Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 20 de marzo de 2021

EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

 

Mis queridos lectores, hoy cambiamos el orden de entrega de los poemas, por ser mañana el aniversario de la ida de mi madre, a la que dedico los poemas de los sábados.

Esta entrega sería, pues, la correspondiente a mañana.

¡Disfrutad el día!

 

QUÉDATE A MI LADO…

Quédate a mi lado…

Con las manos pegadas a mi piel

Y el corazón deshecho en halagos

Con tus ojos vivos sobre mi pena

Y los míos dentro de tu olor pintado,

del color de las nubes,

y suspiros alados,

de sabor a menta y hierba buena,

de sonido cálido y estirado

a hojas del primavera, tiernas

y lluvia sobre suelo mojado

Quédate a mi lado…

Si quieres amor del bueno

Para tu boca caliente

 con el ardor al mando.

Y te haré tejido un manto

de cachitos de poemas

perdidos, pero no olvidados

Que te hice hace tanto

Cuando ni siquiera

 te sabía amado.

Quédate  a mi lado…

Si quieres probar la magia

en mis entrañas, navegando.

Y siente éxtasis,

que ha probar te he dado,

los caudales de mis labios,

Beso aquí y allá, 

dame enredados,

sin ruta, ni mapa consultado.

Y me  preguntas, niño

el secreto para estar embrujado

de tanto amor consagrado.


 

El tuyo y el mío,

a la hoguera condenado.

Quédate a mi lado…

Y moriremos juntos,

soñando.

Que los sueños son,

Cuentos imaginados

Que los sueños son,

dulces alondras, volando.

 

jueves, 18 de marzo de 2021

SOLTAR O LLEVARLO A CUESTAS

 

Hoy vamos a reflexionar, brevemente, sobre el contenido del cuento que traigo; seguro conocido por muchos.

Se trata de ”soltar”, de “desapegarnos” de lo que nos hace mal. De dejar ir o quedarnos pegados a las creencias, los estigmas culturales y sociales, los vicios o las miserias de las que no podemos evadirnos con facilidad.

Si no logras soltarlo dentro, en la mente, en el espíritu, en el alma…lo llevarás contigo allá donde vayas.

No podrás huir de lo que está pegado a ti y fundido con tu carácter o tu forma peculiar de comportarte.

Has de soltar. Libérate. Libéralo.


 

Veamos:

“Dos jóvenes monjes fueron enviados a visitar un monasterio cercano. Ambos vivían en su propio monasterio desde niños y nunca habían salido de él. Su mentor espiritual no cesaba de hacerles advertencias sobre los peligros del mundo exterior y lo cautos que debían ser durante el camino.

Especialmente incidía en lo peligrosas que eran las mujeres para unos monjes sin experiencia:

-Si veis una mujer, apartaos rápidamente de ella. Todas son una tentación muy grande. No debéis acercaros a ellas, ni mucho menos hablar, por descontado, por nada del mundo se os ocurra tocarlas. Ambos jóvenes aseguraron obedecer las advertencias recibidas, y con la excitación que supone una experiencia nueva se pusieron en marcha. Pero a las pocas horas, ya punto de vadear un río, escucharon una voz de mujer que se quejaba lastimosamente detrás de unos arbustos. Uno de ellos hizo ademán de acercarse.

-Ni se te ocurra -le atajó el otro-. ¿No te acuerdas de lo que nos dijo nuestro mentor?

-Sí, me acuerdo; pero voy a ver si esa persona necesita ayuda -contestó su compañero,

Dicho esto, se dirigió hacia donde provenían los quejidos y vio a una mujer herida y desnuda.

-Por favor, socorredme, unos bandidos me han asaltado, robándome incluso las ropas. Yo sola no tengo fuerzas para cruzar el río y llegar hasta donde vive mi familia.

El muchacho, ante el estupor de su compañero, cogió a la mujer herida en brazos y, cruzando la corriente, la llevó hasta su casa situada cerca de la orilla. Allí, los familiares atendieron a la asaltada y mostraron el mayor agradecimiento al monje, que poco después reemprendió el camino regresando junto a su compañero.

-¡Dios mío! No sólo has visto a esa mujer desnuda, sino que además la has tomado en brazos.

-Así era recriminado una y otra vez por su acompañante. Pasaron las horas, y el otro no dejaba de recordarle lo sucedido.

-Has cogido a una mujer desnuda en brazos! ¡Has cogido a una mujer desnuda en brazos! ¡Vas a cargar con un gran pecado!

El joven monje se paró delante de su compañero y le dijo:

-Yo solté a la mujer al cruzar el río, pero tú todavía la llevas encima.

martes, 16 de marzo de 2021

SALIR FUERA DEL CUADRADO

El mundo es muy grande pero lo olvidamos con frecuencia. En ocasiones, estamos demasiado pegados a nuestro cuadrado. No queremos salir de esta zona, a veces, mal llamada de “confort”, en la cual más que placer buscamos seguridad.

Al mal expresado refrán “Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, habría muchos matices que añadir. Nunca lo que ha de venir podemos estigmatizarlo como “peor”. Lo que conocemos es como es, pero debemos abrir la mente a las diferentes posibilidades que la vida puede ofrecernos. Si tenemos algo “malo”, ya contamos con ello, sabemos el dolor que produce y dejamos que, en la falsa comodidad, nos siga dañando. 


 

Si podemos salir de ese bucle interminable promovido por el miedo, estamos abriendo caminos alternativos dónde algo mejor puede suceder.

Nos engañamos al pensar que las siguientes casillas estarán repletas de laberintos, trampas y despropósitos que nos colocarán en una situación peor. El juego de la vida exige movimiento y si nos empeñamos en no movernos de la cárcel en la que nos hemos encerrado, muchas veces de forma voluntaria, la propia existencia te sacará de ahí con peores maneras.

Hay que tener “un segundo de valentía” suficiente para cambiar la vida. Decir “No” cuando sea conveniente. Poner límites cuando sea necesario, protegernos y proteger nuestras múltiples vías de progreso, casi siempre fuera del marco que determina nuestra existencia.

Decide, antes de que otros lo hagan por ti. Actúa, antes de que la vida te obligue. Crea, antes de que lo que ya está creado te determine. Avanza, antes de que no puedas dar un paso por ti mismo y te paralices para siempre.

La vida siempre te espera.

Hay esperanza; siempre la hay.

 

domingo, 14 de marzo de 2021

ETERNAMENTE MÍO

 

Ante los ojos de Dios

Ante el mundo entero

Ante quién fuiste

Y quien sigues siendo

Ante la ausencia de ti

Ante mis dudas y desvelos

Ante la vigilia y el sueño

Ante la promesa y el juramento

Ante una vida llena de miedos

Ante nuestros hijos y los ajenos

Ante el día que te fuiste

En silencio y sin “peros”

Ante el mundo que saltamos

Rimpiendo reglas y estamentos

Ante mi alma y mi pensamiento

A lo largo del frío invierno

Te nombro de nuevo, mi caballero.

Desde el otro lado del velo

Desde la mirada del averno

Desde tu memoria encriptada

A pesar de ti y de todo,

A mi manera o a la tuya:

Te Quiero.