Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 30 de abril de 2012

ESTADO DE ALERTA

Nos falta tranquilidad. Nos encontramos en un permanente estado de alerta que alienta todo tipo de angustias y sinsabores. Tememos constantemente y entre tanto se pasa la vida como humo que se esfuma por debajo de la rendija de la esperanza.
Cuando llega hasta nosotros la calma enseguida pensamos en que algo no funciona o en que va a dejar de funcionar con rapidez. Ninguna impresión es tan efímera como la sensación de que por un tiempo no pasa nada. Sentimos ansiedad hasta en ese momento porque parece que presagia otros a punto de llegar con nuevos desalientos. Pero la calma llega cuando se la espera. Si no estamos preparados para recibirla se quedará en el dintel de la puerta. Agazapada y tímida esperando una señal.
Hemos de disponer su llegada con nuestras mejores formas de agasajarla. Debemos abrir un cajón donde podamos volcar todas y cada una de las dudas que nos asaltan. 
Echaremos también la faltad de confianza, la baja autoestima y la dependencia con otros, seguiremos con los rencores, las envidias, los miedos y ese monstruo infinito que es la falta de fe en nosotros. Desprendidos de lo que nos pesa y atenaza dejaremos el espacio vacío para la llegada de la calma. Pero vacío no quiere decir ausente de sensaciones ni carente de voluntades.
Debemos poner también entusiasmo en lo el gozo de la vivencia de ese tiempo de tranquilidad. Centrarnos en el instante presente de cada instante, en el purísimo momento en el que vivimos aquí y ahora…y en esa inmensa complacencia, ajenos al negro futuro que auguramos…poder sentir en plenitud que la vida es más sencilla que lo que hacemos de ella en nuestra mente,  que todo tiene solución en un tiempo menor de lo que imaginamos, que aunque no encontremos la salida la propia existencia es soberana para decidir y si somos inteligentes…si ponemos además el corazón en ello…para inclinarse a nuestro favor.
Desactivemos el estado de alerta, ese radar ansioso que está siempre al acecho de lo que imaginamos que falta por venir y demos la bienvenida a la calma después de preparar para ella un lecho de flores en nuestro corazón desde el que nos mire con ternura para abrazarnos serenamente.

2 comentarios:

  1. Siempre enfrentamos con ánimo prevenido la vida, el instante a vivir; desconfiamos de las épocas buenas y los instantes amables como presagio de futuros sinsabores, tenemos a flor de piel el viejo y pesimista .. " todo tiempo pasado fué mejor" y esos atavismos nos condicionan el presente.

    He sostenido, que el pasado está en nuestro recuerdo, el futuro lo esperamos con ansiedad y solo contamos con éste presente, éste valioso y único instante que debemos vivir a plenitud, a fondo, con intensidad, con verdadero deleite.

    Cuantos van por la vida soñando en lo que fué, en lo que perdió en lo que pudo ser...y cuando despiertan han perdido sus mejores años, han dejado pasar el tren de las oportunidades, de los amigos, de los instantes amables y cordiales que se esfumaron en la desidia, en la tristeza, en el desgano, en la negación al derecho a gozar y a vivir plenamente este instante, porque inexorablemente es el único real de que disponemos.

    Suena duro pero no hay otra realidad, o asumimos nuestra vida con verdadero valor y nos atrevemos a sacarle el mayor provecho a nuestro momento o simplemente estamos dormidos.

    Flor y Nata, creo que el ser humano pierde con la edad la facultad de gozar el instante que vive: los chicos son plenos a cada momento y como no tienen pasado ni temen el futuro, son auténticos gozadores del presente.

    Creo que el ser humano debe volver por el camino recorrido a la niñéz perdida y volver a vibrar en esa melodía sublime en que pasaron los años de nuestra niñéz; el profeta de Galilea predicaba que " si no os haceis semejantes a los niños, no entrareis al reino de los cielos.." creo que él se refería a esa condición para encontrar la verdadera felicidad y no de otra con la cual soñamos mas allá de nuestro presente y que quizá nunca obtendremos porque nadie ha regresado de la muerte para confirmarlo.

    Saludos cariñosos para todos.

    (Borges: “El peor de los pecados es no ser feliz” )

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  2. Me ha gustado mucho el comentario y la profundidad que encierra, pero sobre todo la frase: ..."los chicos son plenos a cada momento y como no tienen pasado ni temen el futuro, son auténticos gozadores del presente."...Es cierto,gozan plenamente del instante siempre eterno para ellos.
    !Ojalá podamos mirar el momento nuevo que llega todos los días con esos mismos ojos...entonces no habrá ningún sentimiento que arratremos del pasado ni ninguna preocupación para el futuro; ellos saben vivir en ese presente continuo al que todos aspiramos.
    Un abrazo y mil gracias por tu participación!.

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