Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA EDAD DEL CORAZÓN

El corazón no sabe de cronologías, ni del paso del tiempo, ni de sexos, ni de colores, estatus o posiciones. Él late, se impulsa y revolotea sobre sí mismo en un ejercicio centrípeto en el cual ignora todo lo demás porque sólo le importa su propia excitación al son del amor que le mueve.
A medida que pasa el tiempo uno va entendiendo que todo lo demás puede deteriorarse menos el propio corazón. Incluso aunque estuviese afectado de una dolencia física, ésta no puede penetrar, ni afectará nunca, a su esencia pura y a lo que ésta proyecta en la persona de forma integral.
Podemos ir dejando de ver, escuchar peor, caminar dificultosamente incluso ir abandonando todos los placeres que en otros tiempos parecían la razón de la existencia. Podemos alejarnos de la vida y hacerlo, irremediablemente, perdiendo las facultades que brillaron en nuestro cuerpo cuando se encontraba en plenitud, pero  tendremos, al menos, la tranquilidad de que nuestro corazón no abandona el barco y sigue fiel a sí mismo, sin hundirse.
Es maravilloso advertir cómo a pesar de lo que nos pueda suceder, hay algo en nosotros que no cambia nunca, que nació con una inmensa capacidad de dar y recibir que solamente se ha engrandecido a lo largo de la vida y que nunca muere. Algo que inició la existencia, que impulsó el aliento divino que se instaló en nosotros de un soplo y que seguirá como tal cuando ya no estemos.
Es inmenso pensar que no hay barreras para el corazón, que puede estar aquí y ahí, en mí y en ti. Que es capaz de seguir sintiendo, de emocionarse, de implosionar una y otra vez en su centro como si nada pasase. Es delicioso sentirlo palpitar en el interior y saber que en cada latido ha ido añadiendo afectos desde que lo sentimos.
Es un placer inigualable saber que pase lo que pase, en cualquier momento o situación, podemos traer a las personas que deseemos y, en silencio, desde este templo de luz seguir vibrando por ellas con todo el amor.

3 comentarios:

  1. Todo el contenido de tu entrada es grandioso , me gusta mucho cuando mencionas que aunque el cuerpo pueda tener dificuldes físicas , la esencia del corazón no se ve afectada porque es capaz de vibrar de amor y por amor en el silencio , la soledad, en la multitud , en la adversidad ... El corazón desprende AMOR y no debemos ignorarlo o rechazarlo, solo dejemos que fluya y que AME. Un saludo Flor y Nata

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  2. Candela gracias por tu sentir, es igualmente hermoso. Efectivamente debemos dejar fluir el amor que le mueve porque vive en él y para él, e independiente a todo.
    Besos!!

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    1. Grandioso, gracias Flor y Nata por este texto que verdaderamente nos hace pensar. El corazón no envejece

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