Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 28 de abril de 2012

OBSERVAR LA EXPERIENCIA
Si queremos aprender a manejar las emociones, a organizar nuestras habilidades y a capacitarnos para la acción hemos de observar necesariamente nuestra experiencia porque ella nos habla. Si hemos de actuar de forma diferente no podemos obviar cómo lo hemos hecho antes.
Darnos permiso para ser nosotros mismos, quitarnos la armadura de la apariencia que estamos acostumbrados a tener encima por demasiado tiempo y olvidarnos de la crítica o la opinión ajena nos va a servir para adoptar una posición de relax que agradeceremos inmediatamente.
Hay que vivir buscando el sentido a cada instante; mientras vivimos con la sensación de presente hay esperanza para la toma de decisiones de los cambios que necesitamos.
Muchas veces somos conscientes de que debemos cambiar e incluso tenemos muy claros los aspectos en los que hay que hacer ese cambio. Lo difícil es pasar a la acción. Hay una delgada línea entre el pensamiento y la ejecución que, en muchas ocasiones, resulta muy complicada de traspasar.
Pero la magia está en dirigir las realidades que nos asaltan por sorpresa de forma que estén a nuestro favor y no en contra. La fatalidad puede estar ahí, al acecho y llegarnos cuando menos lo esperamos por eso hay que poner orden a su llegada porque todo lo descoloca. Tomar la pluma en la mano y redirigir nuestra propia historia.
La seguridad que necesitamos está en la revisión de la experiencia. Tal vez adolezcamos de autoestima pero la práctica acumulada hasta el momento nos sitúa frente a un yo capaz, muy capaz de asumir retos. De ahí debemos aprender cómo observarnos, qué ver y de qué forma tratarnos.
¿Por qué pedir que los demás nos traten de una forma particular según somos?¿Para qué querer que nos respeten en nuestra forma de ser y sentir?¿Por qué esta exigencia al resto cuándo muchas veces nosotros mismos no nos reconocemos y tampoco nos tratamos bien?.
Solamente hay que bajar de la estantería el libro de nuestra vida. Echarle una ojeada y reconocer al protagonista. Entonces, observando desde fuera, nos encontraremos con una persona válida, capaz de superar momentos muy duros, luchadora, entregada a lo que quiere y sobre todo capacitada para dar un rumbo al relato de su existencia en el momento que decida.
A partir de ahí, la magia sucede, el miedo desaparece y la resistencia a los problemas que parecen irresolubles se esfuma.
Fórmula perfecta para que todo fluya según nuestros más íntimos deseos.


3 comentarios:

  1. Somos héroes en plena batalla, luchadores tenaces, valientes defensores de la trinchera, colosos en épica contienda.

    Pero que sucede?

    Dormidos podemos pasar por el tráfago del dia.
    Y nuestras tumbas abiertas nos esperan.

    Podemos dejar la huella impercedera o la tumaba desconocida del soldado que nadie conoció.

    La libertad de elegir es nuestra gran posibilidad: está en nuestra mano decidir, ó valientes como leones ó pusilánimes como pavos.!

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    La noche cae en el lejano horizonte e invita a soñar...soñar de las posibiliades imposiles!

    ...!

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  2. Mi querido Viento del Oeste...este comentario me parece digno de un Legendario rey del Peloponeso!...la fuerza, la intensidad con la que nos deleitas en tus apreciaciones no puede dejarnos indiferentes!.
    Me ha encantado!
    Me uno a tus sueños...hazme un hueco en ellos!!***!!

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  3. Tu tienes un infinito espacio en el sideral espacio de mi alma.

    Tu no necesitas pronunciar una palabra para que escuche tu profunda voz que taladrando mi alma.

    Tu eres la ninfa que alimenta el calor del fuego que arde para ti.

    En mi espacio tu eres mi espacio.

    ...!

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