Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 14 de mayo de 2012

DEL OTRO LADO...

A veces la realidad nos engaña. Creemos que la vida está del lado que la vemos y excluimos a todos los que parecen estar en la orilla opuesta.
Creemos en verdades absolutas: las nuestras y derribamos por sistema las que llegan a nosotros desde labios opuestos.
Todo es relativo. Cada opinión, cada pensamiento, cada estado de conciencia puede graduarse por contraste con lo que le ofrece el contexto por referencia. Nada es tan negro, ni tan blanco. Los buenos no lo son tanto. Los malos tampoco.
Juzgar a los demás o a nosotros mismos depende siempre de la parte de donde nace la crítica. El tiempo, el espacio, la historia y la peculiar biografía de cada uno imponen sus particulares formas de seducir al criterio y lo que podría no condenarse se condena con facilidad si estamos al otro lado de la bondad.
En ocasiones, no saber dónde estamos ubicados nos ayuda. Nos mantiene en una especie de escenario mágico en el cual no nos damos cuenta que las víctimas somos nosotros.
Nos creemos otros y eludimos el dolor. No es fácil la estrategia porque mentirnos de ese modo siempre tiene el riesgo de que otro nos demuestre que estamos en el lado equivocado.  Entonces el mundo cambiará de color y sabremos que la ventana se abre hacia fuera.
Vemos cómo lo expresa este breve cuento:


“…A través de un ventanuco enrejado que había en su celda un preso gustaba de mirar al exterior. Todos los días se asomaba y, cada vez que veía pasar a alguien al otro lado de las rejas, estallaba en sonoras e irrefrenables carcajadas. El guardián estaba realmente sorprendido. Y un día le preguntó :
- Oye, hombre, ¿a qué vienen todas esas risotadas día tras día?
El preso contestó:
- ¿De qué me río? ¡Pero estás ciego! Me río de todos esos que hay ahí. ¿No ves que están presos
detrás de estas rejas?”…
¿Es mejor vivir engañado por uno mismo evitando las consecuencias de la realidad?¿o acaso es preferible saber que los que estamos tras las rejas somos nosotros?. ¿Felicidad a precio de la ignorancia o sufrimiento a precio de realidad?.
Feliz tarde!

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