Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 24 de mayo de 2012

FABULAS ORIENTALES

Comparto estas breves fábulas en las que seguramente encontraremos el sentido del ingenio, a demás de comprender lo pequeño de nuestra visión cuando no vemos más allá de nuestros muros.
Feliz tarde!!

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Un vecino de Nasrudín fue a visitarlo.

- Mulá, necesito que me preste su burro.
- Lo lamento - dijo el Mulá - pero ya lo he prestado.
No bien terminó de hablar, el burro rebuznó. El sonido provenía del
establo de Nasrudín.
- Pero, Mulá, puedo oír al burro que rebuzna ahí dentro - dijo
Mientras le cerraba la puerta en la cara, Nasrudín replicó con dignidad:
- Un hombre que cree en la palabra de un burro más que en la mía no merece que le preste nada.
Era una rana que había vivido siempre en un mísero y estrecho pozo, donde había nacido y habría de morir.Pasó cerca de allí otra rana que había vivido siempre en el mar.
Tropezó y se cayó en el pozo.
- ¿De dónde vienes? -preguntó la rana del pozo.
- Del mar.
- ¿Es grande el mar?
- Extraordinariamente grande, inmenso.
La rana del pozo se quedó unos momentos muy pensativa y luego preguntó:
- ¿Es el mar tan grande como mi pozo?
- ¡Cómo puedes comparar tu pozo con el mar! Te digo que el mar es excepcionalmente grande, descomunal.
Pero la rana del pozo, fuera de sí por la ira, aseveró:
- Mentira, no puede haber nada más grande que mi pozo; ¡nada! ¡Eres una mentirosa y ahora mismo te echaré de aquí
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Era una rana que había vivido siempre en un mísero y estrecho

2 comentarios:

  1. Interesante, y la moraleja la saca cada uno.

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  2. Gracias¡ Sí seguro que cada mensaje es recibido de una forma diferente por cada corazón. Espero que en cualquier caso, ayude!

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