Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 28 de abril de 2020

A MI QUERIDO CORAZÓN


No es de ahora, ni de ayer, ni de hace un mes... la encontré rebuscando en el olvido. Eso sí, es mía y a mi corazón, su destino.
Aquí os la dejo.


¡Eh! Tú…escucha! A ti te hablo!

Óyeme atento, no dejes de oírme!

Pon toda la atención de la que eres capaz

Y deja luego mis palabras reposar en ti…





Germinar el vergel en el que reposarán mis sueños

Habla luego si quieres, dime, repróchame, alábame

Corrígeme o méceme dulcemente en tus entrañas.

Te diré que un día vi sus ojos e imaginé sus besos,

Que fue un instante perderme en ellos,

Que mi vida cambió para siempre con un suspiro,

Que los días llevaban su nombre y las noches,

Cambiaron de repente  su amargo frío.

Tu sabes que soy guerrera en combates enemigos,

Que no tengo miedo y que la fuerza está conmigo.

Sabes que por el amor me derrito

Tiembla despacito cuando llegue el tiempo

De hacer realidad lo que tanto has dicho,

Envuélveme en inauditos delirios

Y haz con él, esperanzas llenas de suspiros

Para apagar fuegos desde su centro  impío

Y que se olvide del mundo

Para construir uno a tu lado, con brío

Que brote la juventud de ese corazón

Que siempre ha sido joven y tímido.

¡Díselo corazón!...dile todo esto, al oído

Y dame su respuesta, sin palabras ni ruido.