Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 26 de mayo de 2018

¿QUÉ DICE DE TI TU CARA?



Dicen que la cara es el espejo del alma. Durante décadas hemos oído que la expresión que tenemos en nuestro rostro indica estados emocionales y actitudinales que avalan la estrecha relación entre ambos.

Comparto este artículo. Me ha parecido interesante.




La morfopsicología parte del postula­do de que existe una estrecha relación entre la forma del ser humano y su vida inte­rior.

La mayoría de nosotros solamente nos miramos al espejo para comprobar si estamos presentables o para arre­glarnos. Casi nunca nos detenemos ante él para contemplarnos y admirarnos plena­mente, sino para “criticarnos” mentalmen­te y para tratar de lograr esa imagen de no­sotros mismos que nos hemos impuesto a lo largo de nuestro desarrollo como seres humanos.

Un ejercicio recomendable para re­cuperar la imagen completa de nuestro propio yo, consiste en colocarnos sin pre­juicios ni accesorios ante el espe­jo; debemos disponer de tiempo para po­der hacerlo sin prisas y atendiendo a los más mínimos detalles de nuestra morfop­sicología. Aceptarnos a nosotros mismos y entablar con nuestro rostro una relación más amistosa, ya será, por sí mismo, todo un lo­gro.

Las Cejas
  • ARCO CILIAR: Cuanto más cerca están las cejas de los ojos, mayor capacidad de concentración tendremos.
  • CEJAS ALTAS: Indicio de receptividad e intuición, de capa­cidad para captar las impresiones del mundo exterior y, por extensión, del sentido estético.
  • CEJAS FINAS: Declaran cierta falta de energía, aunque también calma y predominio de la razón.
  • CEJAS POBLADAS: Indican vitalidad, dinamismo e impul­sividad; también pueden indicar hiperactividad excesiva, sobre todo si se juntan en el entrecejo.
La Nariz
  • AGUILEÑA: Si la forma es muy pronunciada, tienes ten­dencia a ser competitivo y si tienes pecas, quizás seas un poco egocéntrico. Si sólo es un poco curvada, te aportará viveza y dinamis­mo.
  • GRUESA: Te gusta rodearte de bienes materiales y puedes caer fácilmente en los excesos.
  • FINA: Si su sutilidad es exagerada, denota un sistema res­piratorio débil.
  • RESPINGONA: Revela vanidad y algo de superficialidad.
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Los Labios
  • DELGADOS: Señalan el dominio de sí mismo y una gran dosis de delicadeza.
  • REGULARES: Si además de simétricos poseen una tonali­dad rosada y están bien perfilados… ¡felicidades!, por­que posees un sistema digestivo perfecto.
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Las Orejas
  • GRANDES: Te caracteriza una marcada capacidad de ex­pansión que te ayuda a la hora de entablar nuevos con­tactos.
  • PEQUEÑAS: Posees una gran fuerza de auto conservación y tiendes a retraerte en ti mismo.
  • MUY PEQUEÑAS: Son señal de una interiorización extrema y poca armonía en tu comportamiento general.
  • LÓBULO PEQUEÑO: Dispones de muy poca vitalidad.
  • LÓBULO GRANDE: Dispones de muy buenas reservas ener­géticas.
  • OREJAS ALTAS: Gran viveza de espíritu y tendencia al ide­alismo.
  • OREJAS BAJAS: Te caracteriza una materialidad extrema.
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Los Ojos
Los ojos son las puertas de acceso al nivel cerebral. ¿Eres vi­vaz, soñador o ausente?
  • HUNDIDOS: Indican capacidad para mirar en el interior y llegar a una profundización comprensiva.
  • MUY ABIERTOS: Tensión y cierta tendencia al nerviosismo.
  • PÁRPADOS CAÍDOS: Tristeza y en caso de que se dé más en un ojo que en el otro, depresión.
  • BOLSAS: Según la morfopsicología, indican receptividad, aunque también un mal funcionamiento linfático.
  • PÁRPADOS HINCHADOS: Mal funcionamiento del drenaje linfático o algún exceso de la noche anterior.
Observar tu propia imagen de este modo tan consciente puede despertar mu­chos recuerdos anclados en tu pasado, o in­cluso suscitar una profunda sensación de tristeza o soledad.

Limítate a analizar los pensamientos y sensaciones que te sugiera tu imagen y, si te apetece, incluso puedes conversar con ella.

Todo esto formará parte del valioso pro­ceso de aprender a conocerte y a quererte mucho más y mejor.


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