Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 5 de enero de 2018

NOCHE MÁGICA

Cuando éramos niños lo era. Por mucha escasez de recursos que tuviesen nuestros padres, siempre esperábamos algo. Siempre lo había.


Son muchos los que tienen nada aún. Muchos los que viven en las calles o sufren en un hospital o están en condiciones de ni siquiera desear.




Sin embargo, esta Noche de Reyes no deja de ser mágica y si no lo es para recibir, lo es para pedir.


Apelo a la gran alegoría del ofrecimiento de los Reyes Magos al pequeño que tenía por cuna un pesebre. Apelo a lo que representa la desnudez del niño y los regalos de sus Majestades.
Me llama la atención la irónica circunstancia de regalar al rey del universo cuando él tenía todo lo que no se veía. 


Nacía con un mundo lleno de mundos en sus manos y con la fortaleza de un dios para defender, en la tierra, su mensaje.

Ese fue el regalo que nos dejó. Tener fuerzas para ser, sentir y defender lo nuestro y lo ajeno. Capacidad de estar en los zapatos del “otro” para entenderlo compasivamente. Y sobre todo, corazón para ser el soporte de nosotros mismos cuando la tierra se hace agua bajo nuestros pies.


Esta noche siempre será especial; con regalos o sin ellos. El mejor regalo será pedir un deseo a la estrella que simbólicamente nos alumbrará hoy. A esa estrella que es única para cada uno. La nuestra.


Pide tu deseo. Incluye a quien desees. Visualiza tu sueño. La realidad te dará respuestas. El camino se irá abriendo y tú darás los primeros pasos para conseguirlo.

¡Feliz Noche de Reyes!

miércoles, 3 de enero de 2018

ABRAZANDO ESPERANZAS



A medida que avanzan los días de este nuevo año, se afianza la sensación de tener frente a nosotros un tiempo largo por delante para comenzar todo lo que siempre nos proponemos y abandonamos tan pronto. 



Cada uno, en su pequeño mundo, tiene algún objetivo que cumplir. Algún empeño que reiteradamente se propone como meta personal o social. Algo que nos impulse a pensar que este año sí lo conseguiremos.

Abrazamos esperanzas y mejor que así sea, porque la vida sin ellas resulta como un pozo sin fondo; llena de horas largas que nunca terminan en ilusión, sino en rutina e indiferencia. Y de este modo, los días pesan mucho y el tiempo se hace denso.

Todos los años queremos aligerar lo que pesa en el alma y la mayor esperanza es la espera de que en algún momento las cosas vayan mejor. Aunque lo cierto es que todo es relativo y si somos capaces de comparar nuestra situación y nuestro mundo con otros, incluso cercanos, nos damos cuenta rápidamente que todo es susceptible de empeorar. 

La aceptación no es conformidad. Cuando uno se conforma se resigna. No lucha y se entrega. Aceptar es asumir lo que sucede y quedarse en una especie de calma expectante. Pero en este caso, la disposición de ánimo está en una posición de apertura ante lo que pueda variar. 

Posiblemente, sin abandonar la esperanza, lo mejor es encarar la vida día a día, con pasos pequeños, sin querer correr antes de saber andar. Por eso, para nuestras pequeñas o grandes esperanzas están los puñaditos de emoción que día a día podamos proporcionarnos.

No regatees en ti. Sé generoso contigo. Date ese placer pequeño o grande que pone chispa en tu vida. 

La esperanza se nutre de pequeños deseos cumplidos; del incentivo de seguir teniendo ganas de “hacer”, de “seguir”, de “emprender”, de “crear”, de “avanzar” aún en el cuadrito que nos movamos diariamente.

Estamos en los primeros días del año. Queda mucho por consumir. 

Lanza una mirada amplia y alta sobre él. Cierra los ojos después y respira profundo.

Todo queda por pasar.

martes, 2 de enero de 2018

¿ QUÉ NÚMERO ELEGISTE?




Como debe ser… lo he puesto al azar. He colocado las palabras en tres papeles, los he doblado y mezclado. He procedido a poner un número en cada uno y a ver qué ha salido.







1… Regular
2… Malo
3…Bueno


Ahora nos queda interpretarlo. Si has elegido el 1 es una de las apuestas más seguras. 

1.-Posiblemente a todos nos salga el año con altibajos. Lo bueno, lo menos bueno…todo mezclado por lo cual necesitamos aceptar lo que llegue y gozar intensamente de lo que nos parezca un premio de la vida.



2.- Este resultado es el que más asusta, pero en realidad todo aquello que nos sucede, sea malo o bueno, está exigiendo de nosotros un posicionamiento. Es la forma en la que reaccionamos ante lo malo lo que lo hace peor o llevadero. Por tanto sea como sea el año, ante los sufrimientos hay que optar por la serenidad y por dejar que la vida sea la que resuelva. A veces, dejar que las cosas sucedan es la única opción. Por otra parte, nada es tan negro o tan blanco. Siempre habrá cosas buenas que lo compensen.


3.- Este número nos dibuja una sonrisa en los labios. Lo bueno siempre está decidido por nosotros. Elijamos lo que nos haga felices, ayudemos a otros a aumentar su felicidad y dejemos que todo discurra serenamente.



Caminemos con pasitos de pulga; es decir no nos paremos nunca por pequeño que sea el movimiento.


“No te detengas”.
NO STOP

lunes, 1 de enero de 2018

¿QUIERES HACER ESTE JUEGO DE AÑO NUEVO?



Es un juego, pero sobre todo ha sido una tradición en mi familia materna pasada de generación en generación. Solamente tenemos este primer día del año para realizarlo.

Os cuento en qué consiste.

Se trata de elegir un papelito de los tres números que os voy a dar como opción. Detrás de cada uno estará la palabra BUENO-MALO-REGULAR, palabras que pronosticarán cómo será el año que comienza para cada uno.


En realidad, no es exactamente así. Los papeles eran metidos por mi madre en un saquito; en él  había tres posibilidades por persona que estuviesen en la mesa de Año Nuevo. El rito se realizaba, en realidad, al dar las campanadas, si estábamos todos allí, en ese momento.

Metíamos la mano con miedo, esperanza, temor y expectativa. Y cada uno terminábamos poniendo una cara diferente y guardando el papel para comprobar si aquello era verdad.

Se me ha ocurrido hacerlo de esta forma.

Voy a daros la posibilidad de elegir un número de los tres. Mañana os diré que había detrás de cada número.

Es simplemente un juego; una tradición que en mi pesa mucho y que he querido compartir con vosotros.

¡Feliz comienzo del año!