Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 10 de octubre de 2015

LOS DIENTES DEL SULTAN



         “…  En un país muy lejano, al oriente del gran desierto vivía un viejo Sultán, dueño de una inmensa fortuna.

         El Sultán era un hombre muy temperamental además de supersticioso. Una noche soñó que había perdido todos los dientes. Inmediatamente después de despertar, mandó llamar a uno de los sabios de su corte para pedirle urgentemente que interpretase su sueño.

         - ¡Qué desgracia mi Señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.

            - ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos, por ser un pájaro de mal agüero. Más tarde, ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

        - ¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que vuestra merced tendrá una larga vida y sobrevivirá a todos sus parientes.

          Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los consejeros reales le dijo admirado:
            - ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños del Sultán es la misma que la del primer Sabio. No entiendo por qué al primero le castigó con cien azotes, mientras que a vos os premia con cien monedas de oro.

         - Recuerda bien amigo mío --respondió el segundo Sabio-- que todo depende de la forma en que se dicen las cosas... La verdad puede compararse con una piedra preciosa.
               Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la enchapamos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado...

         - No olvides mi querido amigo --continuó el sabio-- que puedes comunicar una misma verdad de dos formas: la pesimista que sólo recalcará el lado negativo de esa verdad; o la optimista, que sabrá encontrarle siempre el lado positivo a la misma verdad...”
Reflexión del día:

               “…Dice el libro de los Proverbios: "Las palabras del hombre son aguas profundas, río que corre, pozo de sabiduría... Con sus labios, el necio se mete en líos; con sus palabras precipitadas se busca buenos azotes... Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras. La vida y la muerte dependen de la lengua; los que hablan mucho sufrirán las consecuencias".
Prov 18,4.20-21.-
        Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

viernes, 9 de octubre de 2015

Y ESTE DÍA LLEGASTE TÚ...



Llegaste en un día salpicado de sol y lo hiciste en un instante breve, como todo lo que sucede desde la magia. Entraste en la vida  como un terremoto que sabe por dónde avanza y lograste inaugurarla de la forma más entrañable y sincera que pueda existir.


Porque  eres dulce en el amargo de tus arrebatos. Porque fuiste un regalo en el tiempo donde la desolación había entrado en mi vida. Porque la empezaba a perder a ella y llegabas tú para seguir representándola.


Por esa sonrisa perpetua que nos regalas aunque asomen las lágrimas a tus pupilas. Porque tu corazón generoso tiene cabida para todos. Porque te defiendes de la deslealtad y la injusticia y por ese sentido práctico que nos ayuda tanto a los demás.


Porque vives desde lo profundo de ti misma con la transparencia de un corazón latiendo en estado puro. Porque cuando lloras es solo si el amor, en cualquiera de sus formas, ha traicionado tu verdad.
  
Porque te quiero por encima de todas tus desganas y tus silencios. Porque eres mi vida a través de tu alegría y porque tu felicidad, tus logros y tus dichas son el mejor regalo para mi apatía.
Porque cuando lloro está siempre tu sonrisa y esos mimos que me pides sintiéndote, por un instante, niña.


Por tu sana forma de querer a tus amigos, por el cariño profundo con el que cobijas a tu hermano, por el dolor que llevo a cuestas y tú alivias al instante, por tu mundo de locuras controladas y tu desorden ordenado.


Porque eres única y tan tú que me dejas sin palabras cuando tu silencio me arropa con una mirada.

Por eso y porque alegras los días de muchos es por lo que ha sido un privilegio ser tu madre.

Que este día sea el mejor recuerdo de lo mejor que me sucedió en él.

¡! Felicidades desde la fuerza que irradias y que llega hasta mi para suavizar la soledad de estar sin vosotros!


Que te acompañe siempre mi amor inmenso allá donde vayas y que lo mejor de mi sea siempre tu referente para mejorarlo como solo tú sabes hacerlo.

¡Te quiero!

jueves, 8 de octubre de 2015

AL FILO DE LO IMPOSIBLE



A veces uno hace cosas al filo de lo imposible. Donde dijiste…” si eso me toca a mí me muero”…hoy puedes decir…”lo logré yo mismo”.

No sabemos la fortaleza de la que estamos revestidos. No tenemos ni idea de lo poderosos que podemos llegar a ser. No intuimos la inmensidad del poder de nuestra voluntad, nuestro espíritu de sacrificio y nuestra resignación. Por eso nos desesperamos y nos vemos incapaces de pasar por lo que otra gente está sufriendo.

La capacidad de sufrimiento es incontable al igual que lo es la capacidad de gozo. Infierno y cielo que se conjugan a la perfección en este microcosmos que somos.

Cuando estemos pasando por una circunstancia grave, por una situación dura, por un momento asfixiante debemos tener en cuenta que todo pasa y pasa sin remedio.

Por otro lado hay que relativizar. Todo es susceptible de empeorar y nada es tan importante que detenga el mundo, ni siquiera el nuestro. Por eso…en realidad…pase lo que pase… nunca pasa nada. Nada que pare la vida.

