Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 22 de enero de 2013

LA MELODÍA ÚNICA DE LA MENTE Y EL CUERPO

Hace tiempo que me pregunto por qué está tardando tanto en producirse la simbiosis entre la forma de pensamiento occidental y la corriente íntima del mundo oriental. Se trata, ni más ni menos y de forma resumida, de considerar la mente y el cuerpo como un inseparable binomio en que cualquier dicotomía se hace imposible.
En estas latitudes geográficas nos empeñamos en usar el razonamiento y la lógica como caballo de batalla para todos los males y si de bienes se trata aún se abunda más en ellas porque se considera que cualquier resultado inteligente proviene de su buen uso.
No estamos nada más que viendo con un solo ojo. Nos aferramos al cortex frontal del cerebro, donde se hacen posibles todas las asociaciones del raciocinio, e ignoramos la amígdala como apéndice ancestral de las emociones primarias como el miedo o la ansiedad como herramientas de supervivencia.
La medicina es la primera que debe integrar a sus procedimientos los métodos alternativos donde las emociones cuentan, dónde las tristezas hablan y en dónde nada que pase por el corazón queda exento de reflejarse en el cuerpo.
 Cuando nos duele la cabeza, por ejemplo, no sólo procede de un desajuste del sistema nervioso, la presión de la atmósfera o un gorro ajustado. Algo más que los factores físicos y fisiológicos están incidiendo en ese malestar y, posiblemente, haya razones emocionales que puedan contribuir a su presencia.
Cualquier dolencia, seguro, tiene alguna raíz afectiva, emotiva o mental también, porque es imposible que lo que nos sucede en el alma quede enclaustrado en ella, entre otras cosas porque invade todo nuestro ser.
Si esto nos sucede a nivel clínico qué decir sobre lo que la educación y el sistema formativo tendría que considerar de las orientaciones del lado Este del mundo.
Premiamos a quien mejor repite las lecciones que el profesor o el libro, proponen como modelo; se condecora la competitividad y no la cooperación. No se estima lo suficiente la creatividad y las respuestas múltiples. Se relega la compasión en favor del orgullo  personal que se ha dado en denominar mal, autoestima, y por último no se enseña a cuidar los afectos ni a promover la humildad.
Iniciar el camino hacia la felicidad de cada uno pasa por decidir qué es lo que nos sirve para ser mejores y estar más unidos, porque no hay duda que solamente a través de la cooperación y la solidaridad la vida entera puede seguir adelante.
Ni la medicina, ni la educación, ni cada uno de nosotros, puede olvidarlo.

3 comentarios:

  1. Perfecto Flor y Nata. Estoy encantada con tus palabras. Necesita escuchar algo así, tan claro, tan sencillo y tan necesario.
    Un abrazo grandote!!!

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  2. Xara cuánto me animas a seguir!! gracias por compartir estos sentimientos!!!
    Un beso enorme!

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  3. Comparto muchas de las reflexiones que aportas en este rincón. Me gusta comentarlo todo, cuando me emociona y cuando saboreo algo, no puedo contener una expresión que demuestre mi placer "Uhmmmmm!... qué rico".
    Un beso grande

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