Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 5 de junio de 2012

MÁS ALLÁ DE LA ESTUPIDEZ

En algunas ocasiones estamos más allá de la estupidez. Elegimos en contra de lo que nos es afín, protestamos por la mayoría de las cosas que tenemos y no nos damos cuenta de que si nos molestan es porque están, porque son.
Solemos encarar mal los problemas y de los errores hacemos derrotas victimistas que solamente nos llevan a la desesperación.
Luchamos por ser más cuando lo que debería importarnos es ser mejor, porque la cantidad se pierde mientras la calidad permanece.
Nos entregamos a una vida llena de urgencias, prisas y sinsabores en el debate perpetuo por alcanzar más y olvidamos que lo que de verdad perdura, a lo largo del tiempo, es aquello que no ha costado nada, que se ha conseguido de forma natural y que no tiene una etiqueta puesta.
Vivimos como si no fuésemos a morir nunca, como si la muerte siempre fuese de otros, como si ella pudiese olvidarnos  y aparcar nuestro tiempo.
Obviamos que la vida pasa sin remedio y que un día, una hora o un minuto que perdamos nunca vuelve.
Pensamos que siempre estaremos igual y que las fuerzas, la ilusión o la esperanza solamente huyen de los otros pero poco a poco comprobamos que también llaman a nuestra puerta y que lo que hoy nos sonreía deja de hacerlo antes de lo que creemos.
No empeñamos en criar unos hijos listos, llenos de sabidurías científicas, abocados, como fin último, a escalar puestos de prestigio en la sociedad en la que viven. Olvidamos que lo primero que deben aprender es a ser felices y a asumir la responsabilidad que conlleva este empeño consigo mismos.
Por olvidar, olvidamos que existen los sueños y que el tiempo también ha de servir para contemplarnos por dentro.
Nuestra estupidez es en ocasiones tan grande que terminamos la vida sin haber aprendido que lo único que merece la pena aquí son las personas y sobre todo, el aprendizaje necesario para llegar a amarlas incondicionalmente.
Nunca es tarde para sacudirnos este manto que puede llegar a pesar tanto. ¡Probémoslo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario