Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 9 de mayo de 2019

¿TE LO HAS PREGUNTADO ALGUNA VEZ?

 ¿Nunca habéis pensado si podríamos ser un sueño dentro de otro sueño?¿Nunca ha llegado a vuestra imaginación si realmente la realidad es tal o es simplemente un sueño propio?¿o tal vez, un sueño de otro?.

No sabemos por qué puerta entramos a la vida, ni de qué puerta salimos cuando lo hacemos. Tal vez morir solamente sea cambiar de habitación, como soñar cambiar de realidad.

Aquí os dejo un pequeño cuento oriental que nos permitirá reflexionar sobre la inestabilidad de lo que creemos tan sólido, sobre la nube de polvo en la que se instalan nuestras seguridades, sobre el firmamento de posibilidades que nos asisten ante lo que damos por bueno.

Espero que os guste.


 Resultado de imagen de MARIPOSAS

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“…Una hermosa tarde anegada de sol, un dignatario se había aventurado por los senderos escarpados del valle profundo donde Zhuangzi había fijado su domicilio. El mandarín, brillante letrado que había superado todos los sucesivos exámenes y había obtenido un puesto de consejero junto al rey de Wu, deseaba plantarle al viejo maestro una pregunta sobre el Tao, con la esperanza de respirar los efluvios de lo Indecible.

La choza estaba desierta, la puerta abierta de par en par. Unas huellas muy recientes de sandalias conducían a una pradera en pendiente. El dignatario las siguió y descubrió a Zhuangzi dormido a la sombra de un viejo árbol nudoso, con la cabeza sobre un cojín de flores campestres. El letrado tosió suave y repetidamente, y el sabio abrió los ojos.

-Maestro, perdóname por perturbar tu reposo. Vengo de muy lejos a interrogarte sobre el Tao.

-No sé si podré contestar –respondió Zhuangzi frotándose los ojos.
-Venerable, tu modestia te honra.

-No, eso no tiene nada que ver. A decir verdad, ya no sé nada, ¡ni siquiera sé quién soy!

-¿Cómo es posible? –preguntó el mandarín desconcertado.
-Oh, es muy sencillo –prosiguió el viejo taoísta, con aire soñador-. Figúrate que hace un momento, mientras dormía, he tenido un extraño sueño. Era una mariposa que revoloteaba, embriagada por la luz y el perfume de las flores. ¡Y ahora ya no sé si soy Zhuangzi que ha soñado que era una mariposa o una mariposa que sueña que es Zhuangzi!

Y el consejero del rey de Wu, boquiabierto, se inclinó profundamente y volvió sobre sus pasos, rumiando estas palabras enigmáticas con la esperanza de extraerles el jugo…”


martes, 7 de mayo de 2019

¿ERES BUENA PERSONA?


Nos han educado para ser buenos. Te insuflaban toda clase de sentencias en las solamente se consideraba a los demás.

“Tienes que ser bueno”, “no molestes a los demás”, “que nadie diga que eres tú el culpable”, “ayuda a los demás”…deseos, imposiciones, sugerencias…que iban calando en cada sensibilidad de forma distinta.

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No en todos cae igual la semilla; no siempre el resultado es el que se pretende y tampoco sé si es el adecuado.
         Nos enseñaron a “cuidar” a los demás, a “cuidar” la imagen, a “cuidar” el lenguaje, a “cuidar” el tono, las formas, las maneras y los modos, y ahora tenemos que desaprender.

         No es que esté mal tener en cuenta las buenas palabras de padres, profesores y otras personas, que en nuestra infancia se encargaban de poner las bases del adulto que seríamos, pero lo cierto es que se olvidaron de decirnos que nosotros importábamos, que estábamos ahí para ser fuertes, estar comprometidos con nosotros  mismos, ser agradecidos, valientes y sobre todo, querernos; querernos mucho para no tener que depender de otros afectos en los que quedemos atrapados sin poder gestionarlos desde una dimensión sana.

         Se olvidaron de que aprendiésemos a ser personas seguras, con criterio, con carácter y con capacidad de trascender aquello que nos viene mal, que no nos hace felices o que destruyen nuestra estima.

         Se olvidaron de hacernos sentir valiosos, de educar desde el refuerzo positivo, de enseñarnos a tomar decisiones, de aprender a decir No o a defender nuestro Sí.

         Estamos entre dos aguas. La vida serena, rutinaria, llena de normas respetadas, de sentimientos encogidos, y de deseos reprimidos o la emocionante existencia que brinca entre la rebeldía de saltarse las normas y la inquietante sensación de no saber qué pasará ante determinas decisiones que rayan en lo desbaratado. 

         Optar por un modelo de personalidad no depende de nosotros porque en realidad nacemos con una predisposición que nos hace tomar la realidad a nuestro modo. Y no hay madre, padre, maestro o cura que pueda remediar lo que los genes traen consigo.

         Todo tiene su precio y si a la vida rutinaria le sigue la factura del tedio, a la azarosa le acompaña la del desasosiego.

         Pero por debajo de cualquier estilo de encarar la vida me quedo con seguir siendo buena persona. De esas que no se preocupan del qué dirán, pero tampoco se meten en la vida de nadie.
         ¿Cómo te ves tú?
        

domingo, 5 de mayo de 2019

A TI Y A TODAS LAS MADRES



Algo muy simple en este día. La grandeza está en lo sencillo, como grandes y sencillas son todas las madres, abuelas, bisabuelas…del mundo.

Siempre he mantenido que si no somos madres, seguro somos hijas, nietas o biznietas. Procedemos de ellas. 



Somos hijas, madres, abuelas… enlazadas sin fin en una cadena imperecedera que nos liga en la línea sucesiva del tiempo.
Nunca una madre fue mala; y si parece que lo fue entonces fue una víctima de otra víctima repitiendo los únicos modelos de vida que conoció.

¡A ti mamá por esforzarte tanto en que yo fuese lo que soy. Por tu impecable modelo de amor!. Todo mi cariño en un lazo de estrellas hacia el infinito.

 Por siempre.