Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 29 de junio de 2025

LEER, EL GIMNASIO DE LA MEMORIA

 La lectura es mágica. No solo te transporta a otros mundos, te hace vivir otras vidas, dando alas a la tuya, sino que también ejercita tu mente. Estimula las neuronas, al obligarnos a pensar, ordenar ideas e interrelacionar conceptos y, sobre todo, a no perder la capacidad de imaginar.

 

         Igual que el ejercicios físico mantiene el cuerpo en forma y lo cuidamos intensamente con los gimnasios llenos, la lectura mantiene el cerebro activo y ágil, pero a diferencia de ellos, las bibliotecas no están llenas, ni en las librerías se hace cola por ver si se agota el libro que deseas.




 

         Le damos poca importancia al cerebro y mucha al cuerpo, pero olvidamos que el cuerpo es la casa donde habita quien lleva el timón para que éste funcione.

 

         Seguramente, si eres de las persona que lees poco, estarás pensando que te cuesta mucho estar quieto/a, detenido/a ante la lectura, inmóvil por un rato largo y demasiado concentrado cuando tu mente está excesivamente dispersa. La lectura es un hábito que hay que saber rentabilizar. Tiene muchas virtudes y bien vale un poco de sacrificio y de quietud, dosificado día a día, por los beneficios que reporta.

 

         Comienza con poco. Haz tu camino sobre la lectura con lentitud, paso a paso…y terminarás comprobando el maravilloso mundo que te espera.

Finalmente, abrir un libro es mucho más que sumergirte en una historia, es invertir en tu salud mental y, con ello, en una mejor dinámica corporal.


¡Feliz domingo!

 

         

 

domingo, 22 de junio de 2025

RECURRE A TU INTELIGENCIA PARA SALVARTE

Cuando todo parece ir mal, cuando no encontramos una salida e incluso cuando te ves boca abajo y arrastrado a un final destructivo para ti, no hay herramienta mejor que la inteligencia.

 

         Detente, haz silencio interior y piensa. ¿Qué es lo peor que podría pasar?¿Puedo hacer algo porque no pase?¿Puedo defenderme a mí de todas sus consecuencias?¿Puedo salvarme?... siempre hay un modo, aunque solamente sea quedarse quieto, quedarse dentro. Esperar y confiar. Otras veces, podemos actuar en nuestro favor con astucia y estrategia.




 

Veamos este breve cuento y saquemos nuestras conclusiones.

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“Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.
En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un “chivo expiatorio”, para encubrir al culpable.


            El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas esperanzas de escapar al terrible veredicto: ¡La horca!


           El juez, también comprado, cuidó no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: -“Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de El tu destino: Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras ‘culpable’ e ‘inocente’. Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino”.


         Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: ‘CULPABLE’. Y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El juez ordenó al hombre tomar uno de los papeles doblados.


          Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.


          Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon. .. -“Pero..., ¿qué hizo...?, ¿y ahora...?, ¿cómo vamos a saber el veredicto... ?”. -“Es muy sencillo, respondió el hombre... es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué”. Con un gran coraje disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo…

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Por más difícil que se nos presente una situación, nunca dejemos de buscar la salida, ni de luchar hasta el último momento.

 

 Muchas veces creemos que los problemas no tienen solución y nos resignamos a perder y no luchar. Activa tu capacidad de razonamiento, se astuto, pon en marcha el mejor plan para ti. Tu eres el rey de tu reino y estás obligado a defender tu reinado.

domingo, 15 de junio de 2025

¿LEALTAD O FIDELIDAD?

 En muchas ocasiones oímos reiteradas alusiones a estos términos que parecen dicotómicos, enfrentados y superpuestos. Se cuestiona si la lealtad es preferible a la fidelidad. Si realmente van separadas, si solamente juntas se entienden o si nada tiene que ver la una con la otra.

 

Pareciese que la lealtad fuera un término más amplio, profundo y duradero que se extiende más allá de las relaciones bipersonales, que perdura en el tiempo como el tesoro más deseable y que está por encima de la fidelidad, más pasajera o destructible en cualquier momento.




 


Sin embargo, no creo que puedan desligarse. ¿Se puede ser leal sin fidelidad, se puede ser fiel sin lealtad?. Si respondemos afirmativamente, a la primera cuestión es que la estamos ligando al sexo el cual puede constituir, por sí mismo, un capítulo aparte desligado del amor. Evidentemente, esto puede ser muy discutible también, pero al menos posible. No puedo pensar, sin embargo en una fidelidad sin lealtad, porque lo segundo engulle al primer término.

