Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 27 de octubre de 2013

EL EFECTO PLACEBO



Siempre me ha sorprendido el efecto placebo.  Se trata de un mensaje de nuestro cerebro que codifica en términos de creencias. Efectivamente, uno tiene seguridad en algo y eso, en lo que uno cree, da un resultado.
No hay más remedio que creer. Necesitamos hacer un complot con nuestra mente para decirnos a nosotros mismos que si un día no sucede lo que debería es que nuestra fe ha dejado de implicarse como debiera.
Con los sentimientos podemos ejercer este juego tan eficaz como necesario para mantener el equilibrio homeostático de nuestra alma. Se trata de darle al corazón pedazos de bondades, trocitos de ternura y una dosis suficiente de afectos que se asemejen a lo real. Le servirá con creer en ellos porque esa verdad se hará efectiva en el momento en el que nos la creamos.
A veces las soledades que van pegadas al alma tienen  unas consecuencias terroríficas sobre nuestra conducta. Los temores, los miedos y la escasa seguridad en nosotros mismos nos invitan a la desolación. Hay que buscar sucedáneos que ejerzan este efecto placebo. Algo que nos sacuda la pereza y nos obligue a estar siempre atentos con nosotros mismos, dedicados a gustarnos para gustar, entregados a mejorarnos para mejorar el regalo que somos para los demás.
Si en nuestra vida nos están bien ajustadas las proporciones de los ingredientes que mantienen nuestra salud emocional, debemos revisar qué es aquello en lo que sentimos el déficit, dónde está la pérdida o qué estante está vacío. Cuando sepamos realmente que debemos reponer hay que ir en su busca aceptando lo que pueda reparar el alma a base de creer en ello. Porque al fin y al cabo, lo más importante es sentir seguridad con quién estamos, creer en lo que nos dice, estar convencidos de que lo nuestro no nos fallará para declarar la paz al corazón y la tregua al alma.
Es muy sencillo engañar a quién te ama pero si uno necesita hacerlo puede estar seguro de que ya ha perdido antes de empezar la partida. Por otra parte, si el engañado somos nosotros tal vez ni siquiera importe porque al final todo se resume en un pacto de la vida con el tiempo, en el cual, todo ocupa su justo lugar, tarde o temprano.
El efecto placebo nos ayudará mientras tanto a pasar las penas cuando creamos que lo que  tenemos  es lo único y mejor que podemos tener en este momento.
 El mañana nos dará la respuesta y también la solución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario