirnos, tiempo de saldar deudas, tiempo de rectificar en los adentros, tiempo de pedir perdón, tiempo de empezar de nuevo…La vida está dentro de nosotros. El mundo que vemos, sentimos y experimentamos, también. Por eso. Tenemos todo el tiempo existente reservado en el interior. Basta querer ser perdonado para que se produzca esa reconciliación con la otra persona en nuestro interior; visualizándola y dialogando con ella. Basta querer transmitir amor para recrearnos en él cuando cerramos los ojos y nos quedamos a solas con nosotros mismos. Basta querer soltar la culpa, para arrepentirnos de lo que hicimos mal y quedar liberados. Basta un deseo nuestro para crear la realidad que anhelamos. Todo reside en creer en nosotros. En no atender a las críticas. En seguir nuestras intuiciones. En dar una oportunidad a nuestro corazón para seguir latiendo y continuar con la maravillosa experiencia de vivir.

domingo, 17 de julio de 2011

IDA Y VUELTA

Todo en la vida es de ida y vuelta, menos el último viaje, para el que debemos preparar un camino sin retorno. Nada acontece en nuestra pequeña historia personal que no tenga una contrapartida, unas consecuencias, una respuesta, tarde o temprano. Muchas veces nos quejamos de estar instalados en la bondad y solamente recibir desdenes, sucesos desagradables o contrapartidas emocionales que rayan en la desgracia. Pero la visión ha de ser más global. La vida es una carrera de fondo, nunca un tramo corto para llegar a la meta. Por eso, a lo largo del tiempo, éste nos demuestra que las acciones generosas, bondadosas y sobre todo llenas de amor…son recompensadas.

 Somos impacientes y quisiéramos que todo sucediese de inmediato, casi a quema ropa, rozando el filo de la contraprestación. Acción buena por suceso maravilloso. El universo, aquello que nos incluye y mantiene, lo que es causa de nuestro existir…no funciona así. Démosle ocasión de devolvernos el boomerang que lanzamos cuando hablamos, cuando actuamos o simplemente cuando pensamos. Nada queda oculto. Tampoco nada es obviado. Hay un registro de cada cual. Si no queremos que nos traten mal, no lo hagamos nosotros. Si no nos gustan las voces, no las demos. Si nos encanta que nos amen…amemos…pero de corazón, con intensidad, entregando lo mejor de nosotros cada vez. No hay mejor religión. Diría que es la única. No hacer lo que no quisieras que te hiciesen. Basta. Nada más.

Son muchos, también, los que quieren recoger sin sembrar. O los que sembrando tempestades quieren recoger cálidas y delicadas brisas. O los que tienen un ego tan salvajemente arrebatador que piensan que si algo sale de ellos, todo está bien; sea como sea aquello que digan o hagan. Y lo peor es que ese mismo ego les impide darse cuenta de lo inapropiado de su actitud y sobre todo, del daño que hacen con ella. No podemos pedirles más. Están en el escalón evolutivo que les corresponde y tal vez, a fuerza de recibir las consecuencias de sus acciones sea como puedan aprender a mejorarlas.

         Lo mejor de todo sería no olvidar que todo lo que sale de nosotros…regresa. Y si no, repasemos aquello que nos ha devuelto la vida a largo plazo. Por eso, dejemos a quienes creen en lanzar su boomerang tan lejos que nunca va a regresar porque sin que nosotros hagamos nada…le van a recibir de vuelta. Esa será su mejor lección.