Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 11 de junio de 2022

NADA, NI NADIE ES CASUALIDAD

 Lo creo firmemente. Nada pasa por casualidad, nadie llega ni nadie se va por ella. Todo sucede por y para algo que, posiblemente, entenderemos mucho más adelante del momento en el que ocurren los sucesos.


 

Hay una especie de equilibrio natural que tiende, igual que pasa con su contrario, la entropía, a ordenarlo todo. Es como una especie de proceso cíclico en el que todo cobra el sentido que no parece encontrarse en el ahora y se explica en el después.

 

A este pensamiento responde este texto que me encontré, seguramente, no por casualidad.

 

“Ese cambio de miradas, ese saludo, esa química inexplicable tenía que suceder. Puedes pensar "podría haberme enamorado de alguien más, podría haber conocido a alguien mejor" y la verdad es que no, no podrías.


      Esa historia necesitaba pasar, la lección sólo podía ser aprendida en esa relación.
Entre todas las millones de personas que pudieron ser, te atrajo la sonrisa de esa persona, sus formas, sus actitudes, su vibración.


       Cuando nuestra vida se cruza con la de alguien más, el camino se transforma; cambia de ruta. El destino, la vida, el futuro, los planes. Todo se rehace de nuevo.


      También es cierto que todo podría no salir como esperas. Y si, es una gran posibilidad. No hay manera de saber que pasará, como será la relación, pero te arriesgas. Lo que sientes te hace rebozar en sentimientos y tienes la valentía de poner tu corazón en juego.


        Conocemos exactamente a quien debemos conocer, nos enamoramos exactamente de quien debemos enamorarnos, después el no soltar o el aferrarse es tema de cada quien y tal vez esa sea la lección.


            Somos una colección de nuestros amores, desilusiones, alegrías y aprendizajes. Puede parecer que nos desviamos un poco en ocasiones pero es para llegar al lugar donde tenemos que llegar. 

 

Nada es accidental.


           Más allá de las relaciones, ama tus amores correspondidos y también tus desilusiones. 

 

Las cicatrices y las marcas son exactamente lo que tenía que pasar.”

 

jueves, 9 de junio de 2022

NO MIRES ATRÁS

 La vida es movimiento continuo, cambio constante y despedidas sucesivas. Decir adiós a personas, a cosas, a situaciones e incluso a hábitos o costumbres.

 

         Todo cambia. Todos cambiamos. Todo termina. Todos terminamos. Por ello, no debes quedarte pegado al pasado inamovible, ni tampoco al futuro incierto.




 

         Si no te gusta tu presente no te desesperes, pronto también cambiará. Si te gusta no intentes retenerlo para siempre, cambiará de cualquier forma.

Comparto algo que leí hace tiempo.

 

 

“No estés en el lugar de otro.
Ni te quedes donde no te necesitan.
Darse por vencido también es ganancia.
Y retirarte no es derrota, es poner a salvo el corazón.
Aprende a irte sin mirar atrás. Porque si no lo haces vas a empezar a extrañar lo que no fue, ni será. 
Se valiente para aceptar el desprecio, pero aún más para no aguantarlo.
Agarra tu dignidad y márchate. Y no dejes nada atrás, ni siquiera tu recuerdo.
Tampoco guardes rencor. Esa es una manera muy triste de quedarte.
Con los pantalones bien puestos, o el vestido bien ceñido, acepta el desafío de recorrer el camino en soledad.
Y no veas con especial temor a una simple decepción. Levanta la frente, sabiendo que diste lo mejor.
Pero que no te falte valor. No dejes nada en sus manos. Ni pienses que estás destinado a amar a quien no te amó.
Quiérete hasta el infinito. No ames imposibles.
El tiempo es lo único irrecuperable que vas a perder en tu vida. No lo regales a cualquiera ni por cualquier insignificante razón.

Sin duda, es el regalo más preciado.”