EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

 

INSTANTE ETERNO

Como manantial de arroyo cristalino,

Fijan mis pupilas, tu recuerdo en mi mente,

Como vuelo alegre de mariposas juguetonas

 

 

Renace el deseo de tenerte,

Y en las sombras frías de mi duelo inerte,

Se derrama la luz fulgurosa,

de un solo día en una sola mente.

Instante eterno el que arremete,

En su juego loco de elevarme

A lo más alto de la misma muerte,

En cada encuentro de nuestros cuerpos

En cada beso de él naciente.

Y allí, donde se guardan los secretos,

Aquello que nadie sabe ni creer quiere,

Es dónde te escondo silencioso,

Callado, inmóvil, quieto .

¡Por ti, amor que invento!

¡Por mí, amor que solo yo siento!

GRACIAS A TOD@S

 

Hoy estamos de celebración en este pequeño rincón dedicado a la reflexión, a las emociones, al amor, al desamor, a la tristeza, a la alegría…y a tantas y tantas vivencias que, de una forma u otra, nos suceden a todos.

Hoy doy las gracias a todo/as las lectoras. A todos los que de forma ocasional o asidua paseáis por aquí. A todos los que hacéis comentarios y dais presencia a las visitas y a aquellos que no lo hacen pero, en silencio, participan de su lectura.

Hace más de un año que el contador de visitas que había en la columna izquierda del blog se desactivó. Pero siempre hay un contador interno al que se accede como administrador del mismo.

Hemos superado las 500.000 visitas y por ello, hoy es un día muy especial.

 

No hay sabiduría sin compartir. No hay ganancia que pueda crecer sin colaborar. No hay vida en soledad.

La presencia puede no ser física. A veces, se está más cerca lejos que estando al lado del mismo sillón.

Por vosotr@s que participáis de las reflexiones de este blog y sin quienes él no tendría sentido; por el tiempo compartido en la distancia, por la sintonía sentida con vuestra presencia reiterada, por tantos y tantos momentos difíciles donde escribir me ha ayudado profundamente y por los alegres, en los que no he podido resistirme a contároslo.

Infinitas gracias. Infinito corazón compartido.

 

EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

EL PERDÓN BLANDO

Quédate aquí, junto a mí, a mi lado.

Quédate despierto como si no hubiese noche,

Ni la luna apareciese victoriosa entre lo innombrado,

Quédate para la eternidad que siempre he añorado,

Para traerme la brisa del viento del mar salado,

Para entonar los cánticos de otro tiempo vago,

Quédate y dame  tus manos,

Para beber de ellas todo lo que he soñado.

Te haré un hueco entre las risas y el llanto,

Entre las enaguas ardientes por desearte tanto.

 

Quédate y mira dentro de mis ojos colmados,

De dicha henchida de tu presencia revoloteando.

Aquí podrás saciarte del vino dulce de los enamorados,

Beberás la ambrosía de mis pechos dulces manando.

Quédate en el lugar que siempre te estuvo esperando.

En el hogar donde el fuego cálido hizo el nido deseado,

Quédate si todo lo otro ya lo has probado,

Y en tu dolor infinito rescatas mi perdón blando.