Vivir es bellísimo, pero no siempre.
Ahí está el encanto, en el contraste y en esos momentos en los que no sabes qué
hacer ni ganas tienes de averiguarlo.
Hay horas, días, semanas y meses en los
que parece que la vida te olvida y eres tú el que sin ánimo de seguir sus pasos
tienes que ir tras de ella.
Hoy ha amanecido gris en el cielo y de
un tono semejante se ha pintado mi alma. Se trata de esas sensaciones de que
algo no va bien o incluso de esas intuiciones que suelen anunciarte que algo va
a pasar. ES como si uno de repente se quedase helado bajo el sol, temiendo
siempre que le arrastre una tormenta demoledora o incluso que el simple viento
levante nuestro vuelo lejos de lo nuestro.
Son sensaciones absurdas que llevan la
ilusión a otra parte y nos dejan sin palabras. No sabes que paso dar para estar
en el sitio de antes, ni si hay camino que iniciar o senda que terminar. Es
como si algo te impidiese ver más allá y de repente una espesa niebla dejase
borrosa la visión por un tiempo. Una mala sensación que no se pasa con un
trocito de chocolate.
Recuperar la emoción en momentos de
vacío no es fácil. No lo es porque todos nuestros recursos se ponen al servicio
de la tristeza y cuanto más queremos salir de ella, más se empeña en
acompañarnos. Tal vez sea mejor invitarla a un café y charlar con ella. Posiblemente
nos diga cuánto tiempo decide quedarse y si en el medio de sus vacaciones con
nosotros, piensa ser aún más intensa. Si va a traer algún amigo y si por fin,
cuando marche nos dejará flores en el jarrón de nuestro salón para que no
olvidemos su paso por allí.
Tal vez, cuando la tengamos de frente y
nos topemos con su oscura mirada podamos sacar del cofre de nuestro pasado, las
horas exquisitas que vivimos, el dulce olor de la ilusión que gozamos y ese
pedazo de entusiasmo con el que pusimos tanta pasión en lo que comenzamos.
Estoy segura que todo ello nos dará la
luz necesaria para volver a desear ser felices, de algún modo, y sobre todo,
para no perder ni un minuto en ponernos manos a la obra y comenzar a construir
de nuevo, trocitos de locura que como nubes de algodón dulce nos dejen el mejor
sabor en nuestro paladar.
Cuando hablas...
ResponderEliminar....de nostalgias..se me encoje el corazón.
....de tiempos idos...los recuerdos me atormentan.
...de poemas que el viento llevó raudos....las musas suspiran nostálgicas.
....miras la chimenea con el último leño que arde...la fria noche... se hace eterna.
....sueñas de ese modo...se me retuerce el corazón y los sollozos..
....no me dejan seguir...!
El lucero seguirá brillando allá a lo lejos...!
...!
Todo pasa...,amiga mía. No desesperes en gris, haz de tu color un matiz nada más.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a los dos por seguir con nosotros!...desde la distancia física, en la cercanía del alma que tanto me duele a veces y sin embargo siempre AMA!!
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