Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 27 de agosto de 2011

DÉJALA PASAR...

Cuando sientas que la tristeza está cerca…déjala pasar y si te pide tus lágrimas…dáselas. No le temas, no ha llegado para ser tu enemiga, sino para disponer tu ánimo en sintonía con lo que sientes y darle rienda suelta sacándolo de ti esfumándose con el viento. Si le cierras la puerta siempre querrá entrar, arremetiendo contra en tu contra y devorándolo todo para quedarse y no marcharse jamás. Por el contrario, dale la mano, déjala entrar libre y enséñale las dependencias de tu alma. Invítala a tomar asiento y pídele que te cuente a lo que viene. Habla con ella, dialoga, mírale a los ojos y muéstrale que no le tienes miedo. Tampoco odio, ni rencor, ni siquiera esa rabia contenida contra lo que se teme.
Hoy permítete sentir con libertad lo que tu corazón te grita.  No va a pasar nada. Y si algo vas a sentir es calma después de la tempestad, brisa suave sobre tu piel, caricias de algodón meciendo tu mirada y brillo de plata alumbrando la esperanza de seguir siendo dueño de ti.
Déjela pasar…no la temas…se su compañera, hazte cómplice y cuanto más cerca estés de ella mejor podrás convencerla de que junto a ti… está de más. Y se irá…despacito, pero se irá contenta de haberte mirado a los ojos, de haber cumplido su misión liberándote del dolor. Se irá plena dejándote el alma dispuesta… para comenzar de nuevo.

viernes, 26 de agosto de 2011

AÚN CON MIEDO...HÁZLO.

Sabemos que la peor barrera que existe es el miedo. Sin duda, nos paraliza y nos deja a merced de todos los fantasmas que nuestra mente imagina ante lo que provoca tal sentimiento. No podemos evitarlo, muchas veces. Los miedos provienen, en ocasiones, de actitudes que hemos aprendido desde pequeños. De esa sobreprotección que tal vez nos dieron nuestros padres o por lo contrario. Temor al daño que ya hemos experimentado en la jungla de la vida o desconfianza ante los posibles dolores que están por llegar si abrazamos el cambio, aunque lo tengamos no nos guste.
Existen tipos de miedo. Aquellos que nos suceden, tal como, al envejecimiento, la incapacidad, la jubilación, la soledad, pérdida de seguridad económica, abandono de los hijos, enfermedades, guerras, accidentes o catástrofes naturales. Pero hay otros que van ligados a la exigencia de acción: volver a estudiar, cometer errores, hablar en público, perder peso, dejar de fumar, comienzo o final de una relación, cambio de profesión, toma de decisiones etc…
Lo peor del miedo es que tiende a impregnar muchos sectores de nuestra vida y nos afectan en relación a la capacidad de vivir plenamente. Comenzamos por querer protegernos a nosotros mismos y terminamos absolutamente limitados, excluyendo  y cerrándonos al mundo que nos rodea. En el fondo de cada uno de nuestros miedos está simplemente el miedo de no poder afrontar lo que nos pueda deparar la vida. Somos capaces de afrontar TODO lo que la vida nos depare. Nos hemos demostrado muchas veces que lo que imaginamos horrible y para lo que nos vemos sin fuerzas cuando lo observamos en otros, si llega el momento, también lo haremos. Por tanto, la falta de confianza en nuestra capacidad de resistir cualquier cosa que nos suceda, es la que engendra el miedo y no la realidad exterior. Es, en cierto modo, buena noticia ya que lo que hay en nosotros también depende solo de nosotros para ser cambiado.
Desde hoy nos repetiremos tanto como necesitemos:
        “Suceda lo que suceda, en cualquier situación,
        Puedo afrontarlo. “
Al hacerlo así, uno se acerca, cada vez más, a un nivel tan alto de fe en sí mismo que terminará por comprender que puede afrontar cualquier cosa que se interponga en nuestro camino. No olvidemos jamás estas tres palabras:
        “Yo puedo afrontarlo”
A lo que añado:…”Y lo haré igual…aunque el miedo me acompañe”.

