Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 27 de mayo de 2012

CUANDO EL CORAZÓN NO ENTIENDE

Nada es peor que el corazón no comprenda, porque él también tiene su inteligencia y se rige por la lógica de los afectos, que no es menos razonable que la del intelecto.
Ante una situación dolorosa que no aceptamos, uno siempre debe comenzar por el dolor que causa en el interior. Por ese malestar del alma que se queda pegado a las entrañas como si quisiera absorberlas y desintegrarlas. Como si estuviese dispuesto a arrancarnos a pedazos la piel del corazón para hacerse un escudo de victoria frente al maltrecho órgano.
Cuando no comprendemos lo que nos está sucediendo damos rienda suelta a la ira, a la tristeza y al decaimiento y nos rendimos ante la soledad del que ha sido abandonado sin explicaciones ni piedad.
Entender el porqué, aunque nos duela, es menos trágico que asumir un dolor sin sentido. Por eso debemos esforzarnos en determinar lo que de nuestra parte hay en ese mal y sobre todo, advertir aquello que es ajeno a nuestra voluntad pero que los otros no han podido evitar en él.
A veces esta especie de digestión afectiva lleva un tiempo. Mucho tiempo, en algunos casos, pero siempre supone un avance en la percepción de lo válido y de lo inaceptable que hay en cada uno.
No se trata de cambiar el rumbo de los acontecimientos.   Lo que termina, termina irremediablemente, la mayoría de las veces. No podemos girar las manillas del reloj, ni desdoblar el calendario hacia atrás para volver a un tiempo que ya no es nuestro. Lo único que está de nuestra parte es la posibilidad de disponer el corazón para volver amar. Pero eso sí, cada vez con una incondicionalidad mayor; cada vez con un agujero menos por donde poder colarse la traición, el engaño o la falsedad.
Comprender significa volver a mirar lo que ya habíamos visto para divisar nuevos matices que habían quedado ocultos a nuestra percepción y con ellos formar un arco iris que dibuje una sonrisa abierta en nuestra alma. 
Aceptando lo que llegue; esperando lo que debemos aceptar.

2 comentarios:

  1. Claro, esa es la clave. Aceptar y resetear, cambiar, buscar, resistir. Ser flexibles ante nosotros mismos, y dejar que el dolor pase por nosotros, entendiendo que éste puede estar abriéndonos paso en el camino. Un beso y mil gracias.

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  2. !!! Xara!!!! sí que pase...que pase...!! Un besazo

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