Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 4 de julio de 2014

LA CUCHARADA DE LENTEJAS



Nunca se me podrá olvidar la cucharada de lentejas que un día rechacé. ¡Cómo podría olvidar que no quise probarlas porque estaba a punto de marcharme y se me estropeaba el maquillaje si lo hacía!.
Mi madre me pidió que las probase para saber si les hacía falta sal. Ella no podía hacerlo porque tenía una enfermedad que se lo impedía. En ese momento pensé que no importaba que estuviesen un poco más o menos saladas para el resto. Posiblemente me importó más mi propio ego que el trabajoso, pero dedicado empeño de mi madre en mantener la casa y la comida en perfecto orden, a pesar de todo.
No sé por qué pero me duele y duele ese momento tan estúpido por mi parte.
Me ha llevado, sin embargo a entender, lo importante que es medir cada momento. Lo absolutamente decisorio que es permitir que nuestros pasos se salgan de la línea o lo necesario que se presenta para la salud del alma, permitirnos sentir. Lo que sea y como sea en el presente. Después…con el tiempo…quisiéramos atrapar momentos de antes y terminarlos de otro modo. Colocar otro final, dibujar otro paisaje con colores diferentes.
A veces no es cuestión de aprender, sino de recordar. Saber rescatar del recuerdo las sensaciones que nos dejaron la boca amarga y decidir que no vuelva a pasar. O lo contrario. Recordar esas vivencias que aun siendo muy cortas, bien valen una vida. Porque no entiendo la existencia sin calidez, sin amor y sin ternura.
Podremos pensar que así no puede ser siempre. Seguramente no. Pero todo depende de la actitud con las que disponemos la mirada. Incluso tal vez dependa mucho más aún de una memoria selectiva de la que dispongamos.
Olvidar lo que nos hizo daño y rescatar solamente el néctar de lo mejor.
Posiblemente así nos demos permiso para hacer los sueños realidad.

miércoles, 2 de julio de 2014

ORIGINALES, NO COPIAS



Cuando eres olvidado o despreciado, o deliberadamente dejado a un lado,
y tú sonríes por dentro gloriándote en el insulto o el
desprecio, ERES UN VENCEDOR.

Cuando puedes sobrellevar cualquier discordia, cualquier exceso y
cualquier disgusto,
y estás contento con cualquier comida, cualquier prenda de vestir,
cualquier clima,
cualquier sociedad, cualquier soledad, cualquier interrupción, ERES
UN VENCEDOR

Cuando se habla mal del bien que haces, o cuando tus deseos son
resistidos, tus gustos ofendidos,
tu consejo descartado, tu opinión ridiculizada, y lo soportas todo
con paciencia y en amoroso silencio,

Cuando no te importa el referirte a ti mismo en la conversación, o
recordar tus propias obras buenas,
o sentir comezón después de un elogio; cuando verdaderamente
puedes agradarte en "ser desconocido",
ERES UN VENCEDOR.

Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, ni sol sin
lluvia. Pero Él sí te prometió fuerzas para cada día,
consuelo para las lágrimas, y luz para el camino. Porque Dios te
hizo...

CADA UNO ES...

diferente, no indiferente.
extraordinario, no ordinario.
significante, no insignificante.
competente, no incompetente.
compatible, no incompatible.
activo, no inactivo.
indispensable, no prescindible.
perfecto, no defectuoso.
apto, no inepto.
distinto, no indistinto.
adecuado, no inadecuado.
eficiente, no ineficiente.
superior, no inferior.
responsable, no irresponsable.
solvente, no insolvente.
sensato, no insensato.
eficiente, no deficiente.
constante, no inconstante.
perspicaz, no malicioso.
irresistible, no resistible.
sensible, no insensible.
extraordinario, no común.
decidido, no indeciso.
original, no una copia.

Tomado del libro:
'Usted nació original, no muera como una copia'

martes, 1 de julio de 2014

TE INVITO A ESTAR EN MI VIDA



Te invito a estar en mi vida…
Sin pretender que te quedes para siempre,
Te invito a permanecer a mi lado.....
Sin incitarte a que firmes un contrato de permanencia.
 Te invito a que me acompañes en mi viaje de sueños...
 Sin que te sientas obligado a seguir soñando conmigo.
Te invito a mirar el solo ocultándose en un atardecer... .
Sin tener necesariamente que sentir
el mismo éxtasis que yo.
Te invito a remar cuesta arriba en el
río de la vida...
Sin exigirte que tomes un remo para ayudarme,
 Solo quiero que me atiendas
 Cuando digo que tengo mis brazos
cansados de tanto remar solo,
 lo comprendas y no lo cuestiones.
Te invito a mi corazón esperanzado de cambiar el mundo....
Sin querer que esto te implique a ti a decir : "gracias", "lo siento!, "te quiero",
perdón... ¿Me necesitas?.. .¡estoy aquí!!!..¡Eres muy
importante para mi!.
Te invito a entrar en mi corazón...
Sin que te sientas presionado a quedarte a vivir en él.
Te invito a mirar juntos el futuro con esperanza... .
 Sin pretender con ello que tengas mis
mejores objetivos.
Te invito a que leas mis poemas de amor.....
Sin que necesites que necesariamente
debas darme una opinión sobre ellos.
Te invito a que seamos uno, pero en dos cuerpos...
Sin usurparnos, sin asfixiarnos. ...

¡!SÓLO QUERIÉNDONOS Y RESPETÁNDONOS COMO UNA MISMA ALMA....!!! !

( Desconozco e l autor pero me pareció precioso)





lunes, 30 de junio de 2014

EL SILENCIO HABLA



Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto
contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el
mundo.
Tu sentido más interno de ti mismo, tu sentido de quién eres, es
inseparable de la quietud. Ése es el Yo Soy que es más profundo
que el nombre y la forma

La quietud es tu naturaleza esencial.

¿Qué es la quietud?

El espacio interno o conciencia en el que las palabras de esta página
son percibidas y se convierten en pensamientos.

Sin esa conciencia, no habría percepción, ni pensamientos, ni
mundo.

Tú eres esa conciencia, disfrazada de persona.
El equivalente del ruido externo es el ruido interno del pensamiento.

El equivalente del silencio externo es la quietud interna

Cuando quiera que haya silencio a tu alrededor, escúchalo.

Esto significa que, simplemente, has de darte cuenta de él.

Préstale atención.

Escuchar el silencio despierta la dimensión de quietud dentro de ti,
porque sólo la quietud te permite ser consciente del silencio.
Observa que en el momento de darte cuenta del silencio que te rodea, no
estás pensando.

Eres consciente, pero no piensas.
Cuando te das cuenta del silencio, se produce inmediatamente ese estado
de serena alerta interna

Estás presente.

Has salido de miles de años de condicionamiento colectivo humano

Mira un árbol, una flor, una planta.

Deja que tu conciencia descanse en ellos.

¡Qué quietud manifiestan, qué profundamente enraizados están
en el Ser!

Permite que la naturaleza te enseñe la quietud.

Cuando miras un árbol y percibes su quietud, tú mismo te aquietas.

Conectas con él a un nivel muy profundo.

Te sientes unido a cualquier cosa que percibes en y a través de la
quietud.

Sentir tu unidad de ti mismo con todas las cosas es verdadero amor

El silencio ayuda, pero no es necesario para hallar la quietud.

Aunque haya ruido, puedes sintonizar con la quietud subyacente, el
espacio en el que surge el ruido.

Ese es el espacio interno de pura conciencia, la conciencia misma.

Puedes darte cuenta de que la conciencia es el trasfondo de todas tus
percepciones sensoriales, de toda tu actividad mental.

Siendo consciente de la conciencia surge la quietud interna.
Cualquier ruido molesto puede ser tan útil como el silencio.

¿Cómo?

Abandonando tu resistencia interna al ruido y permitiendo que sea como
es; esa aceptación también te lleva al reino de paz interna que es
quietud.
Cuando aceptas profundamente este momento tal como es -tome la forma que
tome-, estás sereno, estás en paz.
Presta atención a la pausa: la pausa entre dos pensamientos, al breve
y silencioso espacio entre las palabras de una conversación, entre
las notas de un piano o de una flauta, o al breve descanso entre la
inspiración y la espiración.

Cuando prestas atención a esas pausas, la conciencia de «algo»
se convierte simplemente en conciencia.

Surge de dentro de ti la dimensión informe de pura conciencia y
reemplaza la identificación con la forma.
La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud
donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas.

¿Es la quietud tan sólo ausencia de ruido y contenido?
No; es la inteligencia misma: la conciencia subyacente de la que nace
toda forma.



domingo, 29 de junio de 2014

DOMINGOS LITERARIOS



LA TRAMPA


Te Siento otro cuando te atrapa la trampa
Te siento lejos, inaccesible, indiferente
Fuera de este mundo nuestro
 que conviertes en solo tuyo, por un tiempo
Tu mente se llena de ideas en las que no estoy
Tu boca, de palabras que se escurren lejos
Tu mirada de imágenes vacías
Con otros como espectro.
Y dices que cuando caes en el agujero
de mi te sientes desierto
Y que me llamas al subir
Para agarrarte de nuevo al viento
Y que no estoy cuando te estás muriendo
Y es que me matas antes
de despertar del mal sueño
y en tu olvido mis manos tocan aire
sin forma ni fundamento
y te llamo y no te encuentro
y me vuelco en lo amargo de tu olvido
como si huyese de ti, en el infierno
y me siento niña perdida
en la maleza de tu desconcierto
y me pregunto una y otra vez
¿hasta cuándo puedo?
Vuelves desnudo de alma y cuerpo
Y tu perdón solícito me saca del fuego
Te rindes ante la trampa tuya
Con la que dice “yo puedo”
Y quiero creerte una vez más
Porque rescatar este amor
Como tú, yo lo quiero.