Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 16 de noviembre de 2025

¡UN INSTANTE, BASTA!

 Todo sucede en un instante. El nacimiento, la muerte, el amor, el odio, una caída, la sorpresa, el desencanto… basta un relámpago en el tiempo para que ocurra.

 

En un intervalo infinitesimal de tiempo, puede comenzar o romperse el amor. Una chispa imperceptible en el espacio es suficiente para que todo nazca o todo se quiebre. 

 

¿Te has preguntado, alguna vez, en qué momento se perdió la magia en una relación o, por el contrario, nació?¿en qué partícula de sensación enquistada en tu corazón tomaste una importante decisión?¿en qué brizna de ilusión comenzaste ese proyecto que tanto supuso en tu vida?...así podríamos seguir enumerando sucesos, acontecimientos y contingencias que nos ocurren todos los días. 




 

Sería interesante conocer cómo se producen estos instantes eternos que conllevan tanto tras de sí. Nunca podríamos estar preparados porque el hechizo se produce en ese punto vacío que se instala en un paréntesis invisible de la vida diaria e imperceptiblemente arrolla con todo.

 

Basta un instante. Es suficiente una pizca de aliento divino y el giro en nuestro destino se hace efectivo.

 

Poco podemos hacer, salvo estar atentos a las señales, porque ciertamente también las hay. El suceso ocurre en el fulgor del nano tiempo en el que sucede, pero hay indicios, rastros y huellas de lo que se avecina sin remedio. 


Hay que abrir bien los ojos, ver más allá de las apariencias, escuchar el vacío sordo de lo que no se dice pero comunica, sentir el frío o el calor de lo que está a punto de ocurrir y entonces, todo puede ser vivido con mayor felicidad o menor angustia.

 

No dejes pasar lo que parece que no tiene importancia. Una minúscula partícula de broza, en tus ojos, puede impedir tu visión para siempre.