Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 30 de abril de 2016

¿A QUÉ PRECIO VIVES TUS EMOCIONES?



Solemos tomarlo todo “ a pecho” o a “estómago” o con la cabeza que se parte a veces de tanto pensar.

Las emociones tienen un precio, pasan factura y suelen dejar huella en el cuerpo.

He llegado a la conclusión de que el estado mejor es el de equilibrio. 

El exceso de alegría nos lleva a un estado de excitación que se traduce en un alzamiento que siempre desciende dejando atrás un vacío por lo pasado, por lo perdido. 

El exceso de tristeza nos sume en un pozo profundo de difícil salida.

Ambas emociones extremas nos dejan sin la serenidad necesaria para retomar la vida. Sin duda, saber gestionar las emociones pasa por conocer el camino de la paz interior. No hay que tener demasiadas expectativas.

Si esperamos mucho de las situaciones o de los demás siempre nos decepcionarán. No hay que esperar demasiado ni de nosotros mismos porque eso nos lleva a dos posiciones muy frecuentes: a ser víctimas o jueces y el resultado, en cualquier caso, es fatal.

Si adoptamos la posición de la víctima siempre nos encontraremos débiles e invadidos por el miedo; si somos jueces, a menudo, lo somos condenándonos antes de juzgarnos.

La vida es sencilla. Hay reglas que ella misma impone y que debemos respetar por encima de todo. La ley del amor, la ley de la compensación, la ley de causa-efecto, la ley del tiempo justiciero y allanador…y tantas otras que a pesar y por encima de soberbias, egos y desfachateces reinan resolviéndolo todo al final.

La vida no sólo es sencilla, sino también breve por larga que sea. Por eso, hay que ser selectivos, en las batallas y en la lucha. Pero sobre todo, hay que elegir siempre lo que a uno, a cada uno, le haga sentir bien sea lo que sea. Todo es válido si no se hace daño a nadie; si no  daña tampoco a uno mismo.

Creo que se deberían hacer campañas para saber alcanzar dosis de felicidad capaces de mantener la ilusión por vivir lo mejor y lo más intensamente posible.

El resto vendrá solo.

jueves, 28 de abril de 2016

¿ERES FELIZ?



Una reflexión hoy cortita… pero efectiva. 

No vale planear, no vale diseñar proyectos futuros en la mente, no vale soñar simplemente…hay que actuar y ese motor para hacerlo se llama AMOR.

Aquí lo dejo
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No era feliz...

Entonces, escribió un libro, plantó un árbol,
tuvo un hijo y tampoco pudo decir que lo era.

Entonces, escribió otro libro, plantó más árboles
y tuvo varios hijos, pero nada cambió.

Entonces, escribió sobre el árbol, tuvo cinco mil
libros, plantó a sus hijos, y fue más desdichado.

Entonces, plantó los libros, les escribió a sus hijos
y se sintió más desgraciado.

Entonces, cerró el libro, le habló a sus hijos y
se durmió bajo el árbol para siempre

En ese lugar hay una placa que dice:

                    "Yace aquí un hombre que
                            se olvidó de amar a los
                                árboles, a los hombres
                                        y a sus hijos"

                                                        Jorge Bucay

martes, 26 de abril de 2016

LA SENSIBILIDAD Y LA ACTITUD



Al final todo se resume en ambas dimensiones: sensibilidad y actitud. Eso nos define a cada uno, eso es lo que nos hace cercanos, afables, sencillos, sinceros, comprometidos y magníficos, o lo contrario.


Estoy en un momento de ejercitar la observación. Nunca lo había hecho. El mundo y yo éramos lo mismo y no me daba cuenta nada más que de que estaba viviendo mi historia desde mi personaje.

He aprendido que si quiero entender lo que me rodea y mejorar lo que porto es necesario observar a los demás y a uno mismo. Y es muy gratificante el resultado.

Me doy cuenta que la sensibilidad es una finísima cuerda que se tensa o destensa según lo que importen los demás. 

Hay gente ombligo que solamente se ven a ellas mismas con un anchísimo punto de mira en cuyo horizonte hay más de lo mismo.

Hay gente corazón que sienten y padecen hasta la mínima desgracia ajena y se olvidan de sí mismos.