jueves, 25 de agosto de 2011

APRENDER ES AMANECER


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Cada nuevo aprendizaje es un inédito amanecer. Aprender equivale a transitar un camino nunca fácil. Una noche oscura por la que discurre la impotencia, la rabia, el desafío y los errores para ir en busca del alba. La claridad está al final del recorrido cuando reconocemos que hemos aprendido y nos inunda un profundo suspiro que ayuda a reconfortar nuestro interior.  Cada amanecer nacemos de nuevo. Nos libramos de las sombras de la noche para abrazar la luz del un nuevo día y llenarnos de claridad. Cuando aprendemos dejamos el lado oscuro, miramos por fin a través del cristal y conocemos la escena real. Entonces comprendemos al otro, le despojamos de los prejuicios con los que le hemos mirado antes, destapamos los harapos con los que cubrimos su cara y podemos mirarle a los ojos. Comprender es perdonar y perdonarnos, para reconciliarnos con nosotros mismos. Cuando aprendemos de verdad, las prioridades de antaño se trastocan y ya nada sabe igual. Nos encontramos estúpidos cuando miramos atrás y no nos reconocemos en todo lo que hicimos cuando no sabíamos. Acechados por un peligro fatal, cuando aún no hemos aprendido, nos debatimos entre el orgullo de creernos el centro del universo y la soberbia de mirar al resto hacia abajo, sin entender que cuando nos ciega la  altanería y la insolencia del ego todo lo reducimos a ceniza. Se quema a nuestro paso como la yesca seca al roce del viento.
Estamos obligados a aprender, como el día lo está a suceder a la noche. Estamos impelidos a comprender, como el bien reina sobre el mal al transcurrir del tiempo. Estamos arrastrados a disponer de nosotros mismos con la fuerza del que tiene como misión ser mejor para darse más. No hay otro sentido que nos justifique, ni otra encomienda mejor que la de regalarnos cada día a los demás con lo mejor de nosotros mismos

miércoles, 24 de agosto de 2011

¿QUÉ TE FALTA?

Me gustaría estar a tu lado, mirarte a los ojos dulcemente y sonreírte mientras te pregunto con todo mi amor… ¿qué te falta?¿qué necesitas?¿qué parte de mi está implicada en esa carencia?¿cómo puedo remediar tu vacío?¿dónde está la causa de tu pena…de tu insatisfacción…de esa rendija por donde dejas pasar la tristeza?. Hoy quiero que juntos entremos en los sentimientos que te atenazan y podamos descubrir la luz y dejar pasar la alegría de saber que eres dueño de ti y que lo posees ya todo. Ni siquiera se tu nombre…pero ¿qué importa?...ni dónde vives…¿pero qué más da?...nos llamamos igual, vivimos en el mismo lugar y tenemos derecho a ser felices.
·        Alza la vista al cielo y detente. Estate inmóvil por unos segundos. Y siente la grandeza de estar bajo él y ser tuyo. Todo tuyo. Desplázate con las nubes, juega con ellas, súbete a una y vuela. Tienes alas aunque no lo sepas. Sólo tienes que volar  y sentir que puedes. Lo que hay debajo es el mundo, ese que sigue su curso contigo o sin ti, pero que desde que llegaste a él, es otro.
·        Escucha…haz el silencio en tu interior y oye…¿sientes latir tu corazón?...su espontáneo movimiento te demuestra la fuerza que  le impulsa, la que a ti te anima, la que invade de luz purísima el arca de tus tesoros; de esos que hacen de ti lo que eres y que no debes esconder jamás. Fúndete con el ritmo de su latir y alégrate porque cada instante, cada segundo, cada minuto…vive para ti.
·        Saborea…el dulce olor a pan cuando lo tengas en tu boca. Haz de los alimentos básicos otra fuente de felicidad y agradecimiento. Puedes gozar su sabor y deleitarte con las sensaciones de hacerlo tuyo. Puedes sentirlo!, puedes repetir este gozo tantas veces como desees!.
·        Huele…profundamente…inspira el aroma de la mañana al levantarte, de la quietud de la noche cuando te acuestas, de la compañía de los que amas, de la amistad de los que nutres tu alma, del perfume de las bondades. Huele a sal, a mar, a serenidad...a vigilia y a sueño…a todo y a nada.
·        Pasa tu mano por el miedo, acarícialo, dale confianza, habla con él y dile que a pesar de estar a tu lado harás lo que debas hacer de igual modo. Enséñale a ser tu amigo. No le eches, ni le desprecies, ni pisotees su presencia. Entonces conocerás su ira. No. Debes convencerle de que vas a ayudarle a ser diferente y que estás seguro de que aunque no te abandone, dejará que seas tú mismo.
¿Qué te falta?. ¿Eres ahora capaz de entender que lo tienes todo en tus cinco sentidos?. No dudes. Escúchate. Levántate con fuerza y sal a la vida. Ella siempre te espera. Está hecha para ti.

