Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 13 de agosto de 2022

EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

 TE PIENSO


Me asomo a la ventana.

Respiro aire fresco.

La sombra de tu imagen

Se estrella en mil pedazos

Contra el cristal, prieto.

Llegan a mi mente, rotos.




Intento unirte,

Meterte dentro.

Sangrar contigo.

En mis venas, cicatrices, llevo, 

Cortes de cuchillos afilados,

Que se introdujeron lentos.

En silencio, como se rezan, los rezos, 

te evoco nítido y te cuento,

con palabras de nácar y espliego,

con olores a mares que esperan

Nuestro encuentro.

Así de dulce, te voy queriendo.

De nuevo, en silencio,

Aunque no lo intente,

Te pienso.

domingo, 7 de agosto de 2022

BUSCANDO LA CHISPA

 Muchas veces nos perdemos buscando la chispa, el clic que haga saltar la monotonía en pedazos y nos entregue a un modo hedonista de estar instalados en nuestro día a día.



Gozar es un verbo que se ha unido, en nuestra cabeza, al de vivir aprovechando la vida. Pareciese que todo lo que no nos transporta a lo que no somos, careciese de interés. En el fondo queremos escapar. Huir de nuestros fantasmas, de los miedos más irreconocibles, de un pasado siempre presente o del vacío que parece tener la existencia cuando nada cambia y todo se hace repetitivo.

No es malo querer ser feliz. No está mal buscar aquello que nos alegre el corazón. Tampoco es reprochable probar lo dulce entre tantos amargos de los que ya se compone nuestra existencia.

Lo malo es quererlo a todas las horas, con lo que sea o con cualquiera. Hay que seleccionar porque el problema de la vida siempre es de “selección” y no de “elección”. 

No todo vale. No todo siempre. No cualquiera en cualquier lugar por desesperados que estemos.

Saber esperar tiene recompensa. A veces, la vida te sorprende. Dónde no esperas, dónde nunca creíste, quién nunca imaginaste…sucede y tu vida cambia. 

Todos los cambios requieren tiempo o de otra forma nos habremos tragado de golpe la posibilidad de que todo salga bien.

Podemos buscar la chispa, pero no encendamos el fuego inmediatamente. Seamos cautos, guardémosla para cuando todo esté preparado y alguien, que aún puede que ni conozcamos, nos lo pida. Y si nada nuevo sucede, utilicémosla para alumbrar la parte de nuestro corazón que necesita cuidados.

 Eso nunca falla.