Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 1 de noviembre de 2019

EL SILENCIO DE LOS MUERTOS



No se oye el viento,

 ni se mueven las hojas

Con el paso de mi pensamiento,




No vuelan las nubes,

 ni se alza el sol

En el devastado cielo,

Nadie escucha lo que digo

Por mucho que me llene el esfuerzo.

No gritan mis anhelos

Ni corren mis suspiros

Desde mi alma a tu eterno sueño.

No se dibuja tu cara en mi pecho

Ni tus manos rozan mi piel de nuevo.

Estás en el silencio impávido

De los que ya han cruzado el velo

Y te detienes para siempre

En el dulce olor a caramelo

Que de ti llevo como broche

De brillantes con luz propia

En lo más profundo de mi duelo.

No necesito este día,

Ni otro diferente para el recuerdo.

Todos son en mí el mismo,

El que quedó grabado a fuego

En el calendario del único dato

Que por ti siempre, conmigo llevo.

Tu silencio, mi silencio.

¡El silencio de los muertos!

domingo, 27 de octubre de 2019

MIEDOS OCULTOS



Los miedos ocultos existen en todos. Quienes dicen no temer a nada solamente están encubriendo el propio miedo a tener miedo. En realidad, todos tememos a algo.



Nuestros miedos ocultos se manifiestan como rechazos, como malos humores, como reacciones inadecuadas, como desaires no debidos. Todo aquello que no nos gusta en nosotros tiene detrás un miedo. Todo aquello que no gusta de nosotros, lo tiene igualmente.

El miedo no es una enfermedad, ni un pecado. El miedo es un instinto pegado al ADN que nos ayuda en muchas ocasiones. Que permite que nos pongamos a salvo, que nos invita a huir de los peligros, que nos protege de nosotros mismos y nuestra temeridad, muchas veces.

Los miedos ocultos se ocultan hasta de nuestra propia consciencia. Creemos que no están. Actuamos como si no existiesen. Repudiamos su nombre cuando alguien alude a ellos y los negamos una y otra vez temiendo que se hagan presentes.

Pregunta a tus miedos si ellos ocultan otros. Dialoga con los que conoces. Hazte su amigo. Comienza a abrir la puerta de tu apreciación para darles cabida. Solamente si les miras de frente se diluyen, pero no quieras encubrir lo que ya está oculto.  Eso solamente empeora tus respuestas.

Cuándo observes que algo te altera pregúntate qué temes. Qué es lo que te pone nervioso/a, qué lo que no instala un nudo en tu estómago impidiendo tu paz.

Siempre hay miedos ocultos que nos atenazan sin palabras. Siempre existe algo que aún siendo desconocido está en nosotros y justifica muchas de nuestras reacciones adversas que no comprendemos.

Llama a tus miedos ocultos e invítales a quedarse a tu lado dialogando contigo, suavizando su presencia, mejorando tu vida.

Nada hay de malo en reconocer que se teme a algo; al contrario, todo es positivamente mágico cuando se les mira a la cara.

No temas temer. Sólo nos hacemos más fuertes, más capaces cuando con dificultad superamos algo o alcanzamos lo que creíamos imposible.

Mira tus miedos ocultos, tal vez te comprendas mejor, te conozcas más. 

Otro camino más iniciado hacia la armonía interior a la que aspiramos.