Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 17 de noviembre de 2011

"CRITICA...QUE ALGO QUEDA"

Con esta frase común, entre las malintencionadas personas gozosas con el mal ajeno, comenzamos la nueva encuesta del blog. Vamos a reflexionar sobre la crítica, justificada o no; intencionada, elaborada y dispuesta a arrasar lo que se encuentre en el camino  o inocentemente espontánea y ocasional. De cualquier forma, arrojar el veneno que está depositado en la envidia, en los celos o en el oculto deseo de poseer o ser el “otro”, actúa como una mancha de aceite sobre el agua. Flota, se expande, se derrama rauda en la superficie y logra introducirse en las rendijas más recónditas de los corazones que son presa fácil para el descrédito ajeno.
En muchas ocasiones el mal está en los ojos de quien mira, en los oídos del que escucha o en la propia mente del que hace que la realidad se acomode a su propia situación de malestar permanente con todos y con todo.
La crítica siempre es una opinión. Un juicio sin valor objetivo porque arranca de la particular visión de una persona que evita toda sensatez y prudencia al valorar lo que cree ver. Cuando llegamos a una conclusión que lleve consigo los negros tintes de lo indeseable, debemos pararnos antes de exteriorizar lo que pensamos. Sometámoslos a las 3 verdades de Sócrates y preguntémonos:
1.- ¿Es bueno y bondadoso lo que voy a decir?¿Promueve el bien y será causa de mejora en la situación?.
2.- ¿Es cierto?¿Es absolutamente verdad?¿lo sé seguro?
3.-¿Es útil?¿Con este crítica voy a favorecer, mejorar o solucionar la situación?.
Si alguna de estas cuestiones es respondida negativamente, la opción es el silencio y el replanteamiento de lo que juzgamos. Tal vez, no hemos comprendido la situación globalmente, ni nos hemos puesto en la piel del que criticamos, ni conocemos todas las motivaciones que le llevan a actuar así o lo que es peor, tenemos puestas las gafas oscuras de los juicios sumarísimos donde la única condena posible es la fatal descalificación indiscriminada y fácil, a cualquier precio.
Seamos cautos cuando valoramos una situación y mucho más cuando condenamos por la apariencia de lo que creemos la verdad. Vivamos y dejemos vivir. Amemos y dejemos amar. Seamos y dejemos ser.
Esta es, posiblemente, la postura más eficaz para el sosiego del espíritu, para su sano crecimiento, para su esplendorosa creatividad infinita.
Esta reflexión alude a la postura personal que debemos adoptar como jueces del comportamiento ajeno. Pero, ¿cómo recoger las críticas cuando somos víctimas de ellas?. Comenzamos hoy la encuesta que se pronuncia, por medio de varias posturas a adoptar, cuando estamos en las manos del verdugo que critica. También os propongo un análisis personas y veraz de como somos cuando criticamos. Si nos dejamos arrastrar por las visiones ajenas o si realmente nos posicionamos al lado de la prudencia y el respeto por lo que no es nuestra realidad.
Agradezco la participación e invito a tod@s a realizarla. Posiblemente resulte breve en las cuestiones que plantea pero la dinámica del blog no permite una mayor extensión. Será suficiente tomar postura por unas u otras opciones para comprender cómo nos afectan las críticas y qué hacer ante ellas.
Como siempre, todo mi afecto.

5 comentarios:

  1. Muy interesante este tema. A mí me ocurre que cuando la crítca está cerca de mí (a menudo), estoy yo hciéndome un juicio interno que se proyecta fuera. Entonces lo propio es actuar (en mi caso) con certeza, y con convencimiento de que mi en algún lugar de mi centro hay una de aquellas "fisuras" de las que hablábamos en la anterior reflexión. También esto me sirve para entender la postura de quien me critica o critica a los demás. Que nada tiene que ver con compartir el mismo lenguaje de "desamor".
    Un beso

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  2. Pienso que es un tema muuuuuuy complicado,es muy facil criticar pero a nadie le gusta que le critiquen. Cuando tenga dudas, practicaré las tres preguntas de Socrates.
    Besos para tod@s

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  3. Gracias por vuestros comentarios, efectivamente criticar es muy sencillo...y escuchar y participar de las críticas de otros también resulta fácil...hasta grato a veces...lo vemos incluso por el éxito de los programas de corazón. Pero que difícil es frenar al que llega a criticar a otro y más aún no participar de ello.
    Todos tenemos fisuras en el corazón...!cómo no!!...pero hay que ir cubriéndolas, cerrándolas...con todo nuestro empeño.
    Un beso grandote

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  4. Esa esa es la más grande de las obras, antes de partir. Una reparación del corazón, que vuelva fuerte y sano en todo lo posible. Y eso porsupuesto implica autoconocimiento, empatía, servicio a la humanidad y a la Madre Naturaleza. Y sobre todo un gran y responsble, compromiso con la Vida.

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  5. Me ha gustado mucho tu comentario. Efectivamente..."reparar el corazón"...esa es la tarea!!...gracias !!!...me ha dado una nueva luz!. Un besito

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