Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 11 de abril de 2020

LO NUEVO NORMAL



Todo@s estamos tratando de dar utilidad al tiempo. Por primera vez, nos sobra y muchas veces  y no sabemos qué hacer con él.

Vamos demasiado al frigorífico, a los cajones y armarios donde guardamos lo prohibido que llevarnos a la boca, tratamos de hacer “ejercicio”; abrimos viejas cajas, colocamos estanterías, repasamos páginas de libros, escribimos unas líneas, nos damos más de un baño, nos lavamos las manos y la cara demasiadas veces. 

Salimos a la ventana o al balcón y entre tanto, encontramos viejas fotos en páginas olvidadas, flores secas entre libros comprimidos, tickets que recuerdan felicidades lejanas en el tiempo, cartas antiguas, de cuando se escribía a mano aún para comunicarnos algo importante o saber de la otra persona. Nos vemos inmersos en una especie de museo del tiempo; de nuestra historia olvidada entre el polvo y el desorden.

Corremos demasiado cuando la vida es lo que llamamos normal. Nunca tenemos tiempo. Vamos corriendo a todos los lados y dedicamos muy poco a lo importante y menos a un@ mism@.

Esta es la oportunidad que tanto pedíamos. Quedarnos unos días en casa en pijama, en ropa cómoda, tirados en la cama o en el sofá, comiendo golosinas o patatas fritas, transgrediendo todo lo que la normalidad nos obliga a desterrar de nuestra vida. Pero nada de lo que se desea, en demasía, gusta e irremediablemente queremos volver a la vida normal. A esa de la que tanto protestamos pero que tanto echamos de menos.



          Lo nuevo normal se va instalando cada día más en nuestras rutinas y lo que molestaba hace quince días vamos integrándolo como “normal”.

Estamos deseando salir, pero también nos va a costar olvidarnos de la ropa cómoda, de las películas y las series a des tiempo y de esas pequeñas tareas a las que ahora nos entregamos.

Pero sobre todo, nos va a suponer mucho volver a las ausencias de las familias y amigos;  a esta comunicación intensa que ahora tenemos entre todo@s.  

martes, 7 de abril de 2020

LA VERDAD EN TIEMPO DE MENTIRAS



La verdad es siempre un ente relativo o lo parece; incluso nos viene bien que se preste a ello. Aludimos a las circunstancias que todo lo justifican, esgrimimos argumentos que moldean las situaciones, proponemos modos, maneras y formas que “deforman” y empleamos un sinfín de artilugios que trastocan lo que de verdadero debería tener la realidad.




La mentira es portadora de mundos irreales que se hacen presentes como ciertos cuando no lo son. Con ella, tapamos los desajustes de nuestra conducta o salvamos el ingrato trato que la vida da algunas veces.

En ocasiones, lo que es peor, es que ni siquiera tiene cierta nobleza la razón de su existencia y solamente obedece a personalidades narcisistas, psicopáticas e histriónicas que van caminando por los avatares de su existencia con ella como bandera.

No es fácil aferrarse a “verdades absolutas”, ni tal vez conveniente. En todos los ámbitos deberían existir unas líneas que sirviesen como límite para saber dónde detenernos.

Os dejo un brevísimo relato alusivo a ello.

“…Cuentan que un rey, obsesionado por los conceptos de verdad absoluta, verdad relativa y mentira, ordenó que todo aquel que en su reino no dijera absolutamente la verdad, fuera ahorcado.
Ese mismo día un santo con fama de loco se presentó ante el rey y dijo:
-Majestad, según tu decreto, hoy me ahorcarás -y riéndose a carcajadas se marchó.
El rey quedó completamente confundido. Si lo ahorcaba, estaría ejecutando a alguien que habría dicho la verdad. Si no lo ahorcaba, dejaría escapar a un mentiroso.
Inmediatamente dio orden de derogar el decreto.”


domingo, 5 de abril de 2020

HAZLO DIFERENTE; HAZLO BUENO



Cuando estés en medio de la nada,

Cuando te quiten la alfombra debajo de tus pies

Cuando el cielo ya no tenga el sol de la mañana

Cuando sientas que dentro como fuera todo se derrama.



Cuando parezca que no hay un más abajo

Y el fondo de lo oscuro se más negro cada día,

Cuando creas que el tiempo se ha acabado

Y el reloj no tenga sus minutos ni manillas

Cuando todo sea polvo y no tenga ni partículas,

Entra dentro y encuentra el primer paso

De un camino por labrar que harás de sueños sin pesadillas.

Porque tú eres el que eliges lo inventado y lo creado,

Tú el que tienes la llave de lo imaginado.

Tú quien decides si desciendes o te elevas

En un mar de sargazos o descalzo sobre el lodo cenegado.

Toma las riendas; entre lo malo y lo peor, 

O entre lo dulce, lo tierno y lo sereno.

Entre lo que puedas y lo que no y…

Levántate y anda! Como Lázaro en el averno.

No te quedes quieto, ni en silencio, ni durmiendo

Que es un tiempo nuevo, el que nunca nos dijeron

El que llega de repente, sin aviso ni consejo.

Hazlo diferente; hazlo bueno.