Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 23 de enero de 2014

SABER ESPERAR



La mayoría de las teorías del pensamiento oriental nos hablan de las realidades que vivimos como creadas por nosotros. Una especie de conducta que sigue un mapa que previamente habríamos diseñado según nuestras necesidades de evolución.
Es difícil creer esto, nos cuesta pensarlo y nos resistimos a que sea verdad. Sobre todo cuando lo que parece que llega, fruto del azar y la casualidad, es doloroso para nosotros.
 Hacernos responsables de ello cae fuera de nuestra consciencia y de ninguna manera podemos asumir el coste que tiene la idea de ser protagonistas de una historia que habríamos ideado en otra dimensión, en otro paradigma, con otro estado. Sin embargo, a veces, si nos adentramos muy el fondo de nuestra alma, del corazón e incluso de la mente encontramos respuestas que van sucediéndose ante nuestras incógnitas.
Nos suceden experiencias extrañas, pasamos por momentos que nos hacen daño, repetimos dolores viejos y siempre terminamos creyéndonos  víctimas de un destino que se empeña en ir en contra nuestra. Pero algo habrá de responsabilidad en lo que nos pasa.
Tenemos miedo a que vuelva a sucedernos lo que nos duele. Pensamos que no vamos a conseguir algo o que perderemos lo que ya tenemos. En ambos casos, la clave está en no necesitar o en no hacer de la necesidad el pilar de nuestra vida.
Solo hay que esperar, saber tener paciencia, encontrarnos con lo que tememos y preguntarle por qué nos asusta tanto.
¿Qué puede pasar?. En cualquier caso la respuesta es nada. Todo sigue igual. Todo seguirá adelante, con nosotros o sin nosotros.
Nuestra vida es una experiencia propia que debe vivirse desde dentro aunque se exprese y se proyecte afuera en la que se debería hacer un balance continuo, como un hábito automatizado que te permitiese entender lo que vives y para qué lo vives cuando sucede.
Posiblemente, si comprendiésemos que la serenidad y el poder, está en no afanarnos en el deseo, todo fluiría con facilidad y la mayoría de los miedos nos dirían adiós.
Yo lo siento así. Creo que es el primer paso para ponerlo en práctica.

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