Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 16 de noviembre de 2013

EL ORDEN ADECUADO



Un experto estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales.

Para dejar en claro un punto, utilizó un ejemplo que los profesionales jamás olvidaron. Debajo de la mesa sacó una jarra de cristal, de boca ancha y la puso encima de la mesa frente a él.

Después sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en la jarra. Cuando estaba llena hasta el tope y no podía colocar más piedras preguntó al auditorio:

¿Está llena esta jarra? A lo que todos los asistentes contestaron que Sí.

Entonces dijo:

¿Están seguros?, y sacó de debajo de la mesa un cubo con piedras pequeñas. Echó unas pocas piedras en la jarra y la movió haciendo que las piedras pequeñas se acomodasen en el espacio vacío entre las grandes.

Cuando hubo hecho esto preguntó una vez más... ¿Está llena ahora la jarra?

Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes dijo en voz alta "probablemente no". Muy bien contesto el expositor.

Sacó de debajo de la mesa otro cubo, esta vez lleno de arena y empezó a echarlo en la jarra. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas.

Una vez más preguntó al grupo:¿Está llena la jarra?. Esta vez varias personas respondieron a coro: ¡No!

Una vez más el expositor dijo: ¡Muy bien!, luego se sacó una jarra llena de agua y echó agua a la jarra del experimento hasta llenarla.

Cuando terminó, miro al auditorio y preguntó: ¿Cual creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?

Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: La enseñanza es que no importa lo lleno que está tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas...

No, replicó el expositor, eso no es la enseñanza.

La verdad que esta demostración nos enseña que: Si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro momento.

¿Cuales son las piedras grandes de tu vida.... tu familia, tu fe, tu educación o tus finanzas?, ¿alguna causa que desees apoyar?, ¿Enseñar lo que sabes a otros?

Recuerda: Hay que poner esas piedras grandes primero o no encontraremos un lugar para ellas. Tomemos nuestro tiempo para aclarar cuales son nuestras prioridades y revisar cómo usamos nuestro tiempo para que no se nos quede nada fuera. O lo que es peor, que te veas obligado a dejar de meter una piedra grande porque has metido demasiada arena.

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