Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 14 de noviembre de 2011

DECIR "SI" AL UNIVERSO

Siempre que lo que nos suceda requiera una respuesta, una posición, una postura de nuestra conducta, digámosle SI. Hay una enorme diferencia cualitativa de esta respuesta a su contraria. No sólo es su antónimo, lo cual ya es mucho, sino también uno lleva al compromiso y otro al desentendimiento. La palabra “universo” se concreta en el plan de vida que parece imponerse a pesar de todo lo que tengamos en la mente, obrando como una fuerza, aparentemente independiente que interfiere a menudo con nuestra imagen de cómo quisiéramos que fuesen las cosas. Decir “si” es estar de acuerdo con lo que la vida nos ofrece. Decir “si” significa abandonar la resistencia y aceptar las posibilidades que ofrece nuestro universo en las diversas maneras de ver el mundo y experimentarlo. Implica relajarse físicamente y experimentar con serenidad las situaciones que nos lleguen, disminuyendo con ello, la contrariedad y la ansiedad.
Decir “no” implica ser una víctima. Significa bloquear, luchar, rechazar las oportunidades de crecimiento y desafío. Decir “no” crea agotamiento, derroche de energías, un cataclismo emotivo…o lo que es peor, apatía e inmovilismo. “No puedo luchar contra eso, no puedo seguir adelante. No hay esperanzas”. La verdad es que decir “si” es nuestra única esperanza. Decir “si” es una herramienta milagrosa para afrontar nuestros miedos más profundos y sombríos. Sabemos ya que los fracasos son necesarios para crecer, para aprender y para remontar con superación las debilidades. El dolor no se puede evitar, pero también se le puede decir “si” al dolor, considerándolo parte integrante de la vida. Entonces, uno no se siente víctima. Sabe que puede afrontar el dolor, así como la situación que lo causa. No lo considera algo sin remedio. La acción siempre es una respuesta afirmativa. Es la única que nos saca de la indiferencia que se instala en el alma cuando nos apartan del camino, cuando lo que amamos nos rechaza o cuando la desgracia se ciñe a nuestra figura. Mientras actuamos…decimos “si” estamos dispuestos a seguir; “si” seguimos apostando por la vida; “si” queremos salir de lo que nos somete y anula; “si” al universo en cualquier situación, aunque nos cueste empezar de nuevo…pero siempre hay un nuevo comienzo, circunstancias diversas que nos esperan y personas que hace mucho tiempo que están en el camino para vernos pasar y detenernos para entregarnos su mejor saludo. Incluso algunas para quedarse para siempre...aunque aún no lo sepamos.

3 comentarios:

  1. Vamos, como decir un "si quiero" a la vida. En la salud y en la enfermedad. Quizás sea esta la mejor manera de salir de "la crisis". Un verdadero compromiso con la vida.Muy acertado esta reflexión. Un verso.

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  2. Puedo decir y pensar en alto y con firmeza: "si" a la vida, "si" estoy dispuesta a seguir...pero cuando el universo te ofrece dolor, sufrimiento, pérdida de un persona querida ...entonces puedo decir "si" pero estoy pensando "no"

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  3. Es cierto, anónimo, sería como celebrar un matrimonio, en verdadera comunión, eterno con la vida...muy bonita la idea.
    Xira, estoy de acuerdo que decir "SI" cuando llega el dolor es imposible...pero lo es en un primer momento...cuando el tiempo pasa, cuando todo se reposa, cuando el alma busca razones para volver a su paz...entonces comprendemos, tal vez, el para qué de ese sufrimiento.
    Enormes besos

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