 

Lo mejor sería que ambos conceptos fuesen de la mano. Que si te soy fiel, cómo no, también te soy leal y lo contario. Lo que sucede es que el término fidelidad está demasiado contaminado por las relaciones de pareja en exclusividad y cuando nos referimos a él, en ello pensamos. La lealtad la dejamos para relaciones más amplias y genéricas donde el compromiso se vuelve traición al ser roto, pero no una traición celotípica y enmarañada, como puede pasar ante una infidelidad, sino una felonía que pasa a ser delito por la impronta sagrada de honorabilidad, honradez  y nobleza que conlleva.

 

Sigo pensando que ambos conceptos van ligados y que debemos valorarlos juntos. Que si rompes tu compromiso de fidelidad, también destruyes la lealtad que supuestamente has volcado en la persona/s que, en su momento, lo merecían. Pero cuidado, porque algunas veces lo que destruimos es la propia credibilidad ante nosotros mismos y el mal es propio.

domingo, 8 de junio de 2025

LAS 4 LEYES DE LA VIDA

 La primera dice:

"La persona que llega a nuestra vida, es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad. Todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:

"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante.

No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.




La tercera dice:

"En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuándo comenzará.

Y la cuarta y última dice:

"Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución por lo tanto es mejor dejarlo ir, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

No es casual que estén leyendo esto, si estas palabras llegaron a nuestras vidas hoy, es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado".

sábado, 31 de mayo de 2025

GENTE INVISIBLE

 La vida es una sucesión de encuentros. Nacemos en una familia con la que establecemos lazos intensos, generalmente, por afinidad consanguínea y por amor fraternal, pero es curioso como esa familia se forma a partir de dos personas desconocidas.

 

Todos somos desconocidos para otros alguna vez y, en muchas ocasiones, es@s deconocid@s se convierten en lo mejor nuestro.




 

Otras veces, nos encontramos con personas que pasan por nuestro lado por un tiempo limitado, pero trascendental. Ángeles que transitan desapercibidos y que mejoran nuestra vida; seres increíbles que no causan alboroto, pero son un bálsamo para el alma. Muchas veces, coinciden con amigos, profesores o simplemente conocidos de los que no volvemos a saber, tal vez, pero que han dejado una huella definitiva en nuestro proceder.

 

Lo verdaderamente bello es tener una actitud amable, suave y afable en nuestras relaciones de cada día. Puede que nos devuelvan lo contrario, algunas personas, pero serán las menos porque es difícil responder con desdén cuando te hablan con cariño.

 

La amabilidad es la moneda de cambio más preciada para hacer de las relaciones humanas lo más importante de la vida. Lo que realmente solventaría todos los problemas derivados de la envidia, la ira, el resentimiento y la deslealtad.

 

Tod@s podemos ser amables. Tod@s, regalar una sonrisa en un saludo o en una despedida. 

Pongamos un mínimo empeño en ello. Merece la pena porque los resultados serán el mejor premio.

domingo, 25 de mayo de 2025

¿SUELES ADELANTAR DESGRACIAS?

 Somos tendentes a dejar suelta la imaginación. “La loca de la casa”, decía Santa Teresa de Jesús y no con poca razón.

 

Estamos empeñados en que el futuro nos ha de traer sinsabores para los que no vamos a estar preparados y eso siempre provoca un sufrimiento añadido.

 

Sin duda, traerá de todo, porque así es la vida, pero por eso mismo no podemos empezar a idear cómo serán estos. Deberíamos utilizar la estrategia de la barrera. Anclar el pensamiento en el “ aquí” y en el “ ahora”, dejar que corra el viento, esperar a que las cosas sucedan y a que el devenir de ésta marque su rumbo.




 

El pasado, enfocado en lo doloroso, solamente nos puede provocar depresión y el futuro, centrado en lo inesperado, ansiedad. Por ello, debemos evitar caer en uno o en otro y, si lo hacemos, tener la actitud de poder meter el pensamiento en una pompa gigante de jabón que dejemos elevarse al alto cielo y perderse en él.

