Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 25 de enero de 2020

AUNQUE NO TE CONOZCO



Aunque no te conozco, sé que existes.

Mis ojos un día se encontrarán con los tuyos

Y sabré que eres tú.

No me conformaré con cualquiera.

Ni con el más rico, ni con el más sabio

Ni con el más listo, ni con el más rápido.



Sabré cuándo llegues porque serás distinto,

Lo más íntimo de lo mío,

Lo más suave, lo más dulce, lo más nítido.

Llegarás desnudo de alma

Y con la verdad entre tus dedos fríos;

Y te esperaré la eternidad si es necesario

Pero no subiré al lomo de ningún corcel 

Que no sea el mío.

Aunque no te conozco, sé cómo sientes,

Cómo hueles y lo que vas a decirme 

Al encontrarte conmigo.

Sabré, sin leerte, lo que dicen tus letras 

Y tú conocerás mi lenguaje y mi lengua.

Recostaré mi cabeza sobre tus deseos

Absorta al conocerte en el silencio impío.

Porque sé que existes en algún lugar,

Para saberme tuya como tú mío.

No me conformaré con cualquiera,

Ni del pasado, ni del presente

Ni de otro mundo, ni de este.

Cuando te vea niño, cuando te vea

Sabré que eres tú y que todo lo demás

No ha sido.

jueves, 23 de enero de 2020

EL MUNDO DE LAS DIFERENCIAS



Las diferencias, a veces dicen mucho y otras muy poco de las personas. Les damos mucha importancia como elemento de discriminación cuando, en realidad, a veces, vistas de cerca, unen más que separan.

Lo que nos une ya nos es afín. Lo importante es encontrar el punto medio de consenso en aquello que nos distancia, en lo que permite ver una brecha, en lo que comienza como una rendija. 




Si supiésemos el valor que tiene saber limar asperezas, suavizar tonos de voz, ademanes, formas y maneras; si lográsemos parar un momento delante del otro y comprender, desde la observación sin juicios, sus motivos o sus patologías, todo sería distinto.

Rebajar la emoción que ponemos en las diferencias nos llevará lejos en las relaciones porque estaremos dando una oportunidad a las múltiples posibilidades de que las cosas discurran bien.

Las diferencias son saludables, necesarias y hasta convenientes. Siempre que hay diferencias se mejoran los resultados. Aumentan la creatividad para llegar a lugares donde se pueda pisar sin encontrarnos arenas movedizas. Surgen deseos de consenso que de lograrlo dan una alta satisfacción.

No hay que tener miedo a pensar diferente, ni a desear distinto. Hay que temer a no querer intentarlo siquiera.
Confía en el poder de la intención. La propia ley penaliza de acuerdo a la “intención”. Sí queremos podemos tender puentes de diálogo y acercamiento. Si la traba y el obstáculo es lo único que prima, la ruptura es el camino más fácil para un difícil trayecto personal: el de la inflexibilidad y el egocentrismo a ultranza.
Siempre podemos elegir cómo interpretar lo que nos sucede.
Siempre podemos responder en vez de reaccionar.
 Siempre podemos quedarnos quietos en silencio y meditar sobre qué comportamiento es el que nos hace mejores personas y daña menos a los demás.

lunes, 20 de enero de 2020

EL MIEDO DEL INDEFENSO


Ayer pude comprobar como las torres más altas caen. De qué forma se convierte en absurda, estúpida e improcedente la soberbia, la arrogancia y la prepotencia del que la ejerce cuando los vientos van a su favor, cuando se siente fuerte o cuando, aún en su debilidad, siente envidia, por naturaleza, del entorno que le rodea.


En esta situación de debilidad, la vida es otra cosa. Entonces el monstruo que llevamos dentro y que todo lo devora se convierte en un conejito asustadizo que huye de cualquier cosa.



Toda la sabiduría está concentrada en la vida y es ella la que se encarga de hacernos protagonistas de las lecciones, que antes dábamos nosotros, y de examinarnos más tarde.


Si ahora mismo crees que el mundo está en tus manos y a tus pies, rebaja la intensidad de ese sentimiento porque más tarde o más temprano todo acaba para todos, pero antes de terminar suele llegarnos situaciones que nos ponen a prueba de aquello en lo que hemos sido tan prepotentes.


Cuando estés en momentos de debilidad piensa que también, como los otros, terminarán y que entonces cerrarás el ciclo de los aprendizajes que tenías que hacer.


Todos pasamos por ser cabeza de león y cola de ratón. No lo olvides cuando estés devorando a tus presas. Tampoco obvies que si eres cola de ratón tu suerte terminará cambiando también.