Con nosotros o sin nosotros todo sigue igual. Y lo que hoy vemos imposible de superar, en poco tiempo queda perdido en la memoria del tiempo y en los anales de una historia que en muy poco se esfuma.
No somos nada y los somos todo. Nada si nos comparamos con la creación o con cualquiera de sus manifestaciones. El agua, el viento, el fuego, la tierra…cualquier elemento de los que constituye la vida nos anula en segundos si se lo propone. 

Por otro lado, lo somos todo. La vida y el mundo nacen y muere muchas veces. Tantas como personas somos porque fuera de nosotros no hay nada. Solamente existe aquello a lo que nuestro cerebro da vida. El resto desaparece en el mismo instante que cerramos los ojos.

Por eso y porque nuestra fortaleza es todo lo inmensa que precisemos, es por lo que debemos saber que en realidad nada es imposible porque seguro que podemos con ello.

¡Feliz día!

martes, 6 de octubre de 2015

PINTA TU ESTRELLA



Hoy miraba a un cielo salpicado de nubes de color azul grisáceo al atardecer. Me sentí llena de esperanza y me sentí bien. Fue un instante. Un leve soplo de aire fresco. Un mínimo sorbo de paraíso que expandió el alma.  

          Hay tiempos de espera complicados porque parece que la esperanza apenas asoma detrás de nuestras dudas. Hay tiempos de esperanza alados que vuelan solos a través del miedo. Hay tiempos de espera ansiosa por consumir glorias y tiempos de espera amarga por no querer que llegue el final de lo último.

          Cuando uno espera y espera, llega un momento que te olvidas la emoción que en un principio empujaba esa esperanza. Queda el silencio junto a ti y la mansa sensación de doblegarnos ante lo que no termina de sentarse a nuestro lado.

          Lo peor de los momentos de espera es que la mayoría de las veces no dependen de nosotros. Si una meta te implica por completo puedes dar lo mejor de ti y más; puedes darlo todo y llegar. Pero cuando el motivo de la espera está fuera de tu control, entonces terminas por dejar tu esperanza posada en el regazo de la impaciencia y comienzas a sentir que lo mejor que se puede hacer es tomar sorbo a sorbo lo que llega.

          A pesar de todo, la sensación que por un segundo noté hoy merece la pena. 

Un instante de dulce esperanza. De creer que verdaderamente en lo que me queda de vivir está parte del sentido de mi vida. Y que sea como sea, aún será.

La intuición me dice que a pesar de todo, también, seguro que tenemos un momento de gloria esperándonos aún. Y que por más que dudemos nuestro pódium sigue vacío hasta que nos subamos a él.

Un guiño para el futuro con nuestra más delicada sonrisa.

lunes, 5 de octubre de 2015

SI DAÑAS, TE DAÑAS



          El daño que podemos hacer es de muchos colores. Hay daños conscientes y punibles, daños inconscientes y dignos de compasión y daños irremediables a pesar del dolor.

          Lo que no sabemos es que todo daño que hacemos a otro nos lo hacemos a nosotros mismos. Todos somos uno a pesar de que las apariencias nos mantengan tan separados. 

          Desde siempre he pensado que la vida es un boomerang que se lanza y que vuelve. No hay tiempo ni lugar para el regreso pero hay seguridad en que lo hará.

          Temer el daño que vamos a recibir por el ejercido puede preservar la acción dañina pero no siempre se es consciente del dolor que uno causa. Por ello, que sepamos, que en la forma que sea, como sea y cuando sea, la vida nos mostrará el dolor que otros sufrieron por nosotros y lo hará en carne propia.

Tal vez sea bueno tenerlo en cuenta.

Veamos este cuento hindú.


…”Parvati es una de las diosas más amorosa, benevolente y misericordiosa del panteón hindú. Es la consorte de Shiva y se manifiesta como extraordinariamente compasiva. Cierto día, uno de sus hijos, Kartikeya, hirió a una gata con sus uñas. De regreso a casa, corrió hasta su madre para darle un beso. Pero al aproximarse al bello rostro de la diosa, se dio cuenta de que ésta tenía un arañazo en la mejilla.

--Madre -dijo Kartikeya-, hay una herida en tu mejilla. ¿Qué te ha sucedido?

Con sus ojos de noche inmensa y profunda, la amorosa diosa miró a su querido hijo. Era su voz melancólica y dulce cuando explicó:
--Se trata de un arañazo hecho con tus uñas.

--Pero, madre -se apresuró a decir el joven-, yo jamás osaría dañarte en lo más mínimo. No hay ser al que yo ame tanto como a ti, querida madre.

Una refrescante sonrisa de aurora se dibujó en los labios de la diosa.

--Hijo mío -dijo-, ¿acaso has olvidado que esta mañana arañaste a una gata?

--Así fue, madre -repuso Kartikeya.

--Pues, hijo mío, ¿es que no sabes ya que nada existe en este mundo excepto yo? ¿No soy yo misma la creación entera? Al arañar a esa gata, me estabas arañando a mí misma.


Al herir, te hieres. A quienquiera que dañes, te dañas a ti mismo.