Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 16 de marzo de 2012

LO QUE BUSCA EL RÍO

El cuento de las arenas nos ha hecho reflexionar ampliamente sobre el significado de nuestra vida, los temores a perder la identidad a lo largo de ella con los problemas y tropiezos que nos encontramos y la importancia de creer.
         Una vez que hemos revisado detenidamente las posibilidades que el río tiene de seguir siéndolo somos capaces de preguntarnos qué objetivo persigue a lo largo de su curso, qué pretende cuando se entrega en brazos del viento y de qué forma se reencuentra consigo mismo más fuerte y mejorado.
         Posiblemente, el objetivo que todos perseguimos como río es la felicidad. Una felicidad que podremos ir matizando en cuanto a su búsqueda, al proceso de su hallazgo y al mismo éxtasis de conseguirla.
         Este concepto, a veces, tan manipulado, se explicita en un estado del ser. El ser humano ha de entender que la felicidad está en el equilibrio. Que se prolonga durante los procesos de su conquista y que si algo no es la felicidad es precisamente el pico explosivo de la emoción desbordada. Eso…es otra cosa.
         La felicidad está instalada en la serenidad de sabernos capaces de crearla desde el interior, día a día. No depende de lo externo, dejar que así fuese equivaldría a poner la llave que abre su puerta en manos de un guardián.  Alcanzarla, depende más de la actitud ante los avatares de la vida que en evitar éstos mismos.
         Otro aspecto importante de ella se fundamenta en la aceptación, que no resignación, de aquello que no podemos cambiar. A veces, nos empeñamos en ir contra corriente y del cauce sereno de sus aguas tranquilas hacemos un remolino  descontrolado que deambula en busca de las rocas de una orilla que frenen su alocada e impetuosa rebelión. Con el transcurrir de los años, uno se da cuenta de que el secreto de la felicidad está en desear menos, en entusiasmarte más por las cosas sencillas y en aceptar aquello que no depende de nuestra voluntad.
         Consiste pues, en encontrar ese estado de armonía con nosotros mismos donde podamos enfrentar las dificultades con una actitud de superación y confianza en nuestra fuerza interior y las alegrías con el suficiente sosiego como para seguir dilatando el entusiasmo y tener reservas cuando el frío viento nos devuelva al mar convertidos en gotas de lluvia.

6 comentarios:

  1. Ser rio o ser pantano, esa es la cuestión. Cuando ya se ha vivido, experimentado, o recordado la esencia, solo hay un camino..., ir despejando lo no procedente, abrir paso a la aceptación y seguir asombrándonos por lo no conocido. Después, cada uno asumir su soledad antes de ser mar con todos y de todos.
    Ha sido maravillosa esta experiencia contigo Flor y Nata, y con todos los anónimos y demás lectores.
    Un beso

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  2. No perder la esencia es la clave: podemos ser rio y estrellarnos en la arena una y otra vez y transformarnos en pantano cenagoso o volar hacia la montaña en forma de nube sin perder la esencia; los recuerdos ( el rio recordaba !! ) que aun siendo nube y siendo llevado por el viento, no perdía su esencia.

    He ahí la paradoja: podemos seguir siendo rio o sea agua y volar hacia la montaña en nuestra esencia.

    El tunecino sufi, nos muestra el camino con una paradoja; los seres humanos y sobre todo en occidente carecemos de esa sensibilidad para entender el pensamiento oriental y nos quedamos en el "ego"..ó "Self" y olvidamos que somos mitad hombres y mitad dioses

    Un saludo afectuoso para todos.

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  3. Gracias Xara para mi ha sido un placer contar con vuestras aportaciones. Creo que somos ríos que nos nutrimos de otros que pasan a nuestro lado y se cruzan generosamnte cediéndonos sus aguas, muchas veces. Estamos creciendo y en ese proceso bienvenido sea todo lo que venga!!.
    Un beso

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  4. Estimado anónimo...has dado en la clave de la cuestión cuando aludes a que se nos olvida que la mitad...o incluso se puede decir lo entero, de lo que somos dentro de esta vestido que llevamos puesto aqui en la tierra...nuestra dimensión divina...esa que oriente venera y con la que es capaz de conectar de forma permanente. Hemos de aprender dejarala aflorar a la superficie. Todo sería visto de otra forma. Todo se transformaría en absolutamente comprensible sin necesidad de pasar ni siquiera por la razón.
    Ojalá logremos que alguno de sus destellos alumbren nuestra visión!!
    Un abrazo!!

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  5. Xara: siempre espero con ansia tus bellos pensamientos y te acompaño en entenderte y comprenderte. Fíjate que la verdadera amistad nace en forma de palabras que lleva el viento y que tocan nuestro espíritu y nos une en esa esencia de que habla el tunecino.

    Un abracito tierno.

    (No me gusta sentirme "anónimo" frente a tí, discúlpame, ...pero dejo a tu imaginación asignarme una figura)

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  6. Gracias anónimo por dirigirte a mí con tanta delicadeza.Quiero decirte que la amistad verdadera, para mí nace antes en la mirada que en las palabras. Tiene un punto de familiaridad que dificilmene alcanzarán las palabras, ya que éstas son abosultamente manipulables por la mente y en función de lo que leemos, nos venga de un modo u otro, podemos crear imágenes y contenidos que nada tienen que ver con el abanico infranqueable de los sentidos. Pero cierto es que cuando las palabras salen de lo más auténtico de nosotros, es fácil detectar el corazón y mente que hay detrás de ellas.
    A mí el anonimato no me gusta, poruque coloca al anónimo en un puesto de "seguridad" frente a los otros, lo cual indica que ve peligro en los demás, y eso me inspira desconfianza. Pero respeto tu decisión igual que lo hacen todos los demás lectores, y acepto que así sea.
    Te llamaré "Viento del oeste", y de ese modo te daré cuerpo en forma de palabras.
    Saludos "Viento del oeste".

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