Dicen que la cara es el espejo del alma.
Durante décadas hemos oído que la expresión que tenemos en nuestro rostro
indica estados emocionales y actitudinales que avalan la estrecha relación
entre ambos.
Comparto este artículo. Me ha parecido
interesante.
La morfopsicología parte del postulado de
que existe una estrecha relación entre la forma del ser humano y su vida interior.
La mayoría de nosotros solamente nos
miramos al espejo para comprobar si estamos presentables o para arreglarnos.
Casi nunca nos detenemos ante él para contemplarnos y admirarnos plenamente,
sino para “criticarnos” mentalmente y para tratar de lograr esa imagen de nosotros
mismos que nos hemos impuesto a lo largo de nuestro desarrollo como seres
humanos.
Un ejercicio recomendable para recuperar
la imagen completa de nuestro propio yo, consiste en colocarnos sin prejuicios
ni accesorios ante el espejo; debemos disponer de tiempo para poder hacerlo
sin prisas y atendiendo a los más mínimos detalles de nuestra morfopsicología.
Aceptarnos a nosotros mismos y entablar con nuestro rostro una relación más
amistosa, ya será, por sí mismo, todo un logro.
Las Cejas
- ARCO CILIAR: Cuanto más cerca están las cejas de los ojos, mayor capacidad de concentración tendremos.
- CEJAS ALTAS: Indicio de receptividad e intuición, de capacidad para captar las impresiones del mundo exterior y, por extensión, del sentido estético.
- CEJAS FINAS: Declaran cierta falta de energía, aunque también calma y predominio de la razón.
- CEJAS POBLADAS: Indican vitalidad, dinamismo e impulsividad; también pueden indicar hiperactividad excesiva, sobre todo si se juntan en el entrecejo.
La Nariz
- AGUILEÑA: Si la forma es muy pronunciada, tienes tendencia a ser competitivo y si tienes pecas, quizás seas un poco egocéntrico. Si sólo es un poco curvada, te aportará viveza y dinamismo.
- GRUESA: Te gusta rodearte de bienes materiales y puedes caer fácilmente en los excesos.
- FINA: Si su sutilidad es exagerada, denota un sistema respiratorio débil.
- RESPINGONA: Revela vanidad y algo de superficialidad.
Los Labios
- DELGADOS: Señalan el dominio de sí mismo y una gran dosis de delicadeza.
- REGULARES: Si además de simétricos poseen una tonalidad rosada y están bien perfilados… ¡felicidades!, porque posees un sistema digestivo perfecto.
Las Orejas
- GRANDES: Te caracteriza una marcada capacidad de expansión que te ayuda a la hora de entablar nuevos contactos.
- PEQUEÑAS: Posees una gran fuerza de auto conservación y tiendes a retraerte en ti mismo.
- MUY PEQUEÑAS: Son señal de una interiorización extrema y poca armonía en tu comportamiento general.
- LÓBULO PEQUEÑO: Dispones de muy poca vitalidad.
- LÓBULO GRANDE: Dispones de muy buenas reservas energéticas.
- OREJAS ALTAS: Gran viveza de espíritu y tendencia al idealismo.
- OREJAS BAJAS: Te caracteriza una materialidad extrema.
Los Ojos
Los ojos son las puertas de acceso al nivel
cerebral. ¿Eres vivaz, soñador o ausente?
- HUNDIDOS: Indican capacidad para mirar en el interior y llegar a una profundización comprensiva.
- MUY ABIERTOS: Tensión y cierta tendencia al nerviosismo.
- PÁRPADOS CAÍDOS: Tristeza y en caso de que se dé más en un ojo que en el otro, depresión.
- BOLSAS: Según la morfopsicología, indican receptividad, aunque también un mal funcionamiento linfático.
- PÁRPADOS HINCHADOS: Mal funcionamiento del drenaje linfático o algún exceso de la noche anterior.
Observar tu propia imagen de este modo tan
consciente puede despertar muchos recuerdos anclados en tu pasado, o incluso
suscitar una profunda sensación de tristeza o soledad.
Limítate a analizar los pensamientos y
sensaciones que te sugiera tu imagen y, si te apetece, incluso puedes conversar
con ella.
Todo esto formará parte del valioso proceso
de aprender a conocerte y a quererte mucho más y mejor.