Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 4 de junio de 2022

EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

 PIEL DE ARCILLA

 

Tus manos, piel de arcilla.

Suaves, en la aspereza

de los trabajos que amasaron;

limpias, en el ósculo fresco

de la mañana impía;

claras, en el barro amargo

del tesón doliente de cada día.

Tus manos, piel de arcilla.





Serenas, en lo lento de la caricia;

delicadas, cuando apretaban

las párvulas horas no nacidas;

rebeldes, ante la soga necia y fría 

de amos con verdades que son mentiras.

Tus manos, piel de arcilla.

átonas, sin las notas que dejaste

en la guitarra arrinconada 

junto a tu silla;

yertas, sin la vida grácil

que pusieron en su pira,

los dioses zambullidos en su ira.

Blancas y frías, sin la sangre ardiente

de la euforia joven en la pasada vida.

Tus manos, piel de arcilla.

Tus manos, sobre las mías.

Manos de padre y madre,

Manos que rezuman dicha.

Manos que guarda mi alma,

Para agarrarme cada día.

lunes, 30 de mayo de 2022

LO MEJOR HASTA EN LO PEOR



Es difícil enseñar porque entre otras cosas puede parecer presuntuoso y tildado de cierta soberbia cuando queremos ser modelo de algo; sin embargo, la enseñanza no puede entenderse sin la magnificencia, la compasión y la generosidad a la base de su desarrollo.

 

Si alguna vez tienes que servir de ejemplo, que sea de encontrar lo mejor…aún en lo peor.

 

Veamos:




 

"Un anciano se encuentra a un joven quien le pregunta:
- ¿Se acuerda de mí? Y el anciano le dice que no.
Entonces el joven le dice que fue su alumno.
Y el profesor le pregunta:
- ¿Qué estás haciendo, a qué te dedicas?
El joven le contesta:
- Bueno, me convertí en Profesor.
- Ah, qué bueno ¿cómo yo? (le dijo el anciano)
- Pues, sí.
De hecho, me convertí en Profesor porque usted me inspiró a ser como usted.
El anciano, curioso, le pregunta al joven qué momento fue el que lo inspiró a ser Profesor.
Y el joven le cuenta la siguiente historia:
- Un día, un amigo mío, también estudiante, llegó con un hermoso reloj, nuevo, y decidí que lo quería para mí y lo robé, lo saqué de su bolsillo.
Poco después, mi amigo notó el robo y de inmediato se quejó a nuestro profesor, que era usted. Entonces, usted se dirigió a la clase:
- El reloj de su compañero ha sido robado durante la clase de hoy.
El que lo robó, por favor que lo devuelva.
No lo devolví porque no quería hacerlo.
Luego usted, cerró la puerta y nos dijo a todos que nos pusiéramos de pie y que iría uno por uno para buscar en nuestros bolsillos hasta encontrar el reloj.
Pero, nos dijo que cerráramos los ojos, porque lo buscaría solamente si todos teníamos los ojos cerrados.
Así lo hicimos, y usted fue de bolsillo en bolsillo, y cuando llegó al mío encontró el reloj y lo tomó.
Usted continuó buscando los bolsillos de todos, y cuando terminó, dijo:
- "Abran los ojos. Ya tenemos el reloj".
Usted no me dijo nada, y nunca mencionó el episodio.
Tampoco dijo nunca quién fue el que había robado el reloj.
Ese día, usted salvó mi dignidad para siempre.
Fue el día más vergonzoso de mi vida.
Pero también fue el día que mi dignidad se salvó de no convertirme en ladrón, mala persona, etc. Usted nunca me dijo nada, y aunque no me regañó ni me llamó la atención para darme una lección moral, yo recibí el mensaje claramente.
Y gracias a usted entendí que esto es lo que debe hacer un verdadero educador.
¿Se acuerda de ese episodio, profesor?
Y el profesor responde:
- "Yo recuerdo la situación, el reloj robado, que busqué en todos, pero no te recordaba, porque yo también cerré los ojos mientras buscaba."

Esto es la esencia de la docencia:
Si para corregir necesitas humillar; no sabes enseñar"

 

domingo, 29 de mayo de 2022

EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

 ENTRE  SÁBANAS, SIN SUEÑO


Vasto campo de batalla

nieve cristalina sobre 

púrpura imaginación,

inmaculada película inacabada,

dulces susurros de palabras guardadas,

fondo de armario del alma.

Siempre impías,

Herejes en lo calladas,

Serenas en la espera de lo mejor.




 

Como amplios mares y cielos

Estrellados en placeres escondidos,

Lúgubres féretros de hielo

En soledades feroces con miedo.

Del amor al duelo,

sintiendo de un modo u otro,

 en silencio, esperan el regreso.

 

En ellas te recuerdo,

Con ellas te sueño

Entre ellas muero,

Por ellas, nazco de nuevo.

 

Amanezco con su roce certero,

Acariciando mi  cuerpo entero,

Envolviendo mis ansias con celo,

Meciendo sueño tras sueño.

 

Nunca vacías de empeños,

Siempre ávidas de guiños nuevos,

Como otra piel sobre mi piel centeno,

Jugando locas con mis desvelos.

 

Entre ellas, mi fuego

Se hace rescoldo lento.

Y mecen, sin retorno

Lo que sin querer queriendo

Cada día, pierdo:

El mago de lo imposible,

cumpliendo deseos.