Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 1 de enero de 2013

SE TRATA DE SEGUIR

Acabamos de estrenar el año y seguramente, en la mente de todos está hacerlo de la mejor forma, hilvanando sueños,  zurciendo errores, repasando equivocaciones, con la intención de evitar lo que nos daña a nosotros o a otras personas a las que amamos.
No importa que nuestra navidad no haya sido la mejor que recordamos. Tampoco si hemos estado un poco solos o repletos de gente en compañía. Al final, después de las reflexiones y los propósitos recién inaugurados, lo que importa es seguir adelante. Siempre se trata de continuar.
A veces nos rompen el corazón y otras somos nosotros los que rompemos los de otras personas. Cada uno reaccionamos de acuerdo a la necesidad que uno tiene de continuar pegado a lo que se va pero en cualquier caso, en silencio, batallando, llorando o riendo siempre estamos destinados a seguir.
Es frecuente  escuchar la frase que alude a que “…nadie es imprescindible, pero sí necesario”… Podemos seguir siempre adelante con los que significaron tanto, con los que nos apoyaron incondicionalmente o sin ellos. Porque la vida sigue y hay que saber rodar con ella y con la necesidad que genera el vacío de lo que se ha ido.
Posiblemente lo más importante de todo lo que hacemos durante el día, la semana, el año y la vida misma sea no alterar el ecosistema emocional que nos rodea. Crear puentes entre los que se acercan a nosotros y aunar afinidades en vez de escaldar las diferencias.
Si lográsemos seguir serenamente, continuar con la tranquilidad de saber que la vida avanza siempre a nuestro favor, aunque parezca lo contrario, podríamos abrir los brazos a este nuevo tiempo seguros de poder continuar una tarde más, un día más…una década más y todo el tiempo que ella nos tenga reservado.
Se trata de seguir adelante. De volver a levantarnos mañana, de mirarnos al espejo y decidir que en nuestro interior está siempre la puerta abierta para dejar pasar la brisa fresca que nos renovará continuamente y que nos dará el oxígeno necesario para salir a la calle a conquistarnos de nuevo.

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