Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 17 de noviembre de 2012

PLANTANDO LAS SEMILLAS DEL AFECTO

Decididamente hay que plantar. Si sembramos, algún día recogeremos pero no podemos pedir frutos sin antes haber derramado sobre la tierra las semillas necesarias.
El terreno más fértil está en el centro de nuestro pecho, desando recoger y fructificar, clamando por que otro corazón le de la señal de cercanía y conecte súbitamente con su vibración amorosa.
Es fácil exigir a los demás. Es sencillo reclamar que nos quieran; es incluso reconfortante sentir que otros nos esperan para depositar su simiente en el núcleo mismo de nuestro amor y arrasar con todo mientras fructifica. Sin embargo, nos cuesta ir por delante del otro y ser los primeros en ofrecernos.
Plantar semillitas de afecto debe convertirse en un hábito, uno de los mejores por el resultado que obtendremos de vuelta. Se trata de poner en marcha nuestra mirada más dulce, la mejor sonrisa o ese saludo amable que tiende alfombras y abre puertas a su paso. Interesarnos por los demás, ofrecer nuestra ayuda o empatizar con el que tenemos delante nos permite ir sembrando felicidad a nuestro paso.
No todos lo merecen, podemos pensar. No todos van a responder de la misma forma, ni todos serán capaces de entender el alcance del afecto que les hacemos disponibles. Es cierto. Pero no importa. Todo lo que salga de nuestra intención, lo ajeno es mera opinión y nada que deba afectarnos.
Por sistema, yo procuro ser amable y afectuosa. Si las personas que se cruzan en mi vida no lo entienden o no lo quieren, nunca será una pérdida porque me habré ganado a mi misma una vez más sabiendo que tengo la puerta abierta del corazón y una disponibilidad amplia para que quien conecte conmigo pueda pasar.
Sigo sembrando. Quiero vaciarme hasta del afecto porque he entendido que cuando se reparte amor siempre se multiplica y nunca disminuye.
Las paredes de mi corazón se dilatan más cada día por si la gente que perdí en el camino u otras nuevas, vienen a reposar en él.
Aquí estoy. Esperando recoger la cosecha del amor.

viernes, 16 de noviembre de 2012

PARÁBOLA DE LA LAGUNA



                 “Érase una vez una gran laguna que se secó sin ninguna razón aparente. Era la laguna más hermosa del parque y todos estaban muy orgullosos de ella. A su alrededor había grandes rocas y muchas flores. Los gansos y patos criaban sus polluelos mientras compartían el lugar con una cantidad de pájaros y peces multicolores.
Los padres llevaban a sus niños a la laguna y permanecían allí por horas, disfrutando de los perfumes, los sonidos y el paisaje. Nadie sabe realmente que pasó, pero en pocos meses, las aguas se tornaron oscuras y pestilentes y gradualmente ya no hubo más vida en la laguna. Todos los peces murieron y los pájaros se fueron, seguramente buscando un ambiente más sano.
Las autoridades encargadas del parque estaban muy confundidas, sin saber qué hacer y decidieron pedir ayuda a los expertos.
Luego de estudiar la situación a fondo, el primer experto dijo: 
“si logramos traer agua fresca del manantial cercano, en unos pocos meses tendremos las aguas renovadas y la vida comenzará a volver a la laguna”.
El otro experto pensó por un momento y rascándose la cabeza dijo: 

“No creo que eso resuelva la situación. No sabemos la causa del problema. 
Puede haber contaminación proveniente de diferentes fuentes: aguas negras, químicos, vaya usted a saber. Lo que ha matado la vida en la laguna, lo volverá a hacer sino detenemos la causa. 
Sugiero investigar la composición del agua para encontrar la causa de la polución. 
Luego puede que necesitemos desocupar la laguna, arreglar el origen de la toxicidad y luego volver a llenarla con agua limpia y fresca. Puede ser más trabajo y tomara más tiempo pero resolverá el problema de una vez por todas. Ese es mi consejo”.
¿Y, cuál consejo seguirás tú?

Luis Diaz 
CMR Cellular Memory Release 
Liberación de la Memoria Celular 
www.lamemoriacelular.com 

jueves, 15 de noviembre de 2012

LO QUE LLEVARÍAS CONTIGO

Este domingo pasado tuve la oportunidad de pensar las pocas cosas  que de verdad importan en la vida y las otras muchas, accesorias, a las que damos un lugar que no les corresponde.
Cuando las circunstancias te sitúan en un punto límite, nos vemos obligados a reaccionar sin pensar. En ese momento, nuestro instinto de supervivencia impera y la conducta se torna emocionalmente visceral. Entonces, todo deja de ocupar el lugar que le venimos concediendo y nos damos cuenta de los excesos que cometemos cuando colocamos en los primeros lugares de nuestra valoración, personas y objetos que de tener que decidir con urgencia no estarían nunca a nuestro lado de forma inmediata.
El pasado fin de semana, debido a un accidente casero, pudo producirse un fuego devastador en mi casa. Cuando el humo era más denso y las llamas comenzaban a alcanzar cierta altura, en ese momento exacto, un relámpago se cruzó en mi cabeza para decidir, si todo iba a peor, qué  llevaría conmigo en la huída. De repente y ante mi sorpresa, me di cuenta que solamente cogería de la mano a mis hijos, a la gata y una foto de mi madre. El resto no era importante para mí.
Pasado el susto, pude reflexionar sobre la gran cantidad de cosas a las que estamos absurdamente aferrados y por las que incluso, en muchas ocasiones, estamos dispuestos a graves enfrentamientos o incluso a la muerte. Sin embargo, lo verdaderamente importante se pone de manifiesto en el límite del suceso y entonces la elección es muy breve y muy concreta.
Sería estupendo que pudiésemos darnos cuenta de esto sin que la vida nos llevase al borde del abismo porque entonces uno podría evitarse los malos ratos, las peleas, los sinsabores y un sinfín de malestares ligados al absurdo apego de las cosas.
La gran maestra, al final, es la muerte porque ella nos demuestra que no podemos llevarnos nada y que aquí solamente hemos venido a disfrutar de todo lo que nos rodea y creemos que poseemos.
Nada es nuestro en realidad salvo los sentimientos y las emociones. El resto, puede siempre esperarnos e incluso prescindir de nosotros porque nosotros ya lo somos todo sin ello.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

LA IMPORTANCIA DE LAS PREGUNTAS CORRECTAS

Pasar por esta experiencia terrenal equivale a ir respondiendo a preguntas que nos ayudan en el camino de nuestra evolución.
Hay que preguntar. Siempre. Porque estoy segura de que alguien, algo…lo que sea…responde. Por eso hemos de empeñarnos en escoger bien los interrogantes porque de otro modo podemos caer en una absurda vía sin salida.
Preguntar y hacerlo bien. Se trata de cuestionarnos para qué nos sucede ésta o aquella circunstancia, pero no por qué.
Si hacemos mal la pregunta la respuesta no será la conveniente y nuestro caos interior no podrá encontrar su orden. Si nos empeñamos en formular el por qué ante cualquier desajuste de nuestra existencia nos remitirán continuamente a un sin sentido que afecta a la mayoría.
Las circunstancias, los sucesos y los acontecimientos que vivimos son exclusivos de cada uno por eso preguntar por qué nos deja en el absurdo. Tenemos una deformación continua que nos lleva a igualarnos con el resto lo que nos conduce a un camino victimista que acaba con nosotros. Es frecuente cuestionarnos…¡”Por qué me sucede esto a mi…” si soy mucho mejor que mi vecino y a él no le sucede nada?.
Todo encaja en nuestra biografía. Los momentos que debamos pasar son para algo, no por algo. Porque si creemos que la clave está en el por qué, pasaremos inmediatamente a culparnos de las circunstancias que nos son adversas y que nos llegan para poner a prueba nuestra forma de respuesta.
No se trata de ser responsables de lo que llega, sino de lo que respondemos ante lo que llega.
Se trata, pues, de elegir la actitud con la que encaminamos la conducta de respuesta ante ello y sobre todo, de disponer nuestra alma para enfrentar lo que llegue como parte de nuestro propio desarrollo. Eso sí sabiendo que podemos incidir sobre lo que nos sucede si logramos creer en que nuestros pensamientos positivos, nuestra apertura de corazón y nuestra mirada confiada siempre terminará atrayendo toda la abundancia de la que somos merecedores para remediar lo que creemos que en nosotros y en nuestra vida es una carencia.
Yo lo creo así, al menos.

