Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 24 de noviembre de 2012

EL TALLADOR DE LÁPIDAS ( Cuento)


Muchas per­so­nas con­su­men su vida entera bus­cando la feli­ci­dad sin encon­trarla nunca, sim­ple­mente por­que no miran en el lugar ade­cuado. Nunca podremos ver una puesta de sol si estamos mirando hacia el Este y nunca encon­tra­remos la feli­ci­dad si la bus­camoss entre las cosas que nos rodean.
El cuento del talla­dor de lápi­das te enseña que la feli­ci­dad no depende de lo que cam­bies en tu vida… salvo que te cam­bies a ti mismo.
Leamos, hoy, este cuento sobre un hom­bre que que cor­taba y tallaba rocas para hacer lápi­das. Se sen­tía infe­liz con su tra­bajo y pen­saba que le gus­ta­ría ser otra per­sona y tener una posi­ción social distinta.Un día paso por delante de la casa de un rico comer­ciante y pensó que le gus­ta­ría ser exac­ta­mente como él, en lugar de tener que estar todo el día tra­ba­jando en la roca con el mar­ti­llo y el cincel.
Para gran sor­presa suya, el deseo le fue con­ce­dido y de este modo se halló de pronto con­ver­tido en un pode­roso comer­ciante, dis­po­niendo de más lujos y más poder de los que nunca había podido soñar. Al mismo tiempo tam­bién era envi­diado y des­pre­ciado por los pobres y tenía igual­mente más enemi­gos de los que nunca soñó. Enton­ces vió un impor­tante fun­cio­na­rio del gobierno, trans­por­tado por sus sier­vos y rodeado de una gran can­ti­dad de sol­da­dos. Todos se incli­na­ban ante él. Sin duda era el per­so­naje más pode­roso y res­pe­tado del reino.
El talla­dor de lápi­das, que ahora era comer­ciante, deseó ser como aquel alto fun­cio­na­rio, tener abun­dan­tes sier­vos y sol­da­dos que lo pro­te­gie­ran y dis­po­ner de más poder que nadie. De nuevo le fue con­ce­dido su deseo y de pronto se con­vir­tió en el hom­bre más pode­roso de todo el reino ante quien todos se incli­na­ban. Pero el fun­cio­na­rio tan­bién era la per­sona más temida y odiada en todo el reino y pre­ci­sa­mente por eso nece­si­taba de tal can­ti­dad de soldados.
Mien­trás tanto el calor del sol le hacía sen­tirse incó­modo y pesado. Enton­ces miró hacia arriba, viendo al sol que bri­llaba en pleno cielo azul y dijo: ¡Qué pode­roso es el sol! ¡Cómo me gus­ta­ría ser como el sol! Antes de haber ter­mi­nado de pro­nun­ciar la frase se había ya con­ver­tido en sol, ilu­mi­nando toda la tie­rra. Pero de pronto sur­gió una gran nube negra, que poco a poco fué tapando al sol e impi­diendo el paso de sus rayos. ¡Qué pode­rosa es esa nube! – pensó – ¡cómo me gus­ta­ría ser como ella!.
Rápi­da­mente se con­vir­tió en la nube, anu­lando los rayos del sol y dejando caer la llu­via sobre los pue­blos y cam­pos. Pero luego vino un fuerte viento y comenzó a des­pla­zar y a disi­par la nube. ¡Me gus­ta­ría ser tan pode­roso como el viento!, pensó, y auto­má­ti­ca­mente se con­vir­tió en el viento. Pero aun­que el viento podía arran­car los árbo­les de raíz y des­truir pue­blos ente­ros, nada podía con­tra una gran roca que había allí cerca. La roca se levan­taba impo­nente, resis­tiéndo inmó­vil y tran­quila la fuerza del viento. ¡Qué potente es esa roca! – pensó – ¡cómo me gus­ta­ría ser tan pode­roso como ella!
Enton­ces se con­vir­tió en la roca, que resis­tía inmó­vil al viento más hura­ca­nado.
Final­mente se sen­tía feliz, pues dis­po­nía de la fuerza más pode­rosa exis­tente sobre la tie­rra. Pero de pronto oyó un ruido. Clic, Clic, Clic. Un mar­ti­llo gol­peaba a un cin­cel, y éste arran­caba un trozo de roca tras otro. ¿Quién podría ser más pode­roso que yo?, pensó, y mirando hacia abajo, la pode­rosa roca vió… al hom­bre que hacía lápidas.

4 comentarios:

  1. Es una ilusión (maya? )creer que el rosal ajeno es mejor que el nuestro..!

    Cuantos pasamos por la vida buscando la felicidad en las pasajeras ilusiones..!

    Un abrazo sin alas, pero con toda la fuerza del verdadero amor...ese que une los corazones mas distantes..!

    ...!

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  2. Mi querido anónimo del otro lado del mar!!...recibo ese abrazo y me regocijo en él.
    Siempre creemos que la desgracia nos cae de plano solo a nosotros y que los males de los demás son menores que los nuestros...pero pienso lo diferente que es la vida tras las paredes de cada uno a como la mostramos ante los demás y como ellos la perciben.
    Besos infinitos desde el cielo que nos cubre a ambos.***

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  3. Cuando buscamos hacia afuera, pienso, es lógico que encontremos en nuestro camino otros seres que en su búsqueda hayaron aspectos que parecen buenos para su felicidad, y por tanto la nuestra. De hecho, nos sentimos mal al ver cómo los más pobres sufren escasez, ¿acaso no estamos proyectando la propia?, entonces en el afán de conquistar la justificación de lo que vemos y de mermar nuestra culpa, intentamos ayudarles. Esto es algo que sucede con frecuencia y que los gobiernos de paises ricos, fomentan. Pero la mirada no está completa. Porque es hacia adentro donde debemos ver la escasez, el abandono y la falta de compasión a nosotros mismos. Entonces la piedra que tallamos para nuestra lápida, será el mayor de los tesoros, y así es como cada uno de nostros va limando y tallando el recuerdo de su autenticidad. Aquí yace _-----------------------------_
    Un beso

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  4. Xara ...mirar hacia dentro y saber ver!! has dado con la clave de todo avance, de todo progreso, del bienestar y la felicidad... o al menos de la comprensión propia de lo íntimo que nos deja los vacíos infinitos y las soledades perpetuas que nos acompañan!.
    Besos

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