Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 21 de mayo de 2012

DESENCUENTROS


Las necesidades de cada uno son absolutamente propias. Tanto lo son que ni nadie puede ponerse en nuestro lugar y mucho menos sucede cuando éstas navegan por las aguas subterráneas de la conciencia, del afecto.
No sabemos cómo, poco a poco, lo que comenzó con unas excelentes expectativas de felicidad se va desvaneciendo por la falta de encuentros en los deseos, en los anhelos, en la coincidencia de lo que no se dice y solo se intuye.
Lo que pasa por nuestra cabeza no es lo mismo que lo que sucede dentro de la que amamos. Lo que nos pide el alma tampoco.
Los desencuentros se producen sin esperarlos. Así, de repente y un día te das cuenta de que la vida de cada cual va por distinta senda aunque te empeñes en unirlas. Sin saber cómo, las sospechas de lo que separa a dos personas se convierten en gigantes y de pronto se alzan con el poder y el mando de la relación.
Dónde antes vimos caminos abiertos esperando nuestros pasos acompasados, ahora vemos vallas que cercan las intenciones y remodelan las voluntades. Dónde la esperanza nos esperaba para abrazarnos nada más abrir los ojos al despertar, ahora vemos oscuridades que hacemos nuestras y queremos sentirlas como cobijo. Dónde los muros caían como hojas desplomadas en otoño sobre un tierno lecho de ilusiones, ahora se elevan vapores tóxicos que nos asfixian al respirar.
La añoranza de lo que fue es otro veneno que tragamos si desear.
Cada nueva aurora descubierta se convierte en ocaso que muere lento sobre el horizonte esperando las lágrimas que borren el paisaje en el que tanto disfrutamos en otros tiempos.
No hay lugar para el rescate.
Otro tiempo llegará con nuevos rayos de luz y entonces tendremos que prepararnos por si nuevos desencuentros nos arrebatan lo que creímos nuestro para siempre.

2 comentarios:

  1. Me produce una gran sensación de inseguridad esto que expresas. Nadie tenemos la certeza de poseer nada ni a nadie. Lo que termina ya dijimos que es necsario para empezar. No se recupera nada, pero puede que después veamos que ha crecido. Ese es el valor de los "desencuentros" en sentido positivo.Recargamos las pilas y volvemos a nuestra naturaleza alegre, humana.
    Un besazo

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  2. Xara los desencuentros inician y precipitan el final. Lo que termina es que debe terminar, es cierto, pero siempre duele.
    Otra piedra en el camino que debemos librar o saber bordear.
    Un beso enorme

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