martes, 13 de noviembre de 2012

EL TRIUNFO DEL MIEDO



Según un cuento chino, un rey, famoso por su coraje y ecuanimidad, perdió casi todo su reino y hasta el último de sus soldados, como consecuencia de los violentos ataques y saqueos de las hordas bárbaras. No le quedaban más que dos servidores y su castillo era el último bastión que impedía a los conquistadores dominar sus territorios y esclavizar las aldeas diezmadas por el continuo acoso.
         Y llegó el día en que se supo que los bárbaros avanzaban hacia las puertas de la ciudad con la intención de poner cerco al palacio.
Se cuenta que esa noche…cuando llegaron las noticias del avance enemigo, se vio el rostro del monarca marcado por el temor y la responsabilidad, pero en ningún momento abatido por el miedo.
Al amanecer el rey ordenó a sus servidores que abrieran puertas y ventanas, y acto seguido se instaló en una de las almenas a fin de observar la llegada de los invasores.
         Inmutable les vio avanzar hasta la escalinata del palacio. Pero su serenidad perturbó hondamente a los bárbaros. Éstos supusieron que les esperaba una trampa mortal en su interior por lo que en vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe reunió a sus hombres y tocó en retirada.
El rey dijo entonces a sus servidores:
-Ved, y no olvidéis nunca que, una misma emoción, el miedo, a ellos les ha impulsado a huir atemorizados y a nosotros nos a motivado a permanecer en nuestro puesto.
De esta forma encontró una respuesta triunfal a la atemorizante situación.
         ( Cuento Sufí)
Este cuento nos invita  a reflexionar sobre
el valor de la actitud ante las situaciones
límites de la vida.

De cómo nos enfrentemos a
éstas dependerá el resultado obtenido, a pesar
de las circunstancias que nos rodeen, la mayoría de las ocasiones.

La seguridad en nosotros mismos y la ausencia de miedo, con respecto a los demás, será la auténtica clave de la victoria.



lunes, 12 de noviembre de 2012

PUNTO DE ENCUENTRO

La mayoría de las veces perdemos la referencia del punto de encuentro con ciertas personas. Nos olvidamos de dónde partían ellas y dónde nos encontraron a nosotros. Dejamos de lado el escalón que ocupan y obviamos con facilidad cómo han pasado la vida hasta que se cruzaron en nuestro camino.
Somos unifocales en nuestra visión de los demás y solemos, con frecuencia, mantener un muro a cada lado de los ojos que nos impide ver por los laterales de la realidad. Pero ésta nunca se explica desde una sola dimensión y para entender a los demás, y entendernos, hay utilizar todas las posibles.
Cuando no encontramos a la otra persona donde la dejamos debemos buscar por los alrededores del lugar donde quedó la última vez o tal vez más allá, en un punto que solamente se alcanza con la mirada amplia y el corazón abierto.
Muchas veces perdemos las coordenadas porque deseamos poner las referencias según nuestro propio mapa y el territorio de la otra persona se desdibuja en un plano en el que nos e encuentra.
Hay que respetar los ritmos, las necesidades y los anhelos del que tenemos al lado. Llevarlo a nuestro terreno solamente significará perderlo. Y en la pérdida, lo primero que no aparece es el punto de encuentro donde debemos esperarnos.
No logramos desincrustarnos de las imposiciones de nuestro ego y hacemos de lo nuestro la vara con la que medimos al resto.
Ninguna persona puede juzgarse por el resultado de sus acciones sin antes conocer las causas que le llevaron a ese estado en la conducta.
Es una cuestión de actitud. Si no estamos dispuestos a entregarnos a los demás empezando por situarlos en el marco de sus propias referencias, nunca podremos  legar puntuales a la cita y cuando estemos a punto de llegar…el otro ya se habrá ido.
¡!Feliz comienzo de semana!!  

domingo, 11 de noviembre de 2012

OTRO CUMPLEAÑOS...

Otro cumpleaños más sin ti…
Otro año que comienza a despegarse del calendario´
Otro en el que me faltarán tus caricias y tus risas,
Tu mirada y tu desvelo.
Ha llegado tarde la luna
Como si quisiese esconderse para no contar el tiempo,
Se ha hecho de noche despacio, lenta y tediosamente,
Al filo de la luz tenue del ocaso que viene a verme.
Otro cumpleaños sin ti…
¿Dónde estarás ahora y qué ceñirá tu corazón?,
¿desde qué parte de la nada me estarás mirando?,
¿qué palabras calladas te gustaría decirme?…
te imagino de pie sobre tu ternura y con las manos
apoyadas en mi alma.
Vuelvo mi mirada hacia ti
y te has ido ya…, sin esperar mi sonrisa,
 pero oigo tu voz que se esfuerza en
recordarme que eres el amor de mi vida,
el único pegado a mi piel,
el que huelo sin perfume y escucho sin palabras,
el que no necesita fechas porque las tiene todas,
el que se empeña en morir conmigo
porque contigo nació y de ti es.
Otro cumpleaños más sin ti…
Otra vez estoy queriendo que me arropes
por la noche y me des tu beso…
Otra vez te añoro tanto…
Que podría irme contigo…así sin que nadie se entere,
En el más absoluto silencio, hoy que he nacido,
hoy que por ti me muero.
FLOR Y NATA