Acabo
de leer este fragmento de un libro que trata de la Autodependencia, que no de
la autosuficiencia porque el autor, J. Bucay, defiende que lo segundo es
imposible ya que todo el mundo necesita a alguien.
Se
trata de descubrir que no somos autosuficientes, en efecto, que en realidad
tenemos necesidades pero que podemos llevarlas con nosotros hasta que
encontremos lo que queremos y si no es así, poder seguir buscando donde sea.
Significa
que no somos omnipotentes que sabemos que somos vulnerables pero que podemos
estar a cargo de nosotros mismos.
Cuando
se trata de parejas, de matrimonios o de personas que mantienen una relación,
la autodependencia cobra un sentido especial.
La
reflexión que me llamó la atención fue la siguiente:
…”
Siempre digo que los matrimonios se dividen en dos grandes grupo: aquellos en
los que ambos integrantes quieren haber sido elegidos una vez y para siempre, y
aquellos a los que nos gusta ser elegidos todos los días, estar en una relación
de pareja donde el otro siga sintiendo que te vuelve a elegir….”
Elegir
y cuidar. No estar “seguro” de nada, porque nada hay seguro más que la marcha,
algún día, de esta existencia corporal. No presuponer ni poco ni mucho, no
olvidar nunca, ni recordar en exceso. No colocar nuestros miedos en la orilla
del otro, ni dejar que nuestra ansiedad campe en su plato.
Ser
autodependientes nos lleva a saber lo que necesitamos, lo que queremos y lo que
nos hace felices. Y buscarlo. Aquí, allá, más lejos aún si es necesario pero no
volver con las manos vacías y el sentimiento seco.
Ser
dueños de nuestras cadenas y poder quitarlas cuando decidamos correr.
…”Mientras
sea yo el que tengo la llave, esté la puerta cerrada o abierta, nunca estoy
encerrado”.
Me
encanta esta frase. La batuta en tu mano, la llave en tu cabeza y en tu corazón
las alas livianas de un pájaro libre.
Vuela.
Más alto. Mucho más aún.
Es perfecto, lo perfecto hoy para mi. Gracias M.
ResponderEliminarXara me alegro de que haya encajado en tu vivir esta reflexión, nos pasa tantas veces¡. Es también una necesidad propia que manifiesto y sobre la cual debo trabajar.
ResponderEliminarNo estamos encerrados si tenemos la llave, da igual como se encuentre la puerta.
Un beso fresquito en este verano caluroso¡