Hay gente observador que procuran distanciarse hasta de sí mismos e instalarse en la calma y reposar el paisaje humano que los rodea y aceptar lo que llega aunque no signifique resignación ante lo que se vive.

La sensibilidad nos mueve a la apertura mental y a la comprensión pero también nos dirige hacia la apreciación certera de lo que son y dan los demás y a la valoración de si esto es lo que nos hace felices para permanecer donde estamos.

La actitud impele a la acción. A través de la sensibilidad apreciamos; con la actitud respondemos.

Ambas cualidades son imprescindibles para conocer al de enfrente, para posicionarnos ante él y para reaccionar si procede.
Miremos dentro para calibrar nuestra sensibilidad. Miremos aún más adentro para percibir nuestra actitud. 

Observémonos. Sintamos en silencio. 

Actuemos.

lunes, 25 de abril de 2016

NO ESTAMOS SOLOS; NOS AYUDAN



La ayuda siempre es necesaria. Hay personas que creen que no, pero en realidad nadie puede vivirlo todo en soledad. Todos necesitamos de todos.



A veces, la ayuda no llega de fuera o no del afuera exterior que conocemos. En ocasiones, llega del interior o de aquello que se relaciona con ello.



Es necesario creer en algo. Necesario para nosotros mismos. Necesario para tener esperanza y estar tranquilos. Creer que nos ayudan nos mantiene confiados.



Acabo de leer este artículo que os comparto. Tal vez nos ayude.



Lo comparto.

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“…Los seres espirituales están tan interesados en nosotros como nosotros en ellos y la mayoría de las veces nos ayudan sin que nos demos cuenta. Cuando nos salen muy bien las cosas y pensamos que es cuestión de suerte, cuando las soluciones a los problemas aparecen como por arte de magia, cuando encontramos a una persona en la que habíamos pensado justamente hacía unos días, cuando empezamos a sentirnos muy bien con nosotros mismos, cuando una puerta se cierra y otras muchas se abren, cuando tenemos miedo pero somos valientes…Ellos están ahí.



Recibimos miles de oportunidades para crecer a lo largo de nuestra vida, las oportunidades nunca paran, somos nosotros los que no las aceptamos o no las vemos como tales, pero ellos nunca se cansan de ayudarnos. Si nos abrimos sin miedo a la parte espiritual, ésta nos resultará fascinante y si nos dejamos aconsejar y no lo cuestionamos todo, queriendo racionalizar cada cosa que pasa, veremos cómo cada vez comprendemos más a nuestros compañeros del otro lado.



Pero tampoco hay que perderse completamente en el plano espiritual abandonando el plano físico, abrir nuestro corazón y nuestra mente está bien, pero sin que domine toda nuestra vida, pues hemos sido creados física y espiritualmente y hemos de vivir y ser felices en los dos planos, ambos se complementan y no deben ser un obstáculo el uno para el otro. (…)



Desde el otro lado serás atendido sin pedir nada a cambio, solo has de abrir tu corazón y tener confianza. Estoy llena de gratitud hacia los seres de luz que me ayudan a recorrer mi camino, ellos no tienen dudas sobre mí, saben que me puedo equivocar mil veces, pero su paciencia es infinita y me ayudan a tener confianza en ellos y en mí. Cuánto más me amo, más amor soy capaz de dar y cuánto más capaz soy de amar, más me amo y me comprendo, y a pesar de mis limitaciones se van abriendo los caminos y se van solucionando todos los problemas por difíciles que parezcan.



¿Cómo he de pedir ayuda? ¿Me escucharán?

Por supuesto que sí, no hacen falta retahílas sofisticadas ni palabras deslumbrantes, lo único que necesitas es sentirlo y dejarte ayudar de corazón. Cualquier cosa que pueda hacerte feliz o hacer feliz a alguien que tú quieras, ellos te ayudarán a conseguirla.



La mayoría de las veces la ayuda se refiere a cosas cotidianas, como aparcar, hacer un pastel maravilloso sin tener la receta, coser un disfraz para tu hijo, encontrar la palabra adecuada o el regalo perfecto para hacer feliz a alguien…eso es lo que hace que nuestra vida sea un poco más fácil. Gracias por todo.”