 

La vida está tejida con momentos, instantes y tiempos de corta duración en los que gozamos y sufrimos. Hilos cortos que nos sirven para entrelazar nuestra historia. Nada que no deje una trama que no pueda remendarse con otros, logrando tapar agujeros o hilar nuevamente lo deshilachado.

 

Cuando lleguen a tu mente pensamientos que te hagan daño, que provoquen tu angustia o que te lleven al sufrimiento, recuerda la imagen visual de la pompa de jabón. Mételos dentro, lánzalos al aire y observa que se elevan y desaparecen finalmente sin dejar rastro, abriendo espacio en tu mente para nuevas ideas que estén ancladas en tu presente.

 

domingo, 18 de mayo de 2025

LA MAGIA DEL ESPEJO

 Mirarte en un espejo despliega la magia de ver más allá de ti. Si miras bien, verás a tus ancestros en tu mirada, comprobarás las tristezas que arrastras, las emociones que niegas o las bondades que esconde tu corazón.

No te engañes cuando mires y reconócete. No es fácil sostener tu imagen, por escasos minutos que sean, en un espejo. Mírate  a lo profundo de tus ojos, resiste la mirada y enséñate a ti mismo lo que te muestra. Él te enseña lo que hay.

Veamos este cuento oriental…




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“Iriku había querido mucho a su padre. Ahora, el anciano se había reunido con los antepasados. A menudo, cuando trenzaba una cesta de bambú, Iriku pensaba:

“Si mi mujer no hubiese sentido tanta aversión por mi honorable padre, él hubiera sido más feliz en la vejez. Yo no hubiera vacilado en mostrarle mi afecto, mi respeto filial. Habríamos tenido largas y dulces conversaciones. Me habría contado cosas de la gente y las cosas del pasado…” Y lo embargaba la melancolía.

Un día de mercado, Iriku el cestero terminó su reserva de cestas más rápido que de costumbre. Se paseaba desocupado entre los puestos, cuando vio que había un comerciante chino que solía vender objetos extraños.

 

“Acércate, Iriku –dijo el comerciante-, mira qué cosa más extraordinaria tengo”. Y con aire de misterio sacó de un cofre un objeto redondo y plano, cubierto de paño de seda. Lo puso entre las manos de Iriku y, con cuidado, quitó el paño. Iriku inclinó la cabeza sobre una superficie pulida y brillante. Reconoció en su interior la imagen de su padre, tal como lo había visto en sus tiempos juveniles. Emocionado, exclamó:

“¡Este objeto es mágico!”

- ¡Sí –dijo el comerciante-, lo llaman espejo, y es valiosísimo!”.

Pero la fiebre poseía a Iriku:

“Te ofrezco todo lo que llevo encima –dijo-. Quiero este “espejo mágico” y llevarme a casa la imagen de mi amado padre”.

Tras largas discusiones, Iriku dejó en el puesto del comerciante todo lo que había ganado aquella mañana.
En cuanto llegó a casa, Iriku se fue al granero y ocultó la imagen de su padre en un cofre. Los días siguientes, desaparecía, subía al granero y sacaba del cofre el “espejo mágico”. Se quedaba largos momentos contemplando la imagen venerada y se sentía feliz. Su mujer no tardó en darse cuenta de su extraña conducta. Una tarde, cuando él dejó un cesto a medio hacer, ella lo siguió. Vio que subía al granero, buscaba en un cofre, sacaba un objeto desconocido y lo miraba largamente adoptando un aire de misterioso placer. Luego lo cubría con un paño y volvía a guardarlo con gestos amorosos. Intrigada, esperó hasta que se fue, abrió el cofre, encontró el objeto, apartó el paño de seda, miró y vio: “¡Una mujer!”. Furiosa, bajó e increpó a su marido:

“¡Así que me engañas yéndote al granero a contemplar a una mujer diez veces al día!”

- ¡Que no! –dijo Iriku-, no te quería hablar de eso porque tú no apreciabas mucho a mi padre, pero lo que voy a ver es su imagen, y eso apacigua mi corazón.

- ¡Miserable mentiroso! – vociferó la mujer-. ¡La he visto con mis ojos! ¡Lo que tienes escondido en el granero es una mujer!

- Te aseguro que…

La discusión se fue envenenando y estaba haciéndose infernal, cuando llamó a la puerta una monja. La pareja le pidió que hiciese de árbitro. La monja subió al granero, volvió y dijo:

“¡Es una monja!”