Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 3 de junio de 2012

Muñeca de sal


Una muñeca de sal recorrió miles de kilómetros de tierra firme, hasta que, por fin, llegó al mar. Quedó fascinada por aquella móvil y extraña masa, totalmente distinta de cuanto había visto hasta entonces.
- ¿Quién eres tú? - le preguntó al mar la muñeca de sal.
Con una sonrisa, el mar le respondió:
- Entra y compruébalo tú misma.

Y la muñeca se metió en el mar. Pero, a medida que se adentraba en él, iba
disolviéndose, hasta que apenas quedó nada de ella. Antes de que se
disolviera el último pedazo, la muñeca exclamó asombrada:

- ¡Ahora ya sé quién soy!.
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¿Tendremos que disolvernos para saber quienes somos?...
Feliz noche!

2 comentarios:

  1. Tendremos que disolvernos para sentir quienes somos. Después sabremos lo que somos.
    Un beso

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  2. Disolvernos para reintegrarnos!! qué dicotomía más singular...!!
    Besitos

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