Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 3 de enero de 2015

NO TENGO MIEDO




No temo a caminar sola
en los albores de los tiempos,
conozco el camino,
lo hice muchas veces

No temo al destino,
los dos somos viejos amigos
yo le acepto como es
y ya no puede dañarme

No tengo miedo a perder
a los que tanto amo
no mueren...viven en mi,
lo supe cuando murieron.

No tengo miedo a fracasar,
me gusta el sonido del resorte
que me impulsa hacía arriba,
sintiendo la ilusión de una niña.

No tengo miedo a la enfermedad,
es un camino de aprendizaje
lo supe cuando creí que moría
en la enfermedad me encontré a mi misma.

No tengo miedo al fin del mundo,
he pasado por todos los fines de los tiempos
de las eras... de las edades... de la civilizaciones
de los amores... de los amados... de las guerras.

No tengo miedo a tener miedo,
sin mi dura poco tiempo
el tiempo de que lo reconozca
y me sonría… en la sonrisa… se va como humo.

No tengo miedo y si lo tengo...lo agradezco 
solo me quiere mostrar algo...que he de soltar
mis miedos y yo no somos nada los unos sin el otro
necesitamos vernos las caras para sonreírnos...y despedirnos

Enviado por Jenny Stoopen Rometti

viernes, 2 de enero de 2015

LA PRUEBA DEL CIELO



He acabado de leer un libro muy singular: “La prueba del cielo” (Eben Alexander). Una historia real narrada desde la sensación viva de haber accedido al otro lado del velo; de haber estado en espacios y tiempos sin dimensiones y donde seguramente, este neurocirujano agnóstico, nunca pensó estar.
Su última parte contiene este escrito que me ha conmovido.
Comparto con vosotros esta emoción aún presente.
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“…Cuando mañana comience sin mí y yo no esté aquí para verlo, si el Sol se alzase y encontrase tus ojos rebosantes de lágrimas por mí; ojalá no llores como has llorado hoy, al pensar en las muchas cosas que no llegamos a decirnos.

Sé lo mucho que me quieres, tanto como te quiero yo a ti, y sé que cada vez que pienses en mí también tú me echarás de menos; pero cuando mañana comience sin mí, intenta entender, por favor, que vino un ángel y me llamó por mi nombre, y me tomó de la mano y dijo que me esperaba mi sitio en el cielo, en lo alto y que tenía que dejar atrás a todos los que tanto amo. Pero al volverme para marchar se me escapó una lágrima porque siempre había pensado que no quería morir. Tenía tanto por lo que vivir, tantas cosas aún por hacer, que parecía casi algo imposible que estuviera abandonándote.

 Me acordé de todos los días de ayer, los buenos y los malos, de los pensamientos y el amor que compartimos, de lo mucho que nos reímos. Si pudiera revivir el ayer, aunque sólo fuese un momento, te diría adiós y te besaría y quizá te viese sonreír. Pero entonces me di cuenta de que esto nunca podrá ser, porque el vacío y los recuerdos ocuparían mi lugar. Y cuando pensé en las cosas del mundo que podría extrañar al llegar mañana, me acordé de ti y al hacerlo mi corazón se llenó de pesar. Pero al cruzar las puertas del cielo me sentí en casa, al ver que Dios me miraba y me sonreía desde su gran trono dorado y me decía: «He aquí la eternidad, y todo lo que te había prometido. Hoy tu vida en la Tierra es cosa del pasado pero aquí comienza de nuevo.

No te prometo un mañana, porque hoy durará eternamente, y como todos los días serán el mismo, no habrá nostalgia por el pasado. Has tenido tanta fe, tanta confianza, tanta fidelidad... Aunque hubo veces en que hiciste algunas cosas que sabías que no debías. Pero te he perdonado y ahora al fin eres libre.

 ¿No quieres venir, cogerme de la mano y compartir mi vida?».

Así que cuando mañana comience sin mí no creas que estaremos muy lejos porque cada vez que me recuerdes estaré ahí mismo, en tu corazón.

jueves, 1 de enero de 2015

EL PRIMER DIA...



