Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 30 de diciembre de 2022

EN EL BORDE DE LA LÍNEA

 Terminar el año es como poner delante de nosotros todas las vivencias del mismo, así de golpe, en un solo pensamiento, atragantándosenos con el último polvorón que ni siquiera nos cabe ya. 



 

Lo primero que llegará a nuestra cabeza son las desgracia que hayamos sufrido. Una vez más, aparecerán con toda nitidez y despedirse del año será una mezcla imposible de tristeza interior y necesidad de abrazar la entrada de un año que esperamos que todo nos vaya mejor.

 

         A veces da miedo cruzar la línea. Estar al borde del fin de año es como tener la punta de los pies en un abismo. 

 

Tememos y esperamos. Sufrimos y amamos. Lloramos y reímos. Nos ofendemos y perdonamos. Y después de todo, seguimos.

 

         Mis mejores deseos de que la salud nos proteja, de que la normalidad se instale en nuestra mente y de que soltemos todo lo que nos haga daño, así nos quedemos solo con nosotros mismos, pero en paz.

 

¡Que sea bienvenido el 2023!

         

miércoles, 28 de diciembre de 2022

LAS GRIETAS DE LA VIDA

  

La vida no es, ni mucho menos, un terreno llano. La existencia es cambio y movimiento. Si nos empeñamos en que nada cambie y en no desplazarnos hacia ningún lado, ella lo hará igualmente por nosotros y con peores consecuencias.





Pensamos que en el devenir de los días todo va a ser lineal. Creemos que tenemos el “ control” cuando pensamos que podemos predecir el siguiente paso, pero la vida tiene grietas por las que podemos caer o por las que puede entrar todo aquello que nunca creíamos que llegaría.


Cuando alguien habla de “sorpresas”… generalmente sentimos un cierto temor. ¿Qué apellido tiene una sorpresa?¿ Es algo bueno o algo malo?. ¿En ambos casos se denominan sorpresas?. ¿Preferimos no tenerlas?.


Nuestra mente teme perder la seguridad de pisar en terreno firme; conocido, repasado infinidad de veces y predecible. Elegimos lo que entra de esa seguridad y pocos son los que apuestan por lanzarse hacia lo desconocido, siempre por temor. Temor a que nos salga mal, temor a quedarnos solos, temor a perder y a perdernos. En definitiva, temor a sufrir. Lo que menos queremos en este mundo, para los nuestros y para nosotros mismos es sufrir. Y sin embargo, la existencia está repleta de sufrimientos con los que tenemos que batallar sin apenas herramientas.


Prepárate. No olvides que por mucho control que quieras tener sobre las cosas y las situaciones, algún día, vas a perder, vas a desenamorarte, te van a dejar o vas a sentirte mal.


Rompe con la rigidez mental de disponer de la “perfección” como si de ello dependiese la vida. Todo es más sencillo. Todo tiene que ser más suave. Todo tiene que contener también las rendijas que darán paso a las brechas de tu existencia. Y no pasa nada porque todo pasa…y eso, también.