Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 23 de julio de 2020

LO INVISIBLE DEL INTERIOR



En cada persona, hay un subconsciente que tiene mucho peso; tanto, que aunque parece que no existe, está construyendo nuestras emociones desde espacios desconocidos y con razones ocultas que, a veces, ni entendemos.

En ocasiones, se vive como un náufrago que intenta resistir las embestidas del oleaje de la vida y que se agarra a cada roca que ve, por pequeña que sea.



La sociedad nos exige ser talentosos, valientes, extrovertidos, seguros y eficientes. Entre todos esos atributos no caben otros sentimientos que navegan por el interior, muy por debajo de la capa externa de la conducta. Temores, sufrimientos, tristezas, añoranzas y anhelos que se guardan bajo llave por el peligro que entrañan para la imagen de fortaleza que tiene éxito en lo social.

Hay un círculo invisible bajo lo que hacemos, día a día, que nunca termina. Un círculo que incluye pasiones vitales, ternuras inconmensurables, necesidades de cariño, deseos de cuidado y muchas otras bondades tan bellas que se esconden con ahínco, porque mostrarlas equivale a destruir el valor que los “otros” nos conceden.

Lo cierto es que estamos equivocados. Nadie tiene que validarte. Tú tienes el valor máximo sin que nadie te complete. Estas complet@. Vienes así ya desde el primer día de tu vida.

Vivir en la superficie tiene ventajas si temes a las profundidades. Si no puedes estar sol@. Si en realidad, tu vida se compone de idas y venidas siempre con gente que te aplauda o te valide.

Estar en la creencia de que los demás “me hacen feliz”,  reduce el poder de cada uno y lo deja en manos de todo lo que no somos nosotros. 

Puede que nunca te des cuenta de lo que depende tu felicidad porque la construyas con los pedazos de los demás; puede que nunca veas el circulo invisible que hay debajo de la superficie de tu vida. Puede que nunca sepas dónde estaba el tesoro que tanto buscas en cada acto. Puede que seas feliz de ese modo. Y eso, el no ver, hace que te sientas especial siempre. 

De cualquier forma, sentirse bien por razones equivocadas equivale a que cuando la vida no vaya “bien”, lo que te pareció un tesoro, será el peor de los castigos.

lunes, 20 de julio de 2020

TIEMPO DE CALIDAD



A veces, muchas veces, no se vive un tiempo de calidad por lo que éste deja de ser tiempo vivido; es tiempo dormido, tiempo vacio, tiempo dolorido, tiempo denostado.

Os dejo este conocido cuento al respecto.
¡Feliz semana!




Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador
Un buscador  es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.
Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir.

            Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos.  Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención.

Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo  invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso  el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de  un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla  decía “Llamar  Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”.

El buscador se sintió terrible mente conmocionado.  Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué  pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo  ha obligado a construir un cementerio de chicos?.

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas  y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.

domingo, 19 de julio de 2020

LO MEJOR PARA TI, SIEMPRE



Lo mejor para ti siempre,

Que no confundas nunca más
 
 sexo con amor,

que tu corazón no salga de su madriguera

para raptar a otra ninfa,

sin que ella sepa a dónde la llevas.

Que no te confundas de reina

Y creyendo estar con ella

Te des cuenta que no toca tu alma.

Bendiciones para ti y tu felicidad

Robada a la vida entre sarpullidos

De dolor, pero aún así… lo mejor para ti,

Siempre.



Gracias por ser maestro sin clases,

Por cumplir con recompensas y

 por seguir el karma que la vida 

siempre  manda de vuelta.

 Y un día, cuando estés acurrucado

En los brazos de lo que creas amor,

Te empujará hacia el abismo mayor

Que hayas podido conocer.

Porque de eso va la existencia,

De  un juego de rol en el cual

Los papeles van intercambiándose,

Y a ti te ha tocado demasiadas veces ganar,

Con trampas, con felonías, con negaciones

O con lo que crees verdades, engañándote.

Pero solo hay que esperar.

Esperar que se cumplan los destinos de cada uno,

Esperar que el amor cambie de bando

Y que cuando te vuelva su cara,

No veas sino lo que es tuyo.

Lo mejor para ti.

Siempre.