El primer día de cualquier comienzo siempre es especial. Hoy supone el inicio de un tiempo por llegar que computamos en 365 días. Todo un año para desear, luchar, arriesgar o enmendar. Todo un dilatado concepto temporal para hacer posible lo que siempre se presenta imposible; el inicio de un momento de arranque en el cual, cada paso, será la posibilidad misma comenzando a hacerse realidad.

Este año es atípico para mí. No he hecho mi lista de propósitos. No me he planteado ningún objetivo, tampoco me he desvelado por lo que pueda ser o no llegar.

Voy a dejar que las cosas lleguen a mí. Que la vida me sorprenda y que el tiempo pase dejándome la serenidad en las manos para amasar ternuras que palien los momentos amargos que seguro también llegarán.

He amanecido cansada. Me he dicho a mi misma que no me voy a dejar invadir por la nostalgia, ni tampoco deslumbrar por el vapor de la fantasía. Me conformaría con salir mañana a la calle y comenzar por apreciar el viento fresco que bañe mi rostro. 
Avanzar hacia la distancia y tomar perspectiva para poder dar los primeros pasos en mi nuevo año sin esperar nada a cambio.
Posiblemente la vida es más sencilla de lo que imaginamos. En el fondo todo se resume en la palabra “amor” porque al fin, continuamente tenemos que optar por el acercamiento o el rechazo a lo que sea y ante lo que se nos presente. 

Siempre estamos eligiendo un camino y dejando otro y esa elección tiene que ver con afectos, sintonías y apegos o con desacuerdos, alejamientos o rechazos.

A veces no sabemos por qué y nos acercamos sin ningún temor o  dificultad a lo que nos llega. Otras, también sin tener claridad sobre los motivos que nos mueven, nos alejamos sin razones.

Espero y deseo que este año que comienza hoy me deje caminar con serenidad sobre lo que temo, con fuerza sobre lo que ansío  y con determinación sobre lo que deseo.

Que mi paso no se acelere ni retrase. Que mi ritmo sea el de la paz interior desde la que quiero mirar el paisaje de  mi vida.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

ME UNO HAY A ESTOS DESEOS



Que descubras la serenidad y tranquilidad
en un mundo imposible de entender
Que el dolor que has vivido y los problemas
que has experimentado, te den el poder
de caminar por la vida, enfrentando cada
situación con optimismo y valor.

No olvides que habrá seres cuyo amor
y comprensión, siempre estarán contigo
aún cuando te sientas solo.

Que descubras, suficiente bondad en otros,
para creer en un mundo de paz…
Que una palabra generosa, un abrazo
y una sonrisa, sean tuyos todos los días
de tu vida. Y que puedas dar estos regalos,
tanto como recibirlos
Enseña amor a aquellos que odian,
y que este amor te fortalezca…

No te preocupes demasiado por lo material,
valoriza más la bondad y generosidad
que habita en tu corazón…
Deseo que encuentres tiempo cada día
para apreciar la belleza y el amor que te rodean.
Date cuenta que como seres humanos
tenemos muchas cosas en común, pero
en el fondo todos somos diferentes…
Aprecia y respeta las diferencias…

Deseo que encuentres suficiente fortaleza
en tu interior para determinar por ti mismo
tu valor y no dependas de la opinión de otros,
para reconocer tus habilidades.

Recuerda olvidar a los amigos que resultaron
falsos, pero nunca olvides a aquellos
que permanecieron contigo.

Deseo que olvides las cosas que te entristecieron,
pero nunca te olvides de recordar las cosas
que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar los problemas
que ya pasaron…

Que nunca te falte un amor donde tu corazón
pueda guarecer… que la buena suerte te persiga
cada día y cada noche.

Deseo: que nunca te falte el fuego que te dé calor
ni el agua para apaciguar tu sed.

Deseo que vivas tu tiempo y tu vida
como tú quieras, y que nunca te hagan vivir
lo que otros quieran.

P. Mateo Bautista