martes, 23 de agosto de 2011

Ven conmigo

Sígueme…no tengas miedo…alarga tu mano y enlázala con la mía. ¿Sabes perderte?¿Te has perdido alguna vez sabiendo que sólo así encontrarás el camino?. Ven, acércate. Deja que te susurre al oído una melodía tan dulce y suave que te haga recordar de dónde vienes y lo que eres. Tú lo puedes todo. Todo está ya en ti. Lo sabes todo. Tienes todas las soluciones. Has pasado por todas las situaciones. Has sido padre y madre. Has sido hijo e hija. Has amado. Has odiado. Has ayudado. Has extorsionado. Has compartido. Has dividido. Has llorado y has reído. Pero sobre todo, has aprendido. Solamente tienes que recordar y para ello, nada más que mirar dentro de ti. Cierra los ojos y vuela conmigo hacia tu corazón. Allí está la llave de la memoria. Está la rosa que espera regalarte su aroma de infinita pureza. Está la luz resplandeciente que te mece cálida y te besa lentamente hasta extenuarte. Y tú…amigo, te entregas a ella con la satisfacción del mejor amante porque el amor vive en su interior y es tuyo. Tómalo. Coge lo que siempre quisiste. Lo que anhelaste sin saber que era tuyo y te esperaba. Siempre te esperó. Como yo te espero. Cada día.
         Ven conmigo. Solamente una vez. No será necesario que repitas la cita porque no te irás nunca más. ¿Sabes por qué?. Porque habrás descubierto que soy tu mismo. Me reconocerás en ti. Me abrazarás para no despegarte jamás. Y al hacerlo, estarás regresando una vez más a tu sagrado templo. No olvidarás más el camino. No me iré de tu lado. Ni tú del mío.

Es lo que siento hoy. Gracias por estar ahí...acercándoos a mi interior. Compartiendo. Sintiendo. Siendo luz.

domingo, 21 de agosto de 2011

¿Dónde está la BELLEZA?

El concepto de belleza es exclusivamente interior. Curiosamente poco tiene que ver con lo externo y si lo tiene, nunca puede equipararse  lo que uno valora con lo que considera el de al lado. Siempre se alude a los ojos que miran como responsables de lo bello. Los cánones que se establecen en cada época para revestir de uniformidad el concepto de belleza pierden sentido cuando la imagen entra en la retina. Se evapora lo normativo, las reglas y las imposiciones estilistas. Porque lo que se hunde en nosotros, a través de los ojos, completa las sensaciones que lo definen cuando la persona habla, mira, gesticula o simplemente sonríe. Entonces, si su forma de brillar, su manera de vibrar y la sintonía de sus notas calan en nosotros de nada sirve la melena rubia o las medidas del pecho y las caderas. Hay algo que se escapa a los estereotipos y que ejerce un soberano despliegue de sensaciones para el que es capaz de entonar la misma melodía.
        La belleza se instala en el sutil revestimiento de afectos, de actitudes y voluntades que nos atraen hacia la persona como si de un imán se tratase. Esa calidad humana que nada tiene que ver con el sexo, ni con la imagen, ni con el dinero y ni siquiera con el barómetro de lo mejor o lo excelente. Cada uno vive y goza la belleza según sus cánones internos y de acuerdo a la red en la que esté tejido su espíritu. Por eso, cada cual abraza una idea de beldad, un único concepto que se multiplica irremediablemente tanto como seres existan para observarla, gozarla y vivirla.

Nadie tiene derecho a decirle a otra persona lo que es bello o lo que debe serlo. Nadie puede intervenir en este concepto. Nadie creer que posee lo bello con superioridad a otro. Cada cual busca aquella belleza que le sirve de espejo.

Añado la reflexión de Vargas Llosa al respecto.

Mario Vargas Llosa. Premio Nobel de Literatura 2010 :
Todas las flores del desierto están cerca de la luz. Todas las mujeres
bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos
largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las
miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo. Las mujeres más
bellas esperan el autobús de mi barrio, o se compran bolsos en tiendas
de saldo. Se pintan los ojos como les gusta y los labios de carmín de
chino.

Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los
ojos, que te acarician las manos cuando estas triste, que pierden las
llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y
lloran solo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al
viento. Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden
cuantas patatas han comido, las que se sientan en bancos del parque
con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se
acercan a olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las que
huelen a mora y a caramelos de regaliz.
Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el medico, y
esperan al novio ilusionadas con vestidos de fresas. Y se ríen libres
de los chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un beso.
Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour ,desgastan las
sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la
espalda. Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a
carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los
grandes grupos.
Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni
lápices. Las flores del desierto son las que están a tu lado. Las que
te aman y las que amamos. Solo hay que saber mirar mas allá del
tipazo, de los ojazos ,de las piernas torneadas, de los pechos de
vértigo. Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigo de la forma y
enemigo del alma. Vértigo de divas, y llanto de princesas.
Las verdadera belleza esta en las arrugas de la felicidad...