Hoy llego hasta vosotros con uno de los autores preferidos en mis lecturas nocturnas. Un autor cuyos poemas son de magnífica sutileza en la sencillez de su lenguaje, en la simpleza de su contenido, en la grandeza de su mensaje. Se trata de Pedro Salinas y su libro “La voz a ti debida”.
Me gustaba cuando era muy jovencita; me sigue enamorando cada verso, cada idea, cada imagen descrita.
Os dejo este poema aunando deseos de serena felicidad para tod@s.
Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de luz dedos
Pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.
De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves Nada más.
Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.
Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.
Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
—la única que te ha gustado—
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.