Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 19 de noviembre de 2020

ESQUIVAR GOLPES

Hay personas que parecen atraer los golpes de la vida. Gentes sencillas y de buena fe que, sin embargo, tienen mil adversidades que les asolan continuamente.

¿Quizás atraemos lo que vivimos?¿Posiblemente provenga de una memoria celular a la que no podemos resistirnos?¿Tal vez lo hayamos creado con nuestra actitud derrotista y negativa? ¿Pudiésemos haber hecho un pacto con la oscuridad en otras vidas?.

Estas y otras cuestiones más, se plantean continuamente como explicación plausible acerca del porqué de  tanta sin razón acumulada en el mismo sitio.



 

No es fácil esquivar los golpes de la vida. Tenemos que ser como los hábiles púgiles en su ring.

No es cuestión de fuerza, es la táctica lo que importa. La precisión, la velocidad, los bailes para esquivar y elegir el momento perfecto para contrarrestar el ataque.  Es la valentía interior, el arrojo y la determinación, lo que decretará el signo de la victoria.

A veces, la vida te echa un pulso. Te pone a prueba. Te ofrece unas fichas de ajedrez para observarte cómo juegas la partida. Y te tumba si no haces tus movimientos con limpieza, audacia y valor.

Se tú mismo/a. Indaga las cualidades más sutiles de tu ser. Ponlas en juego; honestamente. Sin trampas. El resto llegará solo…

Y si no llega, siempre te tienes a ti. Siempre que sepas sacar lo mejor tuyo y no le engañes a la vida, porque la existencia no te permite engaños y tarde o temprano vendrá a pedirte cuentas y  resolverá tu saldo.

A favor o en contra.

Tú decides.

 

lunes, 16 de noviembre de 2020

SE ACERCA EL INVIERNO...

Dónde están los fuegos artificiales,

Con los que era luz en el cielo,

Dónde las alondras que dejaban mensajes

Desde lo alto del techo a lo angosto del suelo,

Dónde la carta que anunciaba que nada estaba lejos,

Que podía esperar tranquila acunada en los recuerdos.


 

Dónde la mano fría que sobre mi frente refrescaba

El alma pura y el dulce pensamiento.

Dónde se escondieron los vientos

que detrás de mi iban,

hasta el más profundo infierno.

Dónde quedó en niño

que pedía una nana en cada intento.

Dónde, las lágrimas que caían

desde mis ojos al vientre bajo del averno.

Cómo llegó un día, el trino triste

De aquel pájaro de mal agüero.

Qué pronto se rompió la magia

Qué harto se quedó el fuego.

Qué frío invadió la estancia

Qué sólo apareció el invierno.

Dónde se escondieron las risas

Dónde las promesas y el arrullo del “te quiero”.

Cuándo llegará de nuevo,

Otro lugar, otra hora y